La ACB plantea modificar su reglamento disciplinario

El baloncesto, ese deporte en el que los protagonistas reconocen instant¨¢neamente sus faltas, los jugadores levantan del suelo a rivales y compa?eros, y los ¨¢rbitros sancionan cualquier amago de simulaci¨®n, acapara, de cuando en cuando, la videoteca del desprop¨®sito con trifulcas cargadas de mamporros, casta?azos y empujones como la que protagonizaron el domingo en Miribilla el Bilbao Basket y el Laboral Kutxa.

La Liga de 1984 se cerr¨® de manera abrupta tras una gresca entre Iturriaga, Davis y Mart¨ªn

La multitudinaria pelea en el derbi vasco ha puesto a la ACB ante la tesitura de modificar el reglamento disciplinario de la competici¨®n para agilizar el proceso sancionador de este tipo de acciones. El texto actual, vigente desde la redacci¨®n de la Ley del Deporte del a?o 1990, apenas ha sufrido modificaciones y recoge un intrincado protocolo burocr¨¢tico que podr¨ªa estirar hasta en un mes la resoluci¨®n definitiva de los castigos para los implicados, que tienen plazo hasta hoy a las 18.00 para enviar alegaciones. Seg¨²n la norma y, en funci¨®n de la catalogaci¨®n de los hechos, las infracciones pueden ir de leves (resueltas con apercibimientos; suspensiones de un mes; de uno a tres encuentros; o con multas de 600 euros) a muy graves (con suspensiones de dos a cuatro a?os y multas de 3.000 a 15.000 euros). Estas ¨²ltimas solo responden a ¡°acciones lesivas y actos que provoquen la suspensi¨®n definitiva del encuentro¡±. En Bilbao el encuentro concluy¨® con un cuatro contra cuatro tras la expulsi¨®n de Shengeila, Todorovic -los dos ¨²nicos que aparecen mencionados expresamente en el acta del partido- y los integrantes de los banquillos de ambos equipos.

El ¨²ltimo precedente de t¨¢ngana en la Liga espa?ola se produjo en octubre de 2004, en un derbi entre Madrid y Estudiantes disputado en Vistalegre. La embestida de Garc¨¦s a Herreros, los pu?etazos de Sonko a Jasen y los zarandeos colectivos fueron resueltos por Juan Ram¨®n Montero Est¨¦vez, juez ¨²nico del Comit¨¦ de Competici¨®n de la Federaci¨®n, con multas para los principales implicados. En aquella ocasi¨®n y atendiendo a la redacci¨®n del acta, Garc¨¦s, p¨ªvot paname?o de Estudiantes, que propin¨® una patada en el pecho a Herreros, capit¨¢n del Madrid, recibi¨® la mayor sanci¨®n. Esquiv¨® cuatro partidos de suspensi¨®n por la ausencia de antecedentes, pero fue multado con 3.000 euros por una ¡°falta grave¡±, mientras que los crochet de Jasen y Sonko tuvieron 300 y 500 euros de castigo, respectivamente por interpretarlos como falta leve. El dictamen se conoci¨® cuatro d¨ªas despu¨¦s de la bronca.

Once a?os despu¨¦s, el propio Montero Est¨¦vez, que sigue en el cargo, deber¨¢ dictaminar las consecuencias de una gresca muy similar vivida en Miribilla. El Bilbao Basket expres¨® su ¡°rechazo¡± a un episodio alejado de los valores de ¡°esfuerzo, trabajo y solidaridad¡± que debe trasmitir el baloncesto, y todos los protagonistas del papel¨®n se pronunciaron en la misma l¨ªnea. ¡°?Perd¨®n! Nadie deber¨ªa ver lo que ha visto un ni?o a pie de pista. Flaco favor hemos hecho al baloncesto¡±, escribi¨® el t¨¦cnico del Baskonia, Ibon Navarro, en su twitter. En busca de sanciones ejemplarizantes y r¨¢pidas, la ACB busca una remodelaci¨®n del reglamento que reduzca estos espor¨¢dicos pero bochornosos cap¨ªtulos en los que el parquet se convierte en cuadril¨¢tero.

La primera Liga ACB, disputada en la temporada 1983-1984 tras recoger el testigo de la Liga Nacional, se resolvi¨® de manera abrupta tras una t¨¢ngana en el segundo partido de la final Madrid-Bar?a. Iturriaga dio un codazo a Davis, Davis un pu?etazo a Iturriaga, y Fernando Mart¨ªn y Davis se enzarzaron en una ri?a que acab¨® con los tres jugadores expulsados. Gan¨® el Bar?a. Los miembros del Comit¨¦ de Competici¨®n de la ¨¦poca se reunieron en la cafeter¨ªa del pabell¨®n de la Ciudad Deportiva tras el partido y dictaminaron sancionar con seis partidos a Davis, con tres a Mart¨ªn y con una simple amonestaci¨®n a Iturriaga. El Bar?a, molesto con la resoluci¨®n, no acudi¨® al partido de desempate y el Madrid se proclam¨® campe¨®n. Desde entonces, la ACB ha incorporado pocas escenas a una pel¨ªcula interminable que incluye desde la batalla de las tijeras de Grbovic y Meneghin en un Italia-Yugoslavia del Europeo de 1983; a la mel¨¦ entre Pistons y Pacers en 2004 con Ron Artest como p¨²gil principal, pasando por el sillazo de Krstic a Bourousis en un amistoso Grecia-Serbia de 2010.