Neymar, golazo y cambio frustrante
El brasile?o desborda sin parar, marca una falta magistral y se enfada al ser sustituido
Nervi¨®n vivi¨® un d¨ªa de los grandes. Retumb¨® el estadio del Sevilla en un duelo de aroma grande, pero enmudeci¨® cuando Messi toc¨® el primer bal¨®n, diciendo aqu¨ª estoy yo. No le dol¨ªa el pie al argentino, que estuvo en todas partes, soliviantando al Sevilla, ofreciendo salida a Busquets, que jug¨® con enorme jerarqu¨ªa. Pero el desequilibrio lo puso Neymar.
Algo apagado en los ¨²ltimos encuentros, el brasile?o volvi¨® por donde sol¨ªa. Es decir, a pedir el bal¨®n en la banda izquierda y a salir disparado hacia el centro, volviendo loco a Coke, incordiando a Pareja. S¨®lo sufri¨® ante Krychowiak, una aut¨¦ntica roca. Neymar emergi¨® en medio de sus regates para asistir a Messi en el primer gol. El argentino defini¨® con ese toque que se ha visto mil veces y que es mil veces imparable para todo portero que tiene enfrente. El Sevilla, triste y desbordado, no encontr¨® la f¨®rmula. Por eso Neymar disfrutaba y recuperaba la sonrisa. Y lleg¨® su golpe maestro.
Falta al borde del ¨¢rea. Minuto 30. Rakitic, capit¨¢n general en este mismo estadio hace unos meses, ni siquiera hace el amago de tirarla. Messi y Neymar est¨¢n ante el bal¨®n. Todo el mundo espera el lanzamiento del argentino. Messi le cede la falta a Neymar, que ejecuta un lanzamiento que roza la perfecci¨®n y entra de forma limpia por la escuadra. Sergio Rico, portero del Sevilla ni lo intenta. El talento de la ejecuci¨®n en el golpeo le super¨® con creces. Otra vez Nervi¨®n en silencio. Otra vez la sonrisa de Neymar, agradeciendo a Messi que le dejara lanzar la falta. Un golazo de antolog¨ªa. No marcaba Neymar en Liga desde el 15 de febrero, ante el Levante en el Camp Nou, pero s¨ª lo hizo en las semifinales de Copa ante el Villarreal, donde su actuaci¨®n fue decisiva.
¡°No s¨¦ porque le ha cambiado, sus motivos tendr¨¢¡±, dice Mestre, vicepresidente azulgrana
En el colmo de su felicidad y con el Barcelona reinando, todav¨ªa tuvo tiempo de inventarse un regate incre¨ªble ante Coke y Pareja. El ca?o fue aplaudido hasta por la afici¨®n del Sevilla, que sabe apreciar lo bueno. Ya lo avis¨® el propio Luis Enrique. Un brasile?o, para ser feliz necesita hacer esas cosas en un terreno de juego. Neymar, adem¨¢s, tuvo la virtud de respetar siempre al rival, de no amilanarse en los balones a¨¦reos con Coke, al que super¨® en alguno. Jug¨® con seriedad. Como cuando le rob¨® un bal¨®n al propio lateral del Sevilla en la banda. Fue el lado trabajador del brasile?o. Pero perdi¨® algo de fuelle en el segundo acto, cuando el Sevilla dio ese paso adelante que tanto se echaba en falta en su gente. Inc¨®modo, el brasile?o abandon¨® a veces la banda izquierda para intentar asociarse con Messi. Hubo menos toques y menos paredes. Menos movimientos m¨¢gicos. El partido exig¨ªa otra cosa. Y Luis Enrique no se lo pens¨®.
No me importa y no me fijo en chuminadas. Estoy por el f¨²tbol¡±, replica Luis Enrique
El t¨¦cnico del Barcelona decidi¨® que entrara Xavi para dar aire al Bar?a, para amasar la pelota. ¡°Es la primera vez que cambio un delantero por un medio. Buscaba claramente tener el control del partido. He pensado que era necesario tener m¨¢s bal¨®n con Xavi en el campo. Pero el partido ha seguido siendo un poco loco¡±, reflexion¨® el t¨¦cnico. Y opt¨® por sentar a Neymar.
Al tiempo que Xavi entraba entre aplausos en el Pizju¨¢n, Neymar se iba cabizbajo. Hasta que lleg¨® frente al banquillo azulgrana y, justo antes de sentarse, realiz¨® ese t¨ªpico gesto italiano de juntar los dedos y poner la mano hacia arriba para lamentarse del cambio, para criticar la decisi¨®n del t¨¦cnico Luis Enrique. ¡°No s¨¦ porque le ha cambiado¡±, dijo Jordi Mestre, vicepresidente del Barcelona y responsable del ¨¢rea deportiva; ¡°porque hab¨ªa hecho una muy buena primera mitad. Sus motivos tendr¨¢¡±. Pero el cambio de Neymar es habitual en el Barcelona ¡ªo ¨¦l o Luis Su¨¢rez porque Messi no se toca¡ª, por m¨¢s que los delanteros sustituidos sean reincidentes en las quejas. ¡°No me fijo en chuminadas de este tipo. Estoy por el f¨²tbol. Esto se est¨¢ poniendo de moda y es una tonter¨ªa. No me importa. Eso a vosotros¡±, replic¨® Luis Enrique.
En la noche sevillana quedar¨¢ su falta y su ca?ito en la banda izquierda. Tambi¨¦n su sonrisa sobre el c¨¦sped y, ya despu¨¦s, su enfado fuera de ¨¦l.
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