El Athletic B sube a Segunda

Lo intent¨® todo el C¨¢diz. Jam¨¢s pudo con un magn¨ªfico Athletic B, que tuvo la virtud de no arrugarse despu¨¦s de un primer tiempo donde el equipo andaluz recurri¨® demasiado a la intimidaci¨®n y se olvid¨® del f¨²tbol. Los j¨®venes futbolistas vascos siempre estuvieron dentro de la eliminatoria a pesar del tempranero gol de Jona. El C¨¢diz solo oli¨® la posibilidad de igualar el 2-0 de la ida, sobre todo con dos remates de Juan Villar que fueron a los palos, pero nunca tuvo calidad ni talento para remontar un marcador que pesaba como una losa. Salinas, en el descuento, hizo incluso el empate con el C¨¢diz volcado en busca del 2-0. Gran ¨¦xito del filial del Athletic, que jugar¨¢ en Segunda Divisi¨®n A 19 a?os despu¨¦s mientras que el C¨¢diz permanece, otra vez, a las puertas del ascenso.

De nada le sirvi¨® quedar campe¨®n de su grupo. El Oviedo lo elimin¨® en la primera ronda de campeones y luego super¨® con demasiados problemas al H¨¦rcules. Ante el Athletic, en ning¨²n minuto de la eliminatoria estuvo por delante de los vascos, que aguantaron el calor, la agresividad del C¨¢diz y el ambiente de Carranza en un segundo tiempo magn¨ªfico, sustentado por el trabajo de sus centrales y el portero Remiro.

No fue un partido de f¨²tbol. M¨¢s bien una guerra. Una batalla entre dos formas de entender el juego. El C¨¢diz, que deb¨ªa remontar un 2-0, apel¨® a la ¨¦pica, la presi¨®n y la agresividad. Los j¨®venes del Athletic B, m¨¢s t¨¦cnicos, m¨¢s din¨¢micos, bastante tuvieron con escapar de las patadas de los andaluces y poder cambiar de ritmo cuando se juega al f¨²tbol con 40 grados. El calor y el ambiente ¨¦pico que se vivi¨® en Carranza se combinaron en favor de un C¨¢diz arrebatador, impulsivo y todo nervio, que cont¨® con un importante elemento a favor cuando se dirimen este tipo de eliminatorias. Esperanzado en la remontada, su delantero Jona tuvo la virtud de sacarse un gol de la nada a los nueve minutos. Un remate casi con la espuela que asent¨® el plan de los andaluces. Los jugadores del Athletic, asfixiados, apenas se enteraban de nada.

Ziganda, en la banda, saltaba ante cada provocaci¨®n de los jugadores del C¨¢diz, con unas entradas al l¨ªmite del reglamento. Una t¨¢ctica pr¨¢cticamente desterrada en este f¨²tbol tan televisado y global. El Athletic aguantaba como pod¨ªa el 1-0 mientras que al C¨¢diz tanta agresividad le iba quitando ox¨ªgeno para alcanzar el ansiado segundo gol. Juan Villar lo tuvo en un remate al larguero, pero la eliminatoria pudo quedar sentenciada en el ¨²ltimo minuto de la primera mitad. Sabin se cruz¨® todo el campo con una potencia descomunal. Su disparo al entrar en el ¨¢rea no entr¨® de milagro en la porter¨ªa de Aulestia. El C¨¢diz segu¨ªa vivo.

Tuvo m¨¢s aplomo el Athletic en la segunda mitad. Los andaluces fueron presa de la ansiedad y equivocaron los caminos en busca del 2-0. Solo Juan Villar, en un disparo desde fuera del ¨¢rea, tuvo la opci¨®n de igualar la eliminatoria. Su buen golpe de bal¨®n acab¨® en el poste. El resto del tiempo, el C¨¢diz malgast¨® su fortuna con balones imposibles al ¨¢rea, combinaciones sin precisi¨®n y demasiados nervios. El Athletic pudo empatar en el minuto 88, pero lo hizo al final Salinas en el minuto 93. Llovieron una multitud de botellas desde la grada mientras los vascos festejaban y los andaluces lloraban, rumiando su triste destino.