El primer oro del Mundial, el primero que gana nunca Eritrea

El ganador del marat¨®n, un eritreo llamado Ghirmay Ghebreslassie, con la ¡®h¡¯ detr¨¢s de la ¡®g¡¯ para que no se le confunda con uno de sus vecinos de la enemiga Etiop¨ªa, tiene un bigote negro de hombre maduro y arrugas de labrador, y no ha cumplido a¨²n los 20 a?os. Todo el mundo le pregunta por su edad, sobre todo porque ya lleva dos o tres a?os en la elite, y porque, claro, parece un viejo, pero ¨¦l ya sabe qu¨¦ responder. ¡°Todo el mundo me pregunta c¨®mo puedo ser tan joven como dice mi pasaporte, pero a m¨ª me da igual¡±, ha dicho tras la victoria Ghebreslassie, ganador de uno de los maratones en un Mundial m¨¢s lentos (2h 12mm 28s) tras un ataque a falta de 10 kil¨®metros en las desiertas e intimidantes rectas eternas de la vac¨ªa Pek¨ªn.

La carrera ha atravesado todos los lugares que ning¨²n turista puede perderse, la Ciudad Prohibida, Tiananmen, rodeados de un ambiente surrealista de grandes grader¨ªos desiertos quemados por un sol inclemente ya a las ocho de la ma?ana: las calles est¨¢n cortadas a los peatones porque los preparativos para el gran desfile militar que celebra el 3 de septiembre la paz con la conmemoraci¨®n del 70? aniversario de la rendici¨®n de Jap¨®n en la Segunda Guerra Mundial. ¡°Es mi primer oro en mi primer campeonato, el primer oro mundial en la historia de mi pa¨ªs, Eritrea¡±, ha dicho Ghebreslassie, tan serio como su bigote, tan poco efusivo como intimidante en su duelo final con el et¨ªope Yemane Tsegay, con quien ha jugado en los ¨²ltimos kil¨®metros como el gato con el rat¨®n: se ha dejado coger, se ha dejado atacar, ha reatacado y se ha ido solo. ¡°Los eritreos nunca nos rendimos¡±, ha dicho.

El ¨²nico espa?ol que termin¨® la carrera, el segoviano Javier Guerra, se ha llevado dos alegr¨ªas durante los 42,195 kil¨®metros por las aburridas avenidas. La primera, en el kil¨®metro 25, cuando se ha visto asombrado y admirado adelantando a dos hundidos kenianos, Wilson Kipsang y Dennis Kimetto, los dos maratonianos m¨¢s r¨¢pidos de la historia, plusmarquista y explusmarquista mundial, que no han encontrado en la capital china el esp¨ªritu audaz y loco de Sammy Wanjiru y, calculadores, se han retirado, como tambi¨¦n se ha retirado el otro espa?ol, Carles Castillejo. La otra se la ha llevado en la meta al comprobar que, con un tiempo de 2h 17m clavados, hab¨ªa terminado 13?, un puesto que le clasificaba para los Juegos de R¨ªo. ¡°Me he ajustado a mi plan de marcha y he alcanzado mi objetivo¡±, ha dicho el segoviano, quien, sin embargo, no era feliz del todo. ¡°Cuando he visto a los italianos Pertile y Meucci, dos de mi nivel, correr valiente y acabar cuarto y octavo he sentido una envidia sana, pues han podido competir a lo grande. Yo quiz¨¢s he pecado de conservador al principio. Ten¨ªa miedo al calor, a pinchar, a no llegar¡­¡±.