El Bar?a se toma la revancha en Badalona

S¨®lo hab¨ªa perdido el Joventut un partido en su casa. Pero lleg¨® el Barcelona con ganas de borrar aquella derrota de noviembre forjada con un baloncesto r¨¢pido y trepidante, alegre, y gracias a una canasta de Suton en el ¨²ltimo minuto. Y esta Penya no fue aquella. No necesitaron los de Pascual tirar de ¨¦pica. Tan solo imponer el orden, desde la defensa, desde el rebote, y dejarse guiar por un Marcelinho excelso. El acierto en el tiro hizo el resto. Se tom¨® la revancha el Bar?a en Badalona. Y se demostr¨® a s¨ª mismo que con trabajo es posible ganar tambi¨¦n fuera de casa. As¨ª sum¨® su 15? victoria. Y empata con el Bilbao en la tercera plaza, buena manera de acercarse a las islas Canarias la semana pr¨®xima y so?ar con ganar la Copa.

Los nervios, la tensi¨®n, dominaron el inicio del partido. Se suced¨ªan los errores y las p¨¦rdidas de unos y otros. No exist¨ªa el juego interior. No hab¨ªa asistencia alguna. Y la suerte se probaba desde los 6,75 metros. As¨ª arranc¨® el encuentro: con un triple de Mallet. No acert¨® Doellman con su r¨¦plica, pero s¨ª Hezonja unos minutos despu¨¦s. Fue un tanteo inicial que para nada hac¨ªa presagiar c¨®mo crecer¨ªa el Barcelona en los minutos sucesivos.

Las estad¨ªsticas lo dicen todo: 19 rebotes para La Penya, 46 para el Barcelona; 8 asistencias de los primeros, 19 de los segundos

Se empezaron a gustar los de Pascual cuando, adem¨¢s de afianzarse desde la l¨ªnea exterior (13 triples en total), encontraron en Marcelinho un perfecto director de orquesta. Fue ¨¦l quien oblig¨® a sus compa?eros a pisar la pintura m¨¢s a menudo. Fue ¨¦l quien encontr¨® dispuestos a Pleiss, primero, a Nachbar, a Abrines y, muy a menudo a Doellman, acertad¨ªsimo (16 puntos). Gracias a su batuta y a la omnipresencia de Tomic, excelente en defensa, a la caza de todos los rebotes (a uno y otro lado de la cancha), afinado tambi¨¦n en la pintura (15 puntos), logr¨® el Bar?a entrar en el partido y marcar la pauta ya en el segundo cuarto.

La Penya no encontraba su juego, no ejerc¨ªan de enlace sus bases, que hac¨ªan la guerra por su cuenta y riesgo, como ocurri¨® con Mallet (12 puntos, m¨¢ximo anotador de su equipo) o Savan¨¦, y se encomendaba el equipo a tiros de tres que no entraban y a sumar de uno en uno al forzar las faltas. Les pod¨ªan las prisas. Y no cazaban ni un rebote ofensivo. Una fiesta para el Bar?a, que lleg¨® a marcharse de 21 puntos al borde del descanso gracias a un parcial de 0-13. S¨®lo en aquellos ¨²ltimos minutos pareci¨® espabilar La Penya, que hab¨ªa dejado olvidado en el vestuario su juego alegre, veloz. Lo quiso recuperar Mallet, anotaron Llovet y Suton de uno en uno, y aprovech¨® el juego interior Kirskay. Pero no hab¨ªa quien frenara a Huertas, tan elegante, tan oportuno. Aunque no todo fue s¨®lo cosa de Huertas. El Bar?a parec¨ªa duplicar sus esfuerzos. Y todos funcionaban, tambi¨¦n Satoransky o Hezonja (16 puntos, m¨¢ximo anotador junto a Doellman).

Tras el descanso (26-45) siguieron enchufados los de Pascual. Oleson, ya recuperado, prob¨® desde el per¨ªmetro. Tres puntos. Se revolvi¨® Miralles. Pero nada. Y la transici¨®n del Bar?a, fren¨¦tica, dio con la exhibici¨®n de Satoransky bajo la canasta. Lo volv¨ªa a intentar el Joventut, sin ¨¦xito. Y volv¨ªa a anotar el visitante: Doellman, Abrines... La suerte no acompa?aba a los locales. El aro repel¨ªa cualquier intento. Apenas Suton tuvo buena fortuna. Las estad¨ªsticas lo dicen todo: 19 rebotes para La Penya, 46 para el Barcelona; 8 asistencias de los primeros, 19 de los segundos.

Y as¨ª, el Bar?a volvi¨® a escaparse un poco m¨¢s mientras la moral de los hombres dirigidos por Maldonado se hund¨ªa. El entrenador dio descanso a uno de sus mejores hombres, Savan¨¦; parec¨ªa in¨²til agotar su juego y sus minutos en un partido abocado al fracaso cuando la Copa del Rey est¨¢ a la vuelta de la esquina. Y el encuentro fue pereciendo en el juego de mu?eca de Doellman, merced a la conexi¨®n Huertas-Tomic, o el buen hacer de Hezonja, con Abrines o Pleiss en la cancha ¨Cy esta vez no desentonaron¨C; Ventura buscaba reducir distancias, forzaba tiros libres, intentaba escaparse. Pero nada impidi¨® al Barcelona igualar e incluso superar (56-97, a falta de un minuto para el final) la m¨¢xima diferencia hist¨®rica (40 puntos) en un partido contra el Joventut. Lo hizo en 1979 y volvi¨® a lograrlo, en esta ocasi¨®n con 41 puntos, este domingo en el Ol¨ªmpic de Badalona.