Nadal, especialista en supervivencia

Nada detiene a la cabeza de Rafael Nadal. No lo hace ¡°el poquito de v¨®mito¡± que siente a punto de invadir su boca durante su partido de segunda ronda del Abierto de Australia, contra Tim Smyczek (victoria por 6-2, 3-6, 6-7, 6-3 y 7-5). No lo hace el v¨¦rtigo que le crea sentir, seg¨²n cuenta luego, que se va a desmayar. No lo hace ¡°el miedo a cruzar la l¨ªnea¡± de exigir demasiado a un cuerpo deshidratado que le est¨¢ diciendo que abandone. La humedad del verano de Melbourne castiga al n¨²mero tres, que solo ha disputado una decena de partidos desde julio de 2014. Est¨¢ grogui. Out. Fuera. Bordea el desastre: Smyczek, el n¨²mero 112 le obliga a jugar durante m¨¢s de cuatro horas y llega a restar para eliminarle. Solo una cosa le mantiene a flote: ¡°En toda mi carrera pude encontrar soluciones para los momentos duros. Es una habilidad. He trabajado duro para resistir, para ser fuerte mentalmente¡±, cuenta luego.

Esto demuestra qu¨¦ tipo de campe¨®n es, porque est¨¢ claro que estaba enfermo, y encontr¨® un camino hasta la victoria. Hay que quitarse el sombrero Tim Smyczek

Nadal gana porque se pone a pensar. Vence porque en un momento infernal tiene la frialdad de analizarse, medir lo que est¨¢ pasando y adoptar soluciones dr¨¢sticas. De nuevo, vuelve a ser el mejor mec¨¢nico de s¨ª mismo.

Las altas temperaturas del verano austral llegan de sopet¨®n a Melbourne, la ciudad de las cuatro estaciones, con su carga de venenosa humedad. El campe¨®n de 14 grandes, empapado en sudor, no aguanta tres esfuerzos seguidos en el mismo peloteo y decide que no va a pegarse ni una carrera m¨¢s: en el cuarto set empieza a tirar con una agresividad salvaje (43 ganadores y 53 errores no forzados, con siete dobles faltas). Observa que el gel, las sales minerales y la pastilla que le ha dado el m¨¦dico no le permiten recuperarse de la p¨¢jara, concluye que pena de un golpe de calor y de alg¨²n problema de est¨®mago, y saca los ca?ones. As¨ª, completando un partido feo (tres dobles faltas en otros tantos puntos de break), tan falto de estilismo como rebosante de ganas de victoria, llega el espa?ol hasta tercera ronda, donde le espera el israel¨ª Dudi Sela. Como dice luego Smyczek, el rival derrotado tras sumar solo seis puntos menos: ¡°Esto demuestra qu¨¦ tipo de campe¨®n es, porque est¨¢ claro que estaba enfermo. Compiti¨® con su nivel C o D, y encontr¨® un camino hasta la victoria. Hay que quitarse el sombrero¡±.

Sufr¨ª mucho en la pista durante tres horas y media, demasiado. Espero recuperarme Rafael Nadal

¡°Me sent¨ªa muy cansado y muy mareado¡±, resume despu¨¦s el ganador, que tras el partido pas¨® consulta con ?ngel Ruiz Cotorro, su doctor, y Rafael Maym¨°, su fisioterapeuta, que ya durante el encuentro le hizo llegar un gel hasta el banquillo. ¡°Al final del primer set, empec¨¦ a sentir mi cuerpo muy mal, muy cansado. Cuando estaba sirviendo para el tercero, casi vomito [perdi¨® el saque y el parcial]. Sufr¨ª mucho en la pista durante tres horas y media, demasiado. Espero recuperarme¡±, cerr¨® el balear, que celebr¨® el pase de rodillas y al borde del llanto.

Smyczek, que lleg¨® a sumar tres breaks en la segunda manga (?tres!), es el n¨²mero 112 mundial. Desde Wimbledon 2014, cuando abri¨® un periodo marcado por una lesi¨®n en la mu?eca derecha y una apendicitis, Nadal se ha inclinado ante el n¨²mero 56, el 21, el 124 y el 127. Ayer, sin embargo, cont¨® con una red de seguridad de la que no dispuso en esos enfrentamientos. Los partidos de Melbourne son al mejor de cinco sets. En el primer grande del curso no hay tie-break en la quinta manga, hay que ganar por dos juegos de distancia. Pese a que sus problemas f¨ªsicos, consecuencia del calor, la humedad y la inactividad prolongada, contraindicaban el marat¨®n, la larga distancia jugaba en contra de su rival: Smyczek no pod¨ªa estar disparando sus fabulosos ganadores (casi 70) durante m¨¢s de cuatro horas.

¡°Los cinco sets le dan m¨¢s tiempo¡±, explic¨® antes del duelo Francis Roig, el t¨¦cnico que le acompa?¨® en el primer torneo de la temporada. ¡°A la larga, los cinco sets son mejores para los intereses del te¨®ricamente mejor, porque obliga a que el factor sorpresa del rival se produzca durante mucho tiempo. Y si juegas tranquilo¡­¡± .

Nadal, de 28 a?os, mantuvo una cierta calma dentro de la angustia: ha ganado 17 de los 22 duelos que ha discutido en la quinta manga, por el dos de cuatro de su rival de ayer. Acalambrado, qued¨® vivo para luchar otro d¨ªa. Melbourne le ofrece una oportunidad: en lugar del checo Rosol, el ogro que le elimin¨® en Wimbledon 2012, ahora le espera Sela, con el que nunca se ha enfrentado. Es el n¨²mero 106. Un tenista de 1,75m que compite con rev¨¦s a una mano. El prototipo de su v¨ªctima preferida. Pasar¨¢ en la lucha por los octavos. Nadal se enfrenta al israel¨ª y a las consecuencias que tengan para su cuerpo 4h 12m de partido. Contar¨¢ con dos armas: la raqueta y la cabeza.