El Panathinaikos zarandea a un Madrid hipotenso

El Madrid?lleg¨® a Atenas con el est¨®mago lleno y padeci¨® una indigesti¨®n. Con la clasificaci¨®n para cuartos ya certificada, el factor cancha encarrilado y el primer puesto del grupo en su mano, al conjunto de Laso le falt¨® hambre en el OAKA y se lo comi¨® un Panathinaikos voraz. Primero hipotensos y despu¨¦s desquiciados, los blancos sufrieron un severo correctivo que qued¨® certificado en su horrorosa estad¨ªstica: 69 puntos (la peor anotaci¨®n de la temporada), 13 de 36 en tiros de dos, 9 de 24 en triples, 11 p¨¦rdidas de bal¨®n y una imagen que retrotrajo a la de finales de a?o. Junto a la sufrida en Tel Aviv ante el Maccabi, fue s¨®lo la segunda derrota del Madrid en los 23 partidos que llevan disputados en 2015, pero fue tambi¨¦n la peor versi¨®n del subcampe¨®n de Europa que cort¨® en seco una racha optimista y ascendente. Nikos Pappas (22 puntos), DeMarcus Nelson (16) y James Gist (13) se apuntaron la gloria. Apenas Carroll result¨® reconocible entre los visitantes.

Arranc¨® destemplado el Madrid y pronto perdi¨® el paso ante la intensidad del guion de Panathinaikos. Gist y Batista se postularon como arietes en la pintura y Pappas complet¨® la vigorosa puesta en escena bajo los aros del conjunto de Dusko Ivanovic. Se defendieron de la embestida los madridistas afinando desde el per¨ªmetro y, a base de triples, encontraron el avituallamiento necesario para contener los primeros estirones locales en el marcador. Dos bingos de Llull y otro m¨¢s de Rivers desde el 6,75 disimularon la endeblez defensiva de los blancos en el primer cuarto, aunque cuando DeMarcus entr¨® en escena los verdes ensayaron el demarraje (27-19, m. 13).

Reclut¨® Laso a Slaughter y el Madrid gan¨® consistencia en el rebote, pero la medicina tuvo un efecto pasajero. Sergio Rodr¨ªguez puso la cuota de dinamismo y Rudy la de punter¨ªa y, con un parcial de 2-10, el pulso volvi¨® a equilibrarse (29-29, m. 15). Sin embargo, el Panathinaikos sigui¨® emple¨¢ndose a fondo para contener el pick and roll aun a costa de conceder m¨¢s espacio en el per¨ªmetro y le dio resultado para conservar el mando (41-35, m. 20). Las p¨¦rdidas de bal¨®n (7 al descanso) y la inferioridad en el rebote (en los primeros 20 minutos: 7-1 en ataque; 21-15 en el total) lastraban al Madrid que descarril¨® al regreso de la caseta. Cuando los blancos hab¨ªan decidido protegerse por dentro lleg¨® la tormenta exterior. Un triple de Gist, otro de Blums y uno m¨¢s de Pappas le dieron al Panathinaikos el margen para la escapa definitiva (52-41, m. 23).

No flu¨ªa el juego del Madrid. En el OAKA no hab¨ªa espacio para las carreras y se jugaba a lo que quer¨ªa el Panathinaikos. Gist era un martillo y Pappas un tormento. El escolta de los verdes sac¨® lustre a su estado de gracia y se lanz¨® a la yugular de su rival. Con una vertiginosa penetraci¨®n y dos tiros libres alcanz¨® los 20 puntos y cerr¨® un tercer cuarto apote¨®sico (28-18 en ese parcial) que conden¨® a un Madrid irreconocible y atascado (63-59, m. 30). Para entonces, Pappas era gobernador plenipotenciario sobre el parqu¨¦ con una estad¨ªstica impoluta en la que solo figuraba un tiro libre fallado. La diferencia alcanz¨® los 20 puntos (78-58, m. 34). El ¨²ltimo cuarto fue reducto de cuentas pendientes, tensiones y t¨¦cnicas que cerraron un partido nefasto para el Madrid aunque de consecuencias corregibles por el bagaje acumulado. En la pelea por el primer puesto, aun tiene un triunfo de ventaja sobre el Bar?a y 24 puntos en el average particular.