Sue?a Chicharito y sue?a el Madrid

Celta y Madrid piropearon al f¨²tbol. A ese f¨²tbol trepidante, golpe a golpe, sin tregua. Ese f¨²tbol, en definitiva, que irrita a los ortodoxos de las gaitas t¨¢cticas, a esos que festejan como ¨¦xito el bostezo, que nada pase, que nadie se descamise. En Vigo lo hicieron todos, en un duelo a toda mecha, sin protocolos. Una gozada. Lo fue hasta para el Celta, que cay¨® con gloria, reconocido por su gente, que tiene motivos para el orgullo. Y m¨¢s a¨²n para el Madrid, que ha encontrado en el inesperado Chicharito el hilo al que agarrarse para pelear la Liga y lo que sea. Los de Ancelotti se llevaron un partido may¨²sculo. Forzados al l¨ªmite por un estupendo rival, salvaron un escollo descomunal. Una de esas victorias de mucho m¨¦rito, como subrayable fue la actuaci¨®n del equipo vigu¨¦s, que se rebela a ser un club subsidiario. El f¨²tbol agradece apuestas as¨ª. Un brindis.

El Celta tiene su banda sonora. No se siente inferior, no importa el tonelaje del adversario. Un equipo did¨¢ctico para muchos de su condici¨®n, un conjunto de pensamiento propio. Frente al Madrid, se sublev¨® desde la primera bocanada. Augusto Fern¨¢ndez, Krohn-Dehli y Orellana, a los que les gusta rumiar la pelota, dar palique al bal¨®n, catalizaron el juego. Los tres tienen panor¨¢mica, no desprecian un toque ni arrestados por el rival. Da gusta verles. De entrada fueron un tormento para la zaga madridista. El Celta rescataba la pelota con la presi¨®n alta, el Madrid sufr¨ªa un engorro. Y cada p¨¦rdida era un aviso. Hasta que Nolito, a lo Nolito, con esa jugada tan de autor, con regate en diagonal desde la orilla izquierda, acab¨® por dejar planchado a Casillas, inm¨®vil tras colarse el remate bajo los pies de Varane. La jugada parti¨® de un c¨®rner favorable a los de Ancelotti, a Illarra le birlaron la pelota y la contra cerrada por el extremo celti?a tuvo un broche algo rocambolesco: Sergio Ramos cruz¨® la cancha, de ¨¢rea a ¨¢rea, con la bota derecha en la mano.

La desventaja, con la Liga en Barcelona, exig¨ªa una respuesta firme del grupo de Ancelotti. No era una jornada de paso, para remolones. Al equipo le costaba sacudirse al contrario, un conjunto de puertas abiertas, que se repliega hacia adelante, sin recular. La posici¨®n del chileno Orellana, a espaldas de Kroos e Illarramendi, torturaba a los visitantes. Mala noticia para el vasco, tras verse del todo arrinconado en la ¨²ltima cita de Champions. Con Orellana de enganche para todos, Kroos no se daba por enterado, los centrales, a lo suyo con el ariete Larrivey, e Illarra, extraviado.

Aturdido el Madrid, el equipo encontr¨® una v¨ªa de escape por la banda izquierda del Celta, donde Nolito, proclive a otras misiones, no escoltaba a los suyos. Ni siquiera se dejaba caer Cristiano por ese costado. As¨ª fue en el empate visitante. James, como en el gol europeo de Chicharito al Atl¨¦tico, se ha acostumbrado a dar carrete a CR por esa orilla. Lo hizo de nuevo en Bala¨ªdos y la incursi¨®n del portugu¨¦s concluy¨® con un despeje hacia la frontal que caz¨® Kroos de maravilla, con un disparo contundente y con precisi¨®n de cirujano. El Celta not¨® la descarga y encaj¨® el segundo tanto con Larrivey noqueado tras un trompazo de cabezas con Ramos, lo que le oblig¨® a jugar con un gorro de l¨¢tex como cortafuego de la sangre. La ruta fue la misma, el carril izquierdo celeste. Tambi¨¦n repiti¨® el protagonista, James, el mejor mensajero del gol de este Madrid. El colombiano tir¨® dos paredes con Chicharito, suerte que maneja como los ¨¢ngeles, y el mexicano, que est¨¢ en onda, bati¨® a Sergio, que hizo el sapo y el bal¨®n se alej¨® a la red entre sus piernas.

El partido no ten¨ªa pausa. A la reacci¨®n del Madrid correspondi¨® la de los de Berizzo. Nada de achicarse. En otra oleada de buen juego, Santi Mina le tom¨® la matr¨ªcula a Marcelo, superado por un milim¨¦trico servicio de Orellana. El vigu¨¦s se present¨® ante Casillas, su primer intento se fue al poste izquierdo del Madrid. Caz¨® el rebote por delante de Marcelo, y bingo. El encuentro no admit¨ªa descuido alguno, exig¨ªa una mirada fija, permanente. Toma y daca, pim, pam, pum. Conmovedor el Celta, llevado al extremo el Madrid, que demostr¨® que la contundencia que le distingue tambi¨¦n es cosa de suplentes, al menos de este Chicharito iluminado. Un goleador con ojo cl¨ªnico cuando tiene escena. Con un exceso de vocaci¨®n ofensiva, con la zaga local fuera de los cuarteles, el "guisante" habilit¨® a CR en una contra que concluy¨® con disparo cruzado del luso al poste. El preludio del 2-3, obra de James, que asiste y golea, otra vez en alza, de nuevo varios escalones por delante de Isco, solo fugaz con alg¨²n arabesco. James, con un desv¨ªo de Font¨¢s, dej¨® al Madrid con el marcador de cara al filo del descanso tras un primer acto extenuante.

Cab¨ªa pensar que de vuelta del intermedio bajara el ritmo. Un espejismo. Nada de nada. El guion se mantuvo, con el Celta invadiendo el per¨ªmetro de Casillas, con Nolito de reto en reto con Carvajal, y casi siempre victorioso. El Celta iba con todo, el Madrid lo fiaba al horizonte despejado, al ataque a la carrera, como le gusta. Pero no le llegaba la jugada ansiada, porque su rival no cejaba en el empe?o, iba, iba e iba. En uno de los asaltos, la gente reclam¨® penalti de Kroos a Orellana, en una acci¨®n confusa. El Madrid no ten¨ªa aire hasta que Sergio Ramos, en plan centuri¨®n, se lanz¨® a la aventura hasta la media cancha, donde nadie le obstaculiz¨® el tranco y el defensa andaluz ejecut¨® un arquitect¨®nico pase a Chicharito, que pinch¨® la pelota con exquisitez antes de batir a Sergio. Una veta de primera este Chicharito que parec¨ªa irrelevante.

Ni con 2-4 lo ve¨ªa claro Ancelotti, sabedor de que enfrente hab¨ªa un adversario de cuerpo entero. La prueba es que el t¨¦cnico italiano recurri¨® a Pepe y Arbeloa en detrimento de Chicharito y James. El Madrid baj¨® la persiana al duelo con seis defensas. El choque le hab¨ªa exigido de lo lindo y con el sue?o de Chicharito puede seguir so?ando. Para el Celta, honores. Si hay que perder, que se pierda as¨ª. Hay Liga, mucho Celta y mucho Chicharito.