El heredero de Pe?alver es el hijo de su rival
Ure?a termina s¨¦ptimo en heptatl¨®n pese a fallar en longitud
Los rusos no se hab¨ªan ido de Praga, como pareci¨® los dos primeros d¨ªas y como pod¨ªa presagiarse tras la limpia iniciada por las autoridades antidopaje. Simplemente estaban escondidos esperando su gran d¨ªa, el domingo. Terminada la jornada, a la hora del recuento, mientras operarios afanosos borran del pabell¨®n toda huella de la pista de atletismo, tarimas flotantes incluidas, los rusos, anunciados por las repetidas audiciones de su hermoso himno, aparecieron en cabeza del medallero con seis oros (el doble que Francia, segunda) y dos de plata.
No dejaron hueco casi para nada m¨¢s, salvo, para los preocupados por el futuro del atletismo espa?ol, un peque?o rayo de esperanza, un chaval de Onil (Alicante), llamado Jorge Ure?a, que acab¨® s¨¦ptimo en el heptatl¨®n (lo gan¨®, claro, un ruso, Ilya Shkurenyov). ¡°Y eso que me cost¨® bastante superar el trauma de saltar solo 6,88m en longitud, una de mis mejores pruebas¡±, dijo.
Tras esa longitud y un lanzamiento de peso discreto, pues su mayor laguna son los lanzamientos, al terminar el s¨¢bado las posibilidades de ser finalista parec¨ªan una utop¨ªa, pese a ser segundo en altura, con 2,04m. Sin embargo, bajo la mirada asc¨¦tica, casi puritana, de su padre y entrenador, el joven se recuper¨® el domingo con unas magn¨ªficas vallas (7,81s) y una p¨¦rtiga con mejor marca (4,80m). En el 1.000 final se asegur¨® un magn¨ªfico s¨¦ptimo puesto. Solo Antonio Pe?alver, plata ol¨ªmpica, bronce en un Europeo en pista cubierta hace casi 25 a?os, ha estado mejor que ¨¦l. ¡°Ha sido una pasada¡±, dijo Ure?a; ¡°tanta gente en las gradas. No me achantan, me motivan¡±.
He superado casi todas las marcas de mi padre y ahora voy a por las de Pe?alver¡±
De Pe?alver justamente, rival de su padre, Jos¨¦, exdecatleta de nivel, habl¨® Ure?a. ¡°He superado ya casi todas las marcas de mi padre y ahora voy a por las de Pe?alver, una referencia¡±, dijo Ure?a, un atleta con un f¨ªsico normal (no de s¨²perman como Pe?alver, que mide 1,95m), pues no llega a 1,80m, lo que le limita en los lanzamientos; que se entrena tres horas diarias, de seis a nueve de la noche, cuando sale del centro en el que estudia un m¨®dulo superior de Ciencias del Deporte, y que cuando puede toca la bater¨ªa, pues estudi¨® percusi¨®n en la escuela de m¨²sica, lo que le ayuda a saber llevar bien el ritmo en la cabeza. Y en su club tambi¨¦n entran Eusebio C¨¢ceres, el talento de la longitud. Y dentro de poco, Onil, conocido como el valle de las mu?ecas, ser¨¢ ya el valle de los buenos atletas.
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