Rogando a Kroos

Carlo Ancelotti arqueaba las cejas y se encog¨ªa de hombros en estos d¨ªas, haciendo balance de situaci¨®n a las autoridades del Madrid. El entrenador recordaba que en las dos temporadas que lleva en el club el ¨²nico mediocentro puro que tuvo fue Alonso; y que, a falta del vasco, Kroos y Modric fueron los m¨¢s adaptables. Con tan mala fortuna que primero se lesion¨® Modric y luego se magull¨® Kroos. Ahora los cuarteles del equipo son el escenario de una vigilia inquieta mientras Ancelotti hace c¨¢lculos para intentar equilibrar una estructura cada vez m¨¢s sacudida. C¨¢lculos con y sin Kroos en el once titular, con o sin orden, con o sin ritmo de juego, con o sin profundidad.

Todos esperan el parte del doctor Jes¨²s Olmo. Y Olmo, traumat¨®logo empotrado en la primera plantilla del Madrid, desconcierta a los empleados de Valdebebas con sus diagn¨®sticos y con sus tratamientos. Cuando Benzema apareci¨® repentinamente en el parte de bajas de Tur¨ªn, sus compa?eros pensaron que realmente no estaba lesionado, y, al parecer, s¨ª lo estaba. El domingo, cuando el club anunci¨® oficialmente que Kroos no padec¨ªa ninguna lesi¨®n, el rumor que circul¨® en el vestuario fue el opuesto. Desconfiados del dictamen p¨²blico de Olmo, los futbolistas y el personal de apoyo sostuvieron que lo que sufr¨ªa el alem¨¢n era un problema en los isquiotibiales de la pierna izquierda. Una contractura, tal vez, que todos esperan que no le impida enfrentar al Juventus ma?ana.

Dice Ancelotti que Kroos es esencial porque, como Alonso o Modric, pertenece a la estirpe de volante que sabe c¨®mo imprimir el ritmo adecuado a cada jugada. Para jugar el bal¨®n no hay otro m¨¢s cualificado en estos momentos. Sin Kroos, ¨²nico jugador de la Liga que ha superado los 3.000 pases buenos, el Madrid se convertir¨ªa en un cuchillo desmochado. Su ausencia se traducir¨ªa en salidas de bal¨®n menos claras o pelotazos saltando l¨ªneas.

El t¨¦cnico italiano concibe al equipo como una cadena de especialistas que van ejecutando su obra para que el bal¨®n llegue al punto de remate con la m¨¢xima eficacia posible. Ramos, Kroos, Modric, James y Benzema, era la sucesi¨®n perfecta. La m¨¢s nutricia para el lucimiento de Cristiano y Bale. La m¨¢s elaborada y competitiva. La que ofrec¨ªa mayor control. Si la recuperaci¨®n de Benzema supone un gran avance, la falta de Kroos puede interrumpir el proceso y permitir al Juventus gestionar mucho mejor su defensa. Ayer, en Valdebebas sosten¨ªan que si el club estaba difundiendo informaci¨®n enga?osa sobre la recuperaci¨®n de Kroos era por un motivo piadoso: confundir al enemigo. Que Massimiliano Allegri, t¨¦cnico juventino, no piense que el conductor madridista juega a media m¨¢quina, que no invente modos de presionarlo, o, simplemente, que siga ocupado pensando en que jugar¨¢ Kroos.

Alejados del ruido propagand¨ªstico que conjura remontadas inolvidables, los jugadores ven la revancha con el pragmatismo de los profesionales. ¡°En Tur¨ªn no rematamos ni una sola vez desde que Allegri form¨® con defensa de cinco¡±, recordaban ayer, evocando el cerrojazo de la segunda parte. Sin Kroos los avances se hacen m¨¢s pesados. Contra el Valencia el equipo solo pudo marcar a bal¨®n parado y desde fuera del ¨¢rea.

El cuerpo t¨¦cnico calcula que no es casual que de los 12 partidos que han disputado contra los rivales mejor calificados en la Liga, el equipo haya perdido seis, empatado cuatro y perdido dos.

Remontar un 2-1 en contra frente al Juventus no ser¨ªa sencillo ni con toda la plantilla disponible. Mucho menos sin Kroos, a quien, en consecuencia, todos desean una veloz recuperaci¨®n.