La vida a bordo del Hugo Boss
Sentir el movimiento de las olas debajo de m¨ª y escuchar el tintineo de la embarcaci¨®n cuando surca el mar. Una sensaci¨®n que es indescriptible y nos recuerda siempre el motivo por el que nos enrolamos nuevamente en una vuelta al mundo. Ya han pasado 13 d¨ªas desde que partimos del puerto de Barcelona y nos adentramos en la inmensidad del mar. El 31 de diciembre, junto con Alex Thomson, zarpamos con el Hugo Boss para competir en la Barcelona World Race, la ¨²nica regata vuelta al mundo con dos tripulantes por barco, sin escalas y sin asistencia. La despedida de los familiares, amigos y simpatizantes fue un momento muy emotivo, que siempre nos insufla ¨¢nimos para superar este reto. Son ya cinco vueltas al mundo a mis espaldas, pero esta tiene un sentido especial: partir de Barcelona, la ciudad donde vivo, me motiva especialmente. Escribo estas primeras l¨ªneas para EL PA?S cuando est¨¢ amaneciendo y el sol asoma t¨ªmidamente por el horizonte. Realmente, este es uno de los momentos m¨¢s en¨¦rgicos del d¨ªa.
Estamos muy satisfechos con el transcurso de la regata hasta la fecha. Arribamos al estrecho de Gibraltar en tiempo r¨¦cord, en tan s¨®lo 2 d¨ªas, 5 horas y 50 minutos. Recibimos muchas felicitaciones a bordo por batir este nuevo r¨¦cord de la Barcelona World Race. Aunque la traves¨ªa por el estrecho no fue f¨¢cil, ya que el Hugo Boss golpe¨® con varios objetos desconocidos que nos complicaron sobremanera el paso al oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Lo mismo les ocurri¨® a nuestros compa?eros de la regata. Pero nos sobrepusimos y avanzamos. Como los vientos aumentaron en intensidad, tuvimos que arrastrar en algunas ocasiones la red de pesca, que actu¨® como ¨¢ncora flotante, afectando a nuestro rendimiento y velocidad.
Por la noche vemos? como faros que palidecen, los reflejos de las luces de nuestros competidores m¨¢s cercanos
La pasada noche fuimos los primeros en cruzar el ecuador, y nuevamente nos congratulamos por batir un nuevo r¨¦cord de la regata. Hemos alcanzado este punto geogr¨¢fico en tan s¨®lo 11 d¨ªas, 13 horas y 50 minutos, lo que supone 24 horas m¨¢s r¨¢pido que la anterior marca. La situaci¨®n a bordo es tranquila, a pesar de que el viento empieza a estar presente a medida que nos adentramos en el Atl¨¢ntico Sur, abandonando la zona de calmas ecuatoriales (conocida como doldrums). Gracias a los vientos ligeros, tanto Alex como yo hemos podido comprobar el estado t¨¦cnico del Hugo Boss de forma completa.
Los ¨²ltimos 12 d¨ªas, la flota de la BWR ha estado muy cerca de nosotros. Por la noche, vemos de forma constante, como faros que palidecen, los reflejos de las luces de nuestros competidores m¨¢s cercanos. Estas luces nos recuerdan que debemos centrarnos en mantener la velocidad y nuestra s¨®lida posici¨®n en primera l¨ªnea de la competici¨®n. Probamos de alejarnos de Neutrogena y Chemin¨¦es Poujoulat con una decisi¨®n t¨¢ctica, pasando por el este de las islas Canarias. Esto nos ayud¨® a tomar una ligera ventaja, pero la flota se ha compactado de nuevo en la zona de doldrums.
Mientras escribo este post, est¨¢ haciendo un calor sofocante en el Hugo Boss. El aire en la zona del ecuador es muy c¨¢lido, y tenemos una temperatura constante de 28 grados. No es lo ideal para poder navegar, y menos para descansar en el camarote, donde no circula nada de aire y se asemeja a un horno. Sobre la comida, ya nos hemos terminado los alimentos frescos de los que dispon¨ªamos a bordo, y ahora nos alimentamos de comida liofilizada, lo mismo que comen quienes surcan el espacio, los astronautas.
La relaci¨®n con Alex es muy buena y en los doldrums hemos tenido la oportunidad de relajarnos un poco y entablar conversaci¨®n. Nuestro objetivo ahora es adentrarnos en el sur lo m¨¢s r¨¢pido posible, y ser los primeros en salir del Atl¨¢ntico en un par de semanas. ?Que as¨ª sea!
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