Chile y M¨¦xico se dan de lo lindo
El anfitri¨®n y los norteamericanos empatan a tres en un partido disparatado que pudo caer del lado de cualquiera
Chile y M¨¦xico brindaron a la Copa Am¨¦rica un partido disparatado. Inspirados en ataque, los dos equipos estuvieron catastr¨®ficos en defensa. Bonito para el espectador neutral, un trauma para los que lo sufr¨ªan de coraz¨®n. El anfitri¨®n y un combinado mexicano muy disminuido por las ausencias voluntarias jugaron sin quitamiedos en la carretera, y acabaron empatando a tres. Arturo Vidal, con dos goles y una asistencia, siempre encontr¨® hueco entre los defensas mexicanos, hu¨¦rfanos de Rafael M¨¢rquez. Vidal se lo pas¨® bomba en ese solar. Un par de actuaciones m¨¢s como esta en el campeonato y el punky chileno por fin tendr¨¢ una corona de verdad, y no una de leyenda como la del Rey Arturo. ??
M¨¦xico tiene algo de equipo mentiroso. En el primer partido frente a Bolivia se marc¨® setenta minutos de bostezo. Cuando parec¨ªa que no hab¨ªa m¨¢s que tedio, Miguel Herrera cambi¨® el dibujo y durante un rato, por breve que fuese, pareci¨® un equipo vibrante. Esta vez, ante una Chile muy favorita, sali¨® con descaro y por dos veces se adelant¨®. M¨¦xico b parec¨ªa ahora un cuadro de verdad, algo s¨®lido y tangible. Sin embargo, se desmoron¨®. Chile empat¨® con una facilidad pasmosa. En la segunda parte, con los locales en pleno apogeo, los del Piojo parec¨ªan a punto de claudicar, cansados y desmoralizados, pero en esas se trabaj¨® el empate. Comprender a este M¨¦xico de Herrera requiere un ejercicio contraintuitivo.
El concepto despist¨® a Sampaoli, el entrenador de Chile. Sab¨ªa que el rival hac¨ªa aguas en defensa y por eso coloc¨® a Vargas para estorbar a los centrales, lentos y fuera de lugar en muchas ocasiones. Lesionado M¨¢rquez, los muchachos que lo reemplazaron estuvieron despistados. Aunque los chilenos miraron tanto al frente que se olvidaron de lo que ten¨ªan en casa. En el lateral derecho, Medel se las vio y se las dese¨® con Tecatito Corona. Cuando no estuvo churrigueresco, el de Hermosillo agarr¨® vuelo.
Por ah¨ª se filtr¨® el 0-1. El extremo gan¨® la espalda a Medel y compa?¨ªa, y la puso al segundo palo, donde le esperaba Medina. Este la prolong¨® para Vuoso, el calco mexicano de Vidal, y le peg¨® mordida. Bravo vol¨® en vano. Poco le dur¨® la alegr¨ªa a M¨¦xico. Minuto y medio despu¨¦s Chile bot¨® un c¨®rner. Sus compa?eros hicieron la pantalla en favor de Vidal ante los ilusos defensas mexicanos, que no la vieron venir. El del Juventus remat¨® solo desde el punto de penalti, con tan mala baba de que pic¨® en la l¨ªnea antes de entrar. Hasta entonces Vidal no hab¨ªa hecho gran cosa pero en ese instante comprendi¨® que este partido ten¨ªa su nombre.
El propio Arturo, con el interior de la bota, en un gesto elegante (los punkys tambi¨¦n lo son), lanz¨® el penalti que le hicieron. Con maestr¨ªa, enga?¨® al portero Corona
En la banda, Miguel Herrera se enganch¨® con el cuarto ¨¢rbitro. Reclamaba falta en la treta de los chilenos. Si en otro equipo esto ser¨ªa una se?al de desquicie, para M¨¦xico son buenas noticias. Si Herrera supura, sus muchachos se encienden. Y as¨ª fue. En un saque de esquina devolvieron el golpe. De nuevo al punto de penalti. Ra¨²l Jim¨¦nez, banquillo misteriosamente en el primer partido, se marc¨® un salto magn¨ªfico y la puso en la escuadra derecha, donde ni el mejor Bravo sue?a con llegar. Otra vez por delante, M¨¦xico hizo sus mejores minutos. Pudo dar la puntilla.
No lo hizo y lo pag¨®. Vargas, solo, como si no lo quisiera nadie, remat¨® sin ninguna oposici¨®n. Pocas veces se las ha visto tan f¨¢ciles. Es un expediente a¨²n sin resolver d¨®nde estaban los centrales. Quiz¨¢s atra¨ªdos como los mosquitos por el brillo, salieron a por Alexis y a por Vidal, que conduc¨ªa la jugada. El Rey entr¨® por la derecha y la puso en la cabeza de Vargas, quien predicaba en el desierto. Sus plegarias tuvieron recompensa.
El alma de M¨¦xico se qued¨® en el vestuario en la reanudaci¨®n. Chile sali¨® como un cohete. Valdivia, Ar¨¢nguiz, Vidal y S¨¢nchez por fin se encontraron. En corto, hay pocos equipos como este. Combinaron hasta encontrar el ¨²ltimo tercio de campo y ah¨ª hicieron da?o de verdad. El ¨¢rbitro peruano Carrillo anulo dos goles y evit¨® el chaparr¨®n. La defensa mexicana comenz¨® a desesperarse. El desasosiego lo evidenci¨® Flores, que arroll¨® a Vidal dentro del ¨¢rea. Vidal hab¨ªa pisado el coto mexicano por en¨¦sima vez y estaba a punto de sacarse un remate cuando un tren se lo llev¨® por delante. El propio Arturo, con el interior de la bota, en un gesto elegante (los punkys tambi¨¦n lo son), enga?¨® al portero Corona.
Veinte minutos infernales
Con todo a favor, el anfitri¨®n solo ten¨ªa que rematar la faena. Tampoco concret¨®. Marcado el tercero bajaron la persiana y revivieron al Piojo y su banda. El lateral izquierdo Aldrete dio un pase de diez, que dej¨® a Vuoso con ventaja respecto a la adelantada defensa chilena. Le puso tanto entusiasmo al pase, fue tan po¨¦tico, que Aldrete se lesion¨®, como un militar herido de muerte que como ¨²ltima voluntad clava la bayoneta en el enemigo.
Vuoso defini¨® sin grandes complicaciones ante Bravo, hoy m¨¢s espectador que protagonista. El valiente Piojo pens¨® que no se hab¨ªa visto en otra igual e intent¨® echar el cierre. Quit¨® a un desfondado Tecatito y meti¨® a un mediocentro de contenci¨®n.
Restaron 20 minutos de infarto.?Jim¨¦nez intent¨® adentrarse en la selva chilena con jugadas individuales, y demostr¨® que no solo tiene testa; tambi¨¦n piernas para la carrera. El superdotado Alexis lo intent¨® por su parte pero desentona en ocasiones en un equipo tan coral. Le cuesta levantar la cabeza y casi hace un t¨²nel en el c¨¦sped, como un topo.
La suerte en realidad ya estaba echada. Chile demostr¨® que tiene metralla, de sobra para pelear la Copa Am¨¦rica, pero un buen boquete atr¨¢s. Y M¨¦xico, que parec¨ªa venir de recreo, dej¨® dicho que va a caer tarde o temprano pero que lo har¨¢ con dignidad. En esta noche tan fr¨ªa, M¨¦xico y Chile se dieron de lo lindo. ?
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