Un Bar?a alem¨¢n elimina al Bayern y consigue el pase a la final de Berl¨ªn

Ya est¨¢ el Bar?a en Berl¨ªn, como estaba escrito desde el Camp Nou, y hasta puede que tenga el factor campo a favor frente al Madrid o al Juventus.

A los alemanes les gusta el Bar?a. A veces les recuerda al Bayern campe¨®n sin dejar de ser el Bar?a. Y se cuentan tambi¨¦n barcelonistas que tienen cierta debilidad por el Bayern. Advierten rasgos del Bar?a de Guardiola. La declaraci¨®n de intenciones del campe¨®n de la Bundesliga es inequ¨ªvoca, por su juego de posici¨®n, buen gusto y juego de ataque, sin reparar en qui¨¦n tiene enfrente, ayer el Bar?a. Y los azulgrana tienen una pegada terrible cuando afrontan rivales valientes y c¨¢ndidos como el Bayern.

Guardiola no se perdonar¨ªa en la vida jugar como un equipo menor a pesar de que ahora se le acuse de empeque?ecer al Bayern. La propuesta alemana fue tan transparente, temeraria a juicio de los cr¨ªticos con su t¨¦cnico, que agrand¨® la fortaleza de los azulgrana, imponentes en las ¨¢reas hasta el 1-2, desfigurados despu¨¦s por el entusiasmo del Bayern. Actuaron los barcelonistas con suficiencia, confiados ante un buen rival acad¨¦micamente, condenado por el 3-0 del Camp Nou, muy orgulloso en M¨²nich.

No tiene m¨¢s munici¨®n Guardiola, privado de Robben y Rib¨¦ry, mientras Luis Enrique presume de Messi. Las contadas aceleraciones del 10 estremecieron al Bayern igual que en el Camp Nou. Al fin y al cabo jugaron los mismos la ida que la vuelta y en ambos casos resolvieron los atacantes del Bar?a, activados en los momentos decisivos, autores ya de 114 goles. Y volvi¨® a marcar Neymar, que suma nueve tantos en los ¨²ltimos siete partidos, entregado a la causa liderada por Messi.

Los partidos en el Allianz Arena comienzan con un gol a favor del Bayern. Aprieta la hinchada, se anima el equipo y las ocasiones caen como una costumbre, sin reparar en el juego ni el contrario, incluso si se trata del Bar?a, un equipo que en los ¨²ltimos siete partidos hab¨ªa marcado un saco de goles (25) por ninguno en contra. No hay remedio contra la avalancha alemana, en el c¨¦sped y en la grada, envuelta con un mosaico gigantesco bordado por los fans: ¡°Una ciudad, un sue?o¡±.

Apenas hab¨ªan pasado seis minutos y ya se contaba una ocasi¨®n por cada equipo, de Rakitic y de Thiago, cuando Benatia cabece¨® un c¨®rner botado por Xabi Alonso. Los azulgrana no tomaban un tanto de estrategia desde diciembre de 2014. Alegre y ¨¢gil, muy reforzado por la banda derecha con Lahm, Rafinha y Thiago, jugueteaba bien el Bayern. El gol, sin embargo, no alter¨® el pulso de los muchachos de Luis Enrique. Hoy es un equipo m¨¢s consistente y contundente que el de Guardiola.

Y, naturalmente, el Bar?a tiene a Messi. El 10 compareci¨® ocho minutos despu¨¦s del gol para resolver la ronda en una combinaci¨®n con Su¨¢rez y Neymar. Messi profundiz¨® para el uruguayo y el 9 habilit¨® al brasile?o, definitivo ante Neuer. La jugada se repiti¨® poco despu¨¦s con el mismo ¨¦xito: sac¨® Ter Stegen, pein¨® la pelota al espacio Messi y se qued¨® solo Su¨¢rez, que de nuevo asisti¨® a Neymar. Los delanteros azulgrana se relam¨ªan en el mano a mano con los defensas del Bayern.

Al Bar?a le cost¨® muy poco generar situaciones de superioridad por el tres contra tres dispuesto por Guardiola. No hay ant¨ªdoto para Messi-Su¨¢rez-Neymar. Al Bayern por el contrario le faltan extremos y presume de medios como Thiago. Los centrocampistas se juntaron muy bien, siempre con la pelota como bandera, y alcanzaron con frecuencia posiciones de tiro ante Ter Stegen. El portero respondi¨® siempre con intervenciones may¨²sculas, sobre todo en un remate de Lewandowski.

Aunque pueda parecer un plantel hipotenso o desbravado a ojos de los alemanes, el Bayern nunca se rindi¨® sino que se propuso ganar el encuentro ante la indiferencia del Barcelona, destensado y contemporizador, ya sin Luis Su¨¢rez. Ante quienes pensaban que el partido se hab¨ªa convertido en una broma, los chicos de Guardiola exigieron mucho a la defensa del Bar?a y le dieron la vuelta al marcador con goles de Lewandowski y M¨¹ller.

La dignidad y el buen juego del Bayern de M¨²nich contrast¨® con la indiferencia del Bar?a, sometido, incapaz de salir de su campo y de tirar a porter¨ªa. La actuaci¨®n azulgrana fue tan reprobable como admirable el remonte del Bayern, ganador en la posesi¨®n y de la contienda: 3-2. Ambos ten¨ªan justificado su papel: los alemanes ganaron, para que no se diga que son un equipo chato e inefectivo, y los azulgrana alcanzaron la octava final de la Copa de Europa, la cuarta en los ¨²ltimos 10 a?os, la d¨¦cada de Messi.

Las piernas de Leo son m¨¢s decisivas hoy que la cabeza de Guardiola. El Bar?a se ha endurecido durante una trayectoria muy exigente ante el City, el PSG y el Bayern. El billete de Berl¨ªn le eximi¨® de tener que responder por una derrota (encadenaba 17 victorias y un empate), por tres goles encajados por tercera vez y por su secular incapacidad para ganar en M¨²nich. Habr¨¢ que ver qu¨¦ pasa el 6 de junio en Berl¨ªn.