El h¨¦roe elige perder
Uno nunca podr¨¢ saber cu¨¢nto espacio ocupa el futbol en el cerebro de Messi. A juzgar por los resultados, se dir¨ªa que mucho, aunque no hay que olvidar el espacio que debe dedicar para su familia, sus amigos y el m¨ªnimo cuidado de su hacienda. Tampoco sabemos si en su cerebro, Messi hace lugar a los grandes problemas de la humanidad m¨¢s contempor¨¢nea, ll¨¢mense Grecia, el Califato o la deuda soberana espa?ola. Si sobre estas candentes materias no sabemos lo que piensa el crack mundial, no es culpa suya, sino nuestra que nunca se los preguntamos, que ya ser¨ªa hora. Alguna vez lo escrib¨ª. Mess¨ª se parece mucho a un gran misterio.
Pero a m¨ª ahora me interesa comentar sus desconexiones futbol¨ªsticas. La del partido contra la selecci¨®n chilena, es una de ellas, agravada sin lugar a dudas por la que le infligi¨® su propio entrenador. En ese partido, sobre todo en la pr¨®rroga, Messi desconect¨®. Como si abandonara su condici¨®n del n¨²mero uno que es. No se trat¨® de echarse una siestita en una orilla del terreno de juego para reponer fuerzas. Ni un ataque de p¨¢nico perdedor, que hubiera podido ocurrir, dada la condici¨®n de favorito con la que lleg¨® la selecci¨®n albiceleste a esta final. Busqu¨¦ en mi memoria casos parecidos en el mismo futbol o en otros deportes. En el ciclismo lo m¨¢s parecido a una desconexi¨®n son las p¨¢jaras, cortocircuitos que al final del cabo no son m¨¢s que el derrumbe f¨ªsico que sufre el ciclista por fatiga masiva o falta de alimentaci¨®n, como argumentar¨ªa Perico Delgado.
Las desconexiones de Messi al final me llevan al famoso relato de Alan Sillitoe, "La soledad del corredor de fondo". No, por supuesto, a la dolorida biograf¨ªa de su protagonista. Sino a su decisi¨®n final en la carrera en la que participa. Me da por pensar, que a Messi, como le sucede al h¨¦roe de Sillitoe, se le puede ocurrir perder. ?Por qu¨¦ habr¨ªa de ganar para una hinchada tan desconsiderada con su juego como la argentina? Entre ganar una copa de Am¨¦rica y la soledad del corredor de fondo, Messi parece que a veces opta por lo segundo. Es parte de su misterio.
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