M¨¦xico hace las maletas tras perder frente a Ecuador (1-2)
El equipo de Miguel Herrera se marcha de la Copa Am¨¦rica tras hacer un mal partido frente a los sudamericanos y sin haber ganado ninguno de sus tres encuentros
M¨¦xico lleg¨® llorando y llorando se va. Su entrenador, Miguel Herrera, se present¨® en Chile en medio de una tormenta por su apoyo al partido Verde y hace las maletas como t¨¦cnico de un equipo desquiciado, sin rumbo. Esta vez claudic¨® ante Ecuador (1-2), una selecci¨®n que le super¨® de principio a fin, y que tendr¨¢ que esperar a los cierres de los grupos para saber si son suficientes sus tres puntos para clasificarse como mejor tercero.
No hubo nada m¨¢s esquizofr¨¦nico esta tarde en Rancagua que el planteamiento. Los mexicanos empezaron con cinco defensas y acabaron con tres delanteros, a lo loco, sin orden ni sentido. Los centrocampistas tuvieron que ser succionados por alg¨²n agujero negro porque nadie los vio. En medio de tanta confusi¨®n, el Piojo acab¨® expulsado y esper¨® al ¨¢rbitro en el t¨²nel de vestuarios. "?Muchas gracias, ehhhhh, muchas gracias!", le grit¨®, ir¨®nico, como si el hombre de negro tuviera la culpa de esta hecatombe.
Aunque M¨¦xico ha guardado a sus mejores jugadores para la Copa Oro, que se disputa el mes que viene en Estados Unidos, al equipo b ¨Ccompuesto en su mayor¨ªa por futbolistas de la liga mexicana¨C?se le presupon¨ªa m¨¢s pedigr¨ª que Bolivia y armas suficientes para competir con Ecuador. No fue as¨ª. El propio Herrera lleg¨® a verse en la final y dijo que ser¨ªa un fracaso caer en primera ronda, como finalmente ha ocurrido. O pec¨® de optimista o no era consciente de lo que se tra¨ªa entre manos.
Desde el comienzo del partido no hubo color. Herrera volvi¨® a salir con cinco atr¨¢s, pese a que el experimento le hab¨ªa salido mal frente a Bolivia (0-0.) Ecuador, al toque de corneta, se lanz¨® al cuello de M¨¦xico. En el minuto uno estuvo a punto de abrir el marcador. Tras una buena jugada de Enner Valencia, Bola?o se encontr¨® con el bal¨®n dentro del ¨¢rea. Recort¨® y encar¨® a al portero Corona, que se lanz¨® al verse amenazado. Bola?o aguant¨® y la lanz¨® centrada, pero Corona la logr¨® desviar con el pie. No fue gol pero anunciaba lo que estaba por venir.
Sin Rafael M¨¢rquez, los centrales mexicanos volvieron a sufrir pesadillas. Los puntas ecuatorianos los volvieron locos.
Sin Rafael M¨¢rquez, los centrales mexicanos volvieron a sufrir pesadillas. Los puntas ecuatorianos los volvieron locos. Especialmente Bola?os, que se dio un fest¨ªn. Mat¨ªas Vuoso tuvo una muy clara tras robarle el bal¨®n a Paredes, pero fue un espejismo. El gol de Ecuador estaba por llegar y lleg¨®. Hugo Ayala se equivoc¨® en la salida y su pase lo intercept¨® el medio campo contrario, el ¨²nico que en realidad exist¨ªa. Valencia se intern¨® en el ¨¢rea con el bal¨®n controlado y tras disparar, el cuero sali¨® rebotado, dando saltos como un conejo. En el segundo palo la caz¨® Bola?os, el m¨¢s listo hoy.?
Lejos de reaccionar, M¨¦xico cay¨® en la melancol¨ªa. Jefferson Montero ret¨® constantemente a Jerry Flores, que rem¨® a contracorriente. Al otro lado,?Tecatito Corona intent¨® abrirse camino frente a Paredes, pero rara vez lo consigui¨®. La balanza siempre cay¨® en favor de los ecuatorianos.
El Piojo intent¨® darle la vuelta al partido en el descanso. Quit¨® a un defensa, Efra¨ªn Velarde, un fantasma, y le dio vuelo a Javier Aquino en busca de rapidez y verticalidad. Al poco entr¨® Marco Fabi¨¢n por G¨¹emez, un mediapunta por un centrocampista. M¨¢s madera. Se cre¨® un agujero en media cancha, por donde los ecuatorianos empezaron a transitar como por su casa. No tard¨® en caer el 2-0. Esta vez los delanteros sudamericanos se cambiaron las tornas. Fue Bola?os quien asisti¨® a Valencia. Corona tuvo que hacer la estatua porque no le qued¨® otra.
A la desesperada, el entrenador mexicano introdujo un tercer cambio. El corpulento Herrera sali¨® por Tecatito, m¨¢s apagado que nunca. En esas M¨¦xico encontr¨® el gol, aunque m¨¢s por un fallo del contrario que por el acierto propio. En un saque de esquina, el defensa ?Achilier abraz¨® a Flores como un novio a una novia en el baila del banquete y el ¨¢rbitro pit¨® penalti. Ra¨²l Jim¨¦nez lo transform¨®.
Los de Herrera vieron una rendija pero era una puerta falsa. Su f¨²tbol no daba para una remontada. El Piojo acab¨® expulsado por reclamar una falta injusta que le pitaron a Jim¨¦nez. Camino de los vestuarios, maldijo como si fuera un personaje de Goodfellas. Abatido, con las pulsaciones por las nubes, no enton¨® el mea culpa y busc¨® fantasmas a los que echarle la culpa. "Nos han echado", repiti¨®, muy tocado. La farsa acab¨® en tragedia. ? ?
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