Caterine Ibarg¨¹en, la Nairo de las pistas de atletismo
La triplista antioque?a consigue su segundo oro mundial y eleva a 29 su n¨²mero de victorias consecutivas
Uno es de Boyac¨¢, campesino puro de ruana, y la otra de la Antioquia caribe?a. Nairo goza escuchando carranqueras y Caterine es una reina de la salsa. ¡°Mi secreto est¨¢ en la sangre, en las ganas que tengo de triunfar¡±, dice una, y esa declaraci¨®n de principios ya se le escuch¨® al otro. Los dos gozan de unas cualidades f¨ªsicas excepcionales. Nairo ha nacido para los deportes de resistencia. Caterine, con su capacidad natural para botar, su elasticidad, coordinaci¨®n y potencia, est¨¢ hecha para todo tipo de saltos, en alto, en largo, en carrera¡ Ambos, Nairo Quintana, ciclista, Caterine Ibarg¨¹en, saltadora de triple, son colombianos. Ambos son campeones. Uno, el chaval del altiplano, ha triunfado en el Giro y en el Tour, y lo intenta estos d¨ªas en la Vuelta; la otra, la caribe?a, ha triunfado en todo el mundo, y tambi¨¦n en Pek¨ªn, donde el lunes gan¨® su segundo oro mundial con un salto de 14,9 metros, 12 cent¨ªmetros m¨¢s que el de la segunda clasificada, la israel¨ª de origen ruso Hanna Knyazyeva-Minenko.
Tambi¨¦n los dos vencen de manera espectacular, contagiosa. En las monta?as, en los Pirineos y los Alpes, los aficionados solo suspiran por un ataque del ciclista de C¨®mbita. Y el mismo estadio del Nido que el domingo, durante la jornada consagrada a Usain Bolt, solo quer¨ªa saber de reggae?y de dance hall, y donde Jamaica hab¨ªa edificado su little Kingston¡¯, el lunes comenz¨® a menear las caderas al ritmo de la salsa promovida por Ibarg¨¹en, quien tras conseguir ya un primer salto importante en su segundo intento con unos 14,8 metros que ya le dieron el liderato de la prueba, rompi¨® a bailar y el rinc¨®n del estadio pegado al pasillo y foso de salto a seguirla bajo un calor y una humedad puramente caribe?os. ¡°Estaba feliz y alegre por hacer tambi¨¦n felices a los colombianos. Y quer¨ªa transmitir mi felicidad¡±, dijo la campeona, quien no necesito dar el m¨¢ximo para imponerse en una prueba de nivel medio. ¡°Llegu¨¦ a Pek¨ªn con dos objetivos, mejorar mi mejor marca [15,31 metros, la novena mejor de la historia] y ganar el oro. Consegu¨ª uno y ya me sobra¡±.
La principal diferencia entre los dos es que Nairo, de 25 a?os, es un puro producto colombiano, surgido de la cantera que Luis Fernando Saldarriaga cre¨® con su Colombia es Pasi¨®n, mientras que Ibarg¨¹en, de 31 a?os, despu¨¦s de un magn¨ªfico pasado como saltadora de altura (y a¨²n, con 1,93m, es la plusmarquista nacional colombiana desde 2005), y a ra¨ªz de la frustraci¨®n de no clasificarse para los Juegos de Pek¨ªn 2008 estuvo decidida a dejar al atletismo. Se fue a vivir a Puerto Rico, se hizo enfermera y trabajaba hasta que un t¨¦cnico cubano, Ubaldo Dany, antiguo saltador de longitud, la convenci¨® de que estaba hecha para el triple salto. Pocos a?os despu¨¦s la transform¨® en la mejor triplista del mundo.
La antioque?a, enfermera de profesi¨®n, logr¨® su bicampeonato en la capital china
¡°No haberme clasificado para los Juegos de Pek¨ªn cambi¨® mi vida, mi historia deportiva. Quer¨ªa volver a este estadio y conquistarlo, algo que gracias a Dios he conseguido. Y tambi¨¦n inscribir mi nombre en el libro de los grandes¡±, dijo la atleta en la rueda de prensa de los campeones. ¡°La espinita quedar¨¢ para siempre, pero tambi¨¦n me ayud¨® a llegar a ser quien soy. Todo en la vida de uno pasa por algo. Y yo estoy agradecida a aquel suceso, que finalmente quise, am¨¦. Vi que Dios estaba sembrando una nueva historia para m¨ª, y la acept¨¦¡±.
Despu¨¦s de su derrota, su medalla de plata, den los Juegos de Londres 2012 (por 18 cent¨ªmetros ante la kazaka Olga Rypakova, tercera clasificada justamente el lunes), Ibarg¨¹en ha ganado las 29 finales en las que ha competido, incluidas las pruebas m¨¢s importantes de la Diamond League, una racha excepcional. ¡°Pero mi verdadero objetivo es el oro en los Juegos de R¨ªo el pr¨®ximo a?o¡±, dijo. ¡°Una victoria all¨ª ser¨ªa la guinda del pastel, pero la sed de victorias nunca se apaga¡±.
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