El Bayern remonta con un 6-1 al Oporto y pasa a semifinales

Pep Guardiola celebr¨® su centenario como entrenador del Bayern con una primera parte exquisita que derriti¨® las buenas maneras de un Oporto que hab¨ªa llegado invicto al Allianz Arena. La voracidad y la finura del cuadro b¨¢varo, con una perfecta ocupaci¨®n de los espacios, permiti¨® la remontada y su presencia en las semifinales. El car¨¢cter intimidatorio del Bayern ha dejado tres v¨ªctimas en esta edici¨®n de la Champions: el Roma (1-7) en la fase previa, el Shakhtar (7-0) en los octavos de final y anoche el Oporto (6-1).

Guardiola celebra su centenario como t¨¦cnico b¨¢varo con un triunfo aplastante

La cara exultante de Thiago camino del descanso, repartiendo gui?os y miradas de complicidad, retrataba el recital del Bayern en el primer periodo, el partido perfecto imaginado por Guardiola. A fin de remontar el 3-1 de la ida, el t¨¦cnico catal¨¢n ensanch¨® el campo con dos jugadores por ala: Rafinha y Lahm por la derecha; Bernat y G?tze por la izquierda, mientras Xabi Alonso, Thiago y M¨¹ller se apoderaban del ritmo de la medular. La consecuencia fue demoledora para el Oporto. El Bayern disfrut¨® de superioridad en cada parcela: por cada jugador del conjunto portugu¨¦s, dos del cuadro alem¨¢n. El Oporto hab¨ªa salido a defenderse sin ser un equipo predispuesto para ello. Y de pronto toda la inexperiencia de sus j¨®venes (Oliver Torres, Casemiro o Diego Reyes) se convirti¨® en un bloqueo mental, sin saber qu¨¦ direcci¨®n tomar.

El baile del Bayern lo inici¨® Bernat con sus caracoleos por el extremo izquierdo ante un Diego Reyes, que supl¨ªa la baja por sanci¨®n de Danilo, totalmente desbordado. Al centro enroscado de Bernat al primer palo acudi¨® Thiago para cabecearlo. Si no fuera por las lesiones, tan frecuentes en los dos ¨²ltimos a?os, la figura del mediocentro hispano-brasile?o ser¨ªa ahora gigantesca en el Bayern. Lo puede ser en breve porque ya est¨¢ otra vez en forma como demostr¨® al marcar en la ida y en la vuelta, en sus dos ¨²nicos remates en esta Champions. Esa habilidad para llegar por sorpresa desde la segunda l¨ªnea. A eso une su facilidad para aparecer en la zona de tres cuartos y burlar rivales, bien con un cambio de ritmo o con un pase a la espalda de la zaga.

¡°Niemals aufgeben (nunca rendirse¡±, rezaba un mosaico en una de las gradas del Allianz Arena. Los tres primeros goles llegaron de cabeza. En el segundo impuso la corpulencia de sus centrales: prolong¨® con la testa Badstuber ¡ªsustituto anoche de Dante, tan desacertado en Drag?o¡ª y volvi¨® a cabecear Boateng. Fabiano, el portero brasile?o del Oporto, se trastabill¨® antes de impulsarse hacia su poste izquierdo. El tercer tanto ya fue mucho m¨¢s fino, una obra de orfebrer¨ªa: el centro desde la derecha de Laham, el desv¨ªo intencionado de M¨¹ller y el cabezazo picado de Lewandowski (una jugada de 27 toques, un r¨¦cord en esta Champions). El delantero polaco ara?a cada d¨ªa el retrato del jugador que fue en el Borussia Dortmund y cada d¨ªa se parece m¨¢s. En el quinto tanto, fue puro Lewandowski al disparar cruzado desde la frontal del ¨¢rea. El cuarto, de M¨¹ller, fue un rechazo de Martins Indi, que despist¨® a Fabiano, ya de por s¨ª perdido toda la noche. M¨¹ller ya es el m¨¢ximo goleador alem¨¢n en la historia de la Champions, 27, uno m¨¢s que Mario G¨®mez.

El equipo luso hab¨ªa salido a defenderse sin estar preparado para ello

El Bayern se destens¨® en la segunda parte y el Oporto, perdido por perdido, logr¨® desinhibirse y jugar a lo que sabe, al ataque. Se lesion¨® Rafinha, la en¨¦sima lesi¨®n en el cuadro b¨¢varo, con o sin Doctor Milagro, marc¨® de cabeza Jackson Mart¨ªnez y el Allianz Arena empez¨® a temer por el resultado. Un temor acrecentado por el regate posterior de Jackson a Badstuber, al que dribl¨® como a un cono, antes de cruzar demasiado en el disparo.

Poco antes de marcharse y recibir los agasajos de la grada, Thiago dej¨® otro cambio de ritmo, propici¨® la entrada de Marcano y la expulsi¨®n del central espa?ol. La falta, enroscada y por encima de la barrera, la clav¨® Alonso donde quer¨ªa, una forma de resarcirse de su error en el partido de ida. La mejor manera de cerrar la fiesta b¨¢vara.