Cantar y no llorar
Los mexicanos vamos al estadio m¨¢s pendientes de lo que se torcer¨¢ que de lo que nos encumbrar¨¢. La noche de gloria de Vuoso con el Tri ha sido por dem¨¢s demorada
Joaqu¨ªn Peiro no pod¨ªa saberlo, pero cuando en el Mundial de 1962, precisamente aqu¨ª en Chile, anot¨® a M¨¦xico en el ¨²ltimo segundo, nos propici¨® un delirio: que, tarde o temprano, la Ley de Murphy nos condenar¨¢. Cuatro a?os despu¨¦s, Francia empat¨® al Tricolor y desat¨® una narraci¨®n que, d¨¦cada a d¨¦cada, cual or¨¢culo, se ha cumplido: ¡°??Por qu¨¦ nos tiene que pasar esto?! ??Por qu¨¦ a nosotros?! ?Ese maldito error que siempre nos acompa?a y la fortuna que nos voltea la espalda!¡±.
Quiz¨¢ por ello los mexicanos vamos al estadio m¨¢s pendientes de lo que se torcer¨¢ que de lo que nos encumbrar¨¢, de anticipar culpables que de esperar h¨¦roes, de salvaci¨®n que de consagraci¨®n. No parece casual el resignado grito de ¡°Canta y no llores¡±.
Ante el denominado ¡°ya merito¡±, cantar y no llorar. Ante el ¡°jugamos como nunca, perdimos como siempre¡±, cantar y no llorar. Ante la ca¨ªda de Robben en el ¨¢rea, cantar y no llorar¡, pero c¨®mo hemos llorado cada eliminaci¨®n.
A Chile 2015 arribamos todav¨ªa m¨¢s predispuestos a la debacle, aunque acompa?ados por una estoica afici¨®n que viaja por miles a cada evento. ?Qu¨¦ pod¨ªa empeorar los pron¨®sticos para la ¨²nica selecci¨®n obligada a prescindir de sus estelares? Que antes del debut, su seleccionador se enredara en un esc¨¢ndalo pol¨ªtico. Que en el debut, se lesionara su capit¨¢n Rafael M¨¢rquez. Que tras el debut, esperara como rival el anfitri¨®n Chile.
A priori, los candidatos id¨®neos para culpables, esos que se integrar¨ªan al trauma forjado por el gol de Peir¨® y ¡°el maldito error que siempre nos acompa?a¡±, eran Vicente Mat¨ªas Vuoso y el silbante ¨Cdesde su estreno en Copa Am¨¦rica, con un gol que no entr¨®, M¨¦xico padece paranoia de los arbitrajes en esta competici¨®n-.
Nacido en Argentina, Vuoso vino al f¨²tbol mexicano por accidente, tras fichar a los 20 a?os por el Manchester City y no jugar en Inglaterra. De esta liga ya nunca se ir¨ªa. Si su migraci¨®n a la Premier se prob¨® precipitada, su noche de gloria con el Tri ha sido por dem¨¢s demorada. Con casi 34 a?os, fue la mayor sorpresa en la lista de Miguel Herrera, quien lleg¨® a justificar que la madurez brot¨® tarde en Vuoso. ?Qu¨¦ vio en ¨¦l? Justo lo que concedi¨® ante los chilenos: choque, desgaste, entrega y dominio del medio sudamericano. Locuaz, simple, irreverente, nunca tuvo conflicto en jugar para M¨¦xico ni en que la opini¨®n p¨²blica, tan sensible y cr¨ªtica con los naturalizados, s¨ª los tuviera.
La afici¨®n que estaba lista para se?alarlo, durmi¨® agradeci¨¦ndole la subsistencia en esta copa. A ¨¦l, y al ¨¢rbitro que supuestamente complementar¨ªa la afrenta.
Twitter/albertolati
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