Spanoulis lidera una remontada inveros¨ªmil y tumba al CSKA

Se llama Vassilis Spanoulis y no conoce el miedo. Compadrea con la suerte con aires de suficiencia, tramita haza?as con la determinaci¨®n del que se siente predestinado y se ha convertido en el demonio indeleble del CSKA. Olympiacos lo volvi¨® a hacer. El conjunto griego repiti¨® su haza?a de Estambul en 2012 y arrebat¨® la final al equipo m¨¢s rico del baloncesto europeo tras otra remontada inveros¨ªmil. El art¨ªfice fue un genio con barba que sobre el parqu¨¦ es a la vez metr¨®nomo, funambulista y artificiero.

Faltaban 3m 31s para el final del partido y el marcador registraba un 63-54 a favor del CSKA, que hab¨ªa dominado con solvencia al ritmo que marcaron De Colo y Jackson. Pero ah¨ª apareci¨® Spanoulis para alargar su leyenda de tricampe¨®n del torneo. Hasta ese instante, su hoja de servicios presentaba un calamitoso 0 de 11 en tiros de campo, pero la redecor¨® a lo grande con tres triples y 11 puntos en un sprint memorable que cincel¨® su en¨¦sima gesta (68-70). Olympiacos disputar¨¢ este domingo la cuarta final en las ¨²ltimas seis ediciones en busca de su cuarta Euroliga tras volver a abrazar la ¨¦pica.

El desenlace volatiliz¨® el meritorio trabajo del CSKA que tembl¨® en el tramo decisivo ante el recuerdo de sus fantasmas. Vorontsevich y Kirilenko se encargaron de las primeras maniobras en ataque, pero fue la entrada de De Colo la que lubric¨® el engranaje rojo. Replic¨® Olympiacos con la productiva brega de Printezis y la silenciosa aportaci¨®n de Papapetrou para equilibrar el pulso. Se decret¨® entonces el estado de excepci¨®n en la zona. A partir de ese instante cada ataque fue una batalla, cada rebote una refriega y cada bloqueo una escaramuza. Una contienda de la m¨¢xima exigencia f¨ªsica que apenas se permiti¨® concesiones para el contraataque. Lo intent¨® Jackson, protagonista del primer demarraje en la frontera entre el primer y el segundo acto (24-17, m. 11). La fibra del base y el m¨²sculo de Hines pusieron en valor el repertorio de Itoudis, pero Olympicos no titube¨® en el plan que ha hormigonado su historia reciente. En otro elogio a la resiliencia, la tropa de Spanoulis se agarr¨® con vigor al partido. La capacidad de gobierno del capit¨¢n griego es crucial incluso cuando los n¨²meros no le respaldan.

Su diapas¨®n cortocircuit¨® las revoluciones de Jackson y encendi¨® el ataque de los suyos. Retom¨® Printezis la labor de zapa y los de Sfairopoulos completaron un parcial de 3-11 que volte¨® el marcador (27-28, m. 16). No era la tarde de Teodosic, ofuscado de nuevo en el escenario de sus desdichas (con seis presencias en la Final Four y ning¨²n t¨ªtulo). El serbio se march¨® a la caseta sin anotar en los primeros cinco minutos y con cinco p¨¦rdidas en su desenfocado expediente. Pero sigui¨® martilleando De Colo (m¨¢ximo anotador con 18 puntos) para retomar el mando de las operaciones.

En el inicio del tercer cuarto se concentr¨® otra sacudida del CSKA. Pareci¨® la definitiva, pero no bast¨®. La intensidad defensiva dio pie a otra colecci¨®n de carreras que volvi¨® a estirar la cuerda (47-39, m. 26) ante un rival que para entonces hab¨ªa asumido el abnegado papel de perseguidor. Siempre cuesta arriba y siempre haciendo la goma, el conjunto griego se acerc¨® hasta el 49-47 a falta de 12 minutos. Pero el tercer cuarto se cerr¨® con la primera canasta de Teodosic en el partido como anuncio de su decidido abordaje en busca de la final. Con su primer acierto desde el 6,75 despu¨¦s de cuatro intentos, el serbio puso el 57-49 que puso a Olympiacos en la cornisa. Como tantas otras veces no resbal¨®. Se agarraron los griegos a su dios de los milagros: Vassilis Spanoulis.