Y nos vamos haciendo viejos

Decidido como est¨¢ Tiger Woods, ya camino de los 40 a?os, a pasar a la historia no como el golfista que acab¨® con el r¨¦cord de Jack Nicklaus sino como el novio desdentado de la mejor esquiadora de la historia; resignado como parece Sergio Garc¨ªa, que ya tiene 35 a?os, a pasar m¨¢s tiempo pensando en organizar su boda la pr¨®xima primavera que en so?ar con ganar el grande prometido, a los aficionados al golf solo les queda entonar el bolero ese de "el tiempo pasa y nos vamos haciendo viejos...". O eso o entre volutas de habano mirarse en las rayban espejadas que ocultan la mirada viva de Miguel ?ngel Jim¨¦nez, y pensar con ¨¦l en la segura existencia de la eterna juventud.

El malague?o, joven a¨²n a los 51 a?os y asentado tambi¨¦n en el circuito s¨¦nior, reparte sus sue?os entre la felicidad de su tercera esposa en Viena, la posibilidad de ganar un?grande cuando muchos m¨¢s j¨®venes que ¨¦l se han rendido y el deseo de imponer su genio militar como capit¨¢n europeo de la Ryder 16.

El resto es asunto para j¨®venes, pues no hay a?o en que los aficionados no suspiren porque uno de los chavalines que asoman siempre se consagre en un grande. Y eso pese a que del actual dominador mundial, el norirland¨¦s Rory McIlroy, no se puede decir que no sea un jovencito, pues cumplir¨¢ 26 a?os en mayo y puede, as¨ª, ganar su primer Masters, el ¨²nico grande que le falta, a los 25. Pero la repetici¨®n aburre. McIlroy tendr¨¢ 25 a?os, pero es un veterano, un profesional desde los 16 a?os que ya gan¨® su primer grande, el Open de EE UU, hace cuatro a?os y hasta ha pasado ya el sarampi¨®n de una novia famosa (su ex es la tenista danesa Caroline Wozniacki), de problemas p¨²blicos con Hacienda y de un primer contrato multimillonario con Nike, lo que siempre deja se?ales.

Por eso, porque tambi¨¦n el joven McIlroy se est¨¢ haciendo viejo, hay que buscar a jovencitos que le puedan disputar las victorias y la publicidad. Y hay que empezar a desear, pues, que algunos modernos que no han cumplido siquiera los 25 o los rozan m¨ªnimamente, empiecen a ganar grandes: golfistas ya reconocidos como Jordan Spieth, de gran fama en Augusta en 2014, o el delgadito Ricky Fowler, que acab¨® entre los cinco primeros en los cuatro grandes del a?o pasado; golfistas casi desconocidos como Tyrrell Hatton o Brooks Kopeka, golfistas que en 2016 ya empezar¨¢n a hacerse viejos.