Luis Enrique tiene en jaque al Bar?a
Bartomeu se ali¨® con Messi en enero para ganar la Liga y ahora precisa del t¨¦cnico, para no perder las elecciones
¡°Estoy bien, no te preocupes por m¨ª; todo acabar¨¢ bien¡±.
As¨ª respondi¨® Luis Enrique a un buen amigo suyo en enero cuando se interes¨® por su situaci¨®n en el Camp Nou. Hoy, a mitad de mayo, las cosas van tan bien que Luis Enrique guarda silencio y tiene en jaque al Bar?a.
Enero no fue un buen mes para el entrenador del Bar?a. Messi se enfrent¨® a Luis Enrique en el primer entrenamiento del a?o durante un partidillo arbitrado por el t¨¦cnico, el jugador no acept¨® despu¨¦s la suplencia en Anoeta y al d¨ªa siguiente aleg¨® una gastroenteritis para no presentarse a la jornada de puertas abiertas en el Miniestadi. La mediaci¨®n del capit¨¢n Xavi atemper¨® el enfrentamiento Messi-Luis Enrique y el t¨¦cnico no expedient¨® al 10.
La crisis provoc¨® tambi¨¦n la intervenci¨®n del presidente Josep Maria Bartomeu. El m¨¢ximo mandatario anunci¨® la convocatoria de elecciones para el verano y destituy¨® al director deportivo Andoni Zubizarreta. La pol¨ªtica deportiva estructurada por Zubizarreta y Luis Enrique qued¨® da?ada por Bartomeu. El presidente se ali¨® con Messi y empez¨® a buscar un director deportivo capaz de tomar las riendas del equipo en caso de que los resultados no acompa?aran. ¡°La salida de Zubi es una noticia triste y me debilita¡±, afirm¨® Luis Enrique. ¡°Fue Andoni quien me llev¨® al Barcelona¡±.
En enero, Bartomeu anunci¨® la convocatoria de elecciones para el verano y destituy¨® a Zubizarreta. La pol¨ªtica deportiva qued¨® da?ada
Al siguiente partido de Liga, una semana despu¨¦s del gol en propia puerta de Jordi Alba contra la Real, el Barcelona complet¨® una actuaci¨®n extraordinaria contra el Atl¨¦tico. La fotograf¨ªa de Messi, Neymar y Luis Su¨¢rez cop¨® las portadas de los diarios de Barcelona. El protagonismo del argentino continu¨® al d¨ªa siguiente en la gala de la FIFA cuando fue desafiado a grito pelado por Cristiano Ronaldo. La trayectoria del Barcelona fue imparable desde entonces, la junta no volvi¨® a cuestionar a Luis Enrique, los tres delanteros goleaban sin parar y el f¨²tbol se pleg¨® al redimido Messi. Incluso se elogi¨® la evoluci¨®n del estilo y los distintos fichajes como si todav¨ªa ejerciera Zubizarreta.
El vestuario se jurament¨® durante los 12 d¨ªas que dur¨® el conflicto en el Camp Nou. Hubo un pacto hasta final de temporada para evitar que se cerrara en blanco un nuevo ejercicio despu¨¦s del fracaso con Tata Martino. No quer¨ªan quedarse los jugadores sin ganar nada y el equipo comenz¨® a funcionar con una alineaci¨®n estable y los papeles de cada uno mejor definidos, sobre todo con Luis Su¨¢rez en la demarcaci¨®n de cl¨¢sico 9 mientras Messi ten¨ªa libertad para arrancar desde la banda derecha o de la l¨ªnea de medios.
Luis Enrique no olvida que la directiva dud¨® de su capacidad y que fue cuestionado por jugadores como Messi
Las rotaciones fueron asumidas con naturalidad en los partidos de entretiempo y ya no hubo m¨¢s declaraciones estridentes, como las que hab¨ªa realizado en diciembre Mathieu ¡ªrevel¨® tanto el incidente de Messi como su sorpresa por jugar de lateral en el Bernab¨¦u¡ª ni se plantearon nuevos contenciosos despu¨¦s de que Montoya quisiera abandonar el club por sentirse ninguneado por el t¨¦cnico, que en la pretemporada ya opt¨® por ceder a Deulofeu.
Las figuras, sin embargo, continuaron marcando su territorio y pusieron a prueba la paciencia de Luis Enrique. Ni Su¨¢rez y menos Neymar aceptaban ser sustituidos, como se constat¨® en Sevilla con la bronca montada por el brasile?o, recriminado por Mascherano. Ganada la Liga, el Jefecito ha sido precisamente el primer jugador en pronunciarse a favor de la continuidad de Luis Enrique. Tambi¨¦n lo han hecho Rakitic e Iniesta. La prensa deportiva insiste ¨²ltimamente en que se han suavizado las tensiones entre el t¨¦cnico y Messi. No abre la boca el 10 ni tampoco Luis Enrique. Y Bartomeu reitera que el entrenador tiene contrato hasta 2016.
Antes de dimitir e iniciar el proceso electoral, el presidente necesita asegurarse la continuidad de Luis Enrique para no exponerse a perder las elecciones de la misma manera que en enero se ali¨® con Messi para combatir el incendio de Anoeta. El problema es que Luis Enrique no se pronuncia, aguarda a que se acabe la temporada, pues todav¨ªa est¨¢ en juego la final de Copa y la de la Champions, y aumenta su complicidad con la hinchada del Camp Nou. El asturiano sabe vivir en conflicto, no necesita c¨®mplices ni amigos, rechaza las componendas y ni siquiera asiste a las reuniones de la comisi¨®n deportiva formada por Braida, Rexach y los directivos Bordas y Mestres. No olvida que la directiva dud¨® de su capacidad y que fue cuestionado por jugadores como Messi.
La inc¨®gnita est¨¢ en saber si est¨¢ dispuesto a aguantar una temporada m¨¢s y, por otra parte, no se sabe qu¨¦ acord¨® el presidente con los jefes del plantel tras Anoeta. El reloj corre ahora en contra del presidente y a favor del t¨¦cnico, que ha acabado por formar un equipo redondo, f¨ªsicamente en su punto, bien organizado y aspirante al segundo triplete de la historia del Bar?a.
Ten¨ªa raz¨®n Luis Enrique ¡ª¡°el l¨ªder soy yo¡±¡ª cuando en enero respondi¨® a su amigo: ¡°Todo acabar¨¢ bien¡±. Ahora es Bartomeu quien est¨¢ entre la espada y la pared: Messi y Luis Enrique.
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