Madrid y Bar?a mejoran sin los tridentes

El pr¨®ximo domingo en el Camp Nou se enfrentar¨¢n por primera vez las dos delanteras m¨¢s prestigiosas y cotizadas del mundo. El segundo cl¨¢sico de la Liga propicia un duelo entre Bale, Benzema y Cristiano, por parte del Madrid, y Su¨¢rez, Messi y Neymar por parte del Barcelona. La estrategia deportiva de ambos clubes lleva un tiempo desarroll¨¢ndose en esta direcci¨®n. El Madrid desde que Florentino P¨¦rez impuso su pol¨ªtica de altas y bajas coron¨¢ndola con la adquisici¨®n de Bale. El Bar?a, desde que las incursiones en el mercado de Sandro Rosell y su junta trasladaron el centro de gravedad del equipo del mediocampo a la delantera con Neymar y Su¨¢rez, dos fichajes que suman m¨¢s de 160 millones de euros invertidos en a?o y medio.

La paradoja es que todo este esfuerzo institucional por aumentar la pegada ha generado inestabilidad en el juego de los equipos. Desajustes que no se han traducido en una mayor eficacia en ataque. Al menos de momento, las estad¨ªsticas revelan m¨¢s problemas que soluciones en torno a los dos tridentes. Tanto el Bar?a como el Madrid marcan menos goles y ganan menos partidos cuando juegan todos sus goleadores.

En los 15 partidos de Liga en los que Messi, Su¨¢rez y Neymar no coincidieron en la alineaci¨®n titular, el Barcelona marc¨® una media de 3,1 goles por partido y el porcentaje de victorias se elev¨® al 80%. Cuando los tres fueron titulares el promedio goleador baj¨® a 2,7, los goles en contra se duplicaron y las victorias decayeron al 75%.

El mismo fen¨®meno, solo que m¨¢s acusado, se aprecia en el Madrid, seg¨²n consta en el ¨²ltimo informe de la empresa Opta Sports. En los siete encuentros en los que Bale, Benzema y Cristiano no han coincidido en la misma alineaci¨®n el equipo ha metido una media de 3,6 goles por jornada y ha elevado el porcentaje de triunfos a 86%. Cuando las tres figuras han jugado de inicio el Madrid ha bajado su media goleadora a 2,6 tantos por partido y su porcentaje de victorias ha ca¨ªdo al 75%.

¡°Bale, Cristiano y Benzema son innegociables¡±, ha dicho el entrenador madridista, Carlo Ancelotti, en un alarde p¨²blico de rigidez que solo tiene sustancia diplom¨¢tica. Intramuros, la opini¨®n del t¨¦cnico es diferente. Ancelotti lleva m¨¢s de un a?o intentando acomodar a Bale a una posici¨®n de interior derecha en la que el gal¨¦s no acaba de ser feliz.

Los atacantes azulgrana roban un bal¨®n cada 34 minutos, y los blancos cada 55

¡°El sistema es siempre el mismo¡±, insiste el t¨¦cnico. ¡°Cuando no tenemos el bal¨®n formamos un 4-4-2, y cuando atacamos hacemos un 4-3-3. De inicio jugamos con Bale como interior derecha, Isco como interior izquierda, Cristiano arriba volcado a la izquierda, y Benzema en el medio. En algunos cambios he sustituido a Isco por Jes¨¦ para que juegue de interior derecha, cambiando a Bale a la izquierda para dejar en punta a Benzema y Cristiano. Porque la base es el 4-4-2¡±.

Ancelotti repite que su modelo es el 4-4-2. Ocurre que el plan casi nunca resiste el contacto con el equipo rival, y el 4-4-2 acaba transform¨¢ndose en un 4-3-3 incluso en defensa. Esta situaci¨®n, en el contexto colectivista del f¨²tbol moderno, en donde todos deben jugar en todas partes de forma casi permanente, supone un peligro. El car¨¢cter desenganchado de Bale, Benzema y Cristiano es evidente a la luz del contraste estad¨ªstico con Messi, Su¨¢rez y Neymar.

Los miembros del tridente del Madrid dan una media de un pase cada cuatro minutos, roban un bal¨®n cada 55 minutos y, finalmente, rematan a un ritmo de un tiro cada 29 minutos cada uno. Los componentes del tridente del Bar?a dan un pase cada tres minutos, roban un bal¨®n cada 34 minutos y rematan cada 29 minutos. Salvo en los disparos, donde permanecen igualados a sus contrapartes, en las dem¨¢s acciones del juego los azulgrana se muestran m¨¢s participativos.

¡°A Bale, Cristiano y Benzema les basta con esperar arriba¡±, dice Paco J¨¦mez

Los atacantes del Barcelona no solo defienden m¨¢s. Juegan m¨¢s en general, y eso contribuye a elevar la fiabilidad del equipo. ¡°El sistema t¨¢ctico, el 4-3-3, no es lo realmente importante¡±, observa Paco J¨¦mez, el t¨¦cnico del Rayo Vallecano. ¡°La diferencia est¨¢ en la interpretaci¨®n que se hace del juego en cada equipo. Eso se determina por c¨®mo sacan el bal¨®n jugado, d¨®nde presionan, o con qu¨¦ intensidad van a esa presi¨®n. Tambi¨¦n se define por la gen¨¦tica de los futbolistas. Los jugadores del Barcelona tienen una concepci¨®n del juego que hace que se sientan m¨¢s c¨®modos en un sistema combinativo, en donde las jugadas de ataque se gestan con la aparici¨®n de todos. El Madrid en cambio no necesita que Bale, Benzema y Cristiano vengan tanto a relacionarse con los dem¨¢s, porque a ellos les basta con quedarse en esas zonas adelantadas a esperar y definir¡±.

Hay un componente de show en la idea de acumular goleadores. Los encargados del gol suelen ser figuras. Pero la idea resulta m¨¢s atractiva en los departamentos de marketing que en los banquillos. La mirada de los entrenadores suele dirigirse hacia otras virtudes, principalmente la habilidad para interpretar los partidos, comprender al compa?ero o auxiliar al equipo con apoyos, coberturas y pases precisos. La clase de cosas que suele hacer Benzema en el Madrid.

Benzema es el menos medi¨¢tico de su l¨ªnea de ataque. Pero es el m¨¢s apreciado por Ancelotti. Sus n¨²meros en los cuatro cl¨¢sicos disputados desde la temporada 2013-14 avalan el criterio del t¨¦cnico. Incluso en aspectos puramente relacionados con la definici¨®n. En este periodo Benzema le ha metido tres goles al Barcelona (por dos de Cristiano y uno de Bale) y ha rematado nueve veces (por cinco de Cristiano y tres de Bale). Es el que llega m¨¢s en forma.

Los tridentes son un espect¨¢culo que produce noticias e im¨¢genes de un atractivo invencible para las audiencias de telediarios. Su rendimiento puramente futbol¨ªstico, sin embargo, es un dilema irresuelto.