Brasil culpa a los rivales y al ¨¢rbitro de la expulsi¨®n de Neymar

Es probable que Carlos Dunga tenga raz¨®n cuando dice que ¡°al mundo le encanta que Brasil pierda¡±, por aquello de ser la selecci¨®n de f¨²tbol m¨¢s exitosa de la historia, pero la noche del mi¨¦rcoles err¨® el tiro (igual que su antecesor Luiz Felipe Scolari hace un a?o) cuando critic¨® la dureza de Colombia tras perder ese partido 1-0. El equipo brasile?o cometi¨® una falta m¨¢s que los cafeteros durante el encuentro; se comport¨®, eso s¨ª, bastante mejor que en aquellos cuartos de final del Mundial de Brasil (d¨ªas antes del Mineirazo), en los que la Canarinha hizo 32 faltas (por 21 del rival) y hostig¨® a James Rodr¨ªguez para despu¨¦s emprender una campa?a de acoso al lateral Camilo Z¨²?iga, que lleg¨® a recibir amenazas de muerte tras fracturar una v¨¦rtebra a Neymar en un choque.

Hace casi una d¨¦cada que Brasil ya no parece Brasil; su derrota contra Colombia entraba dentro de la l¨®gica. Pero la desgracia de desaprovechar a su capit¨¢n durante posiblemente dos partidos podr¨ªa condenar a la Sele??o a embarrar un curso excelente del crack barcelonista. Neymar se fue apagando en la telara?a anunciada por Jos¨¦ P¨¦kerman y termin¨® ofuscado. Hab¨ªa sufrido cinco faltas (menos que James o Cuadrado), fallado un par de ocasiones claras y recibido otra amarilla absurda: ya estaba fuera del pr¨®ximo choque contra Venezuela. Son¨® el pitido final y experiment¨® un cortocircuito al dar un pelotazo al colombiano Armero, que estaba de espaldas.

El jaleo fue tremendo. Neymar fue apartado de la escena por su rival James Rodr¨ªguez, que le hablaba al o¨ªdo, pero ya era tarde: suspensi¨®n para ¨¦l y para Carlos Bacca, que le hab¨ªa empujado y termin¨® con la camiseta desgarrada y sin poder celebrar el triunfo. Ambos no podr¨¢n jugar el ¨²ltimo partido de la primera fase. Dunga, que asumi¨® el riesgo de quitarle la capitan¨ªa a Thiago Silva tras el lacrim¨®geno Mundial y apostar por el futuro (Neymar), desliz¨® tras el encuentro que su jugador podr¨ªa estar afectado por realidades extradeportivas (la querella por ¡°corrupci¨®n y estafa¡± en su fichaje por el Barcelona).

Se respira, no obstante, un ambiente parecido al del Mundial: reproches a los ¨¢rbitros y a los rivales, escasa autocr¨ªtica y muy poco f¨²tbol. Neymar se quej¨® ayer de las dos tarjetas amarillas recibidas en el torneo: ¡°Ponen ¨¢rbitros mediocres y sucede esto [¡­]Hubo confusi¨®n al final, pero no era necesario expulsar a todo el mundo. Fui empujado¡±. El v¨ªdeo no deja lugar a dudas: a Neymar casi le tira al suelo Bacca, pero despu¨¦s del pelotazo a la espalda de Armero, que recuerda a sus chiquilladas en varios estadios espa?oles durante la temporada y cierto h¨¢bito de desquiciar a equipos rivales (¡°No voy a cambiar¡±, aclar¨® tras la final de la Copa del Rey). La Canarinha necesitaba a su l¨ªder contra Colombia, pero apareci¨® su petulancia. La redenci¨®n futbol¨ªstica brasile?a est¨¢ m¨¢s complicada todav¨ªa. Una mala noticia tambi¨¦n para la Copa Am¨¦rica.