El Celta fulmina a un Sevilla sin aire

El caramelo de la Liga de Campeones puede matar de gusto al Sevilla. El conjunto andaluz cay¨® con justicia ante un buen Celta despu¨¦s de una primera parte horrorosa y una segunda en la que lav¨® su imagen. El problema, no obstante, es otro. Es la inadecuada gesti¨®n que hizo Unai Emery de sus recursos. Por eso el equipo andaluz acab¨® roto, con varios jugadores lesionados, sin ox¨ªgeno y asfixiado. La exigencia de la Liga de Campeones le pesa a un equipo que sali¨® sin intensidad y se encontr¨® con un Celta que lo destroz¨® en un primer tiempo primoroso.

En el segundo, el Sevilla mejor¨® y roz¨® incluso el empate. No lleg¨® porque acab¨® destrozado en lo f¨ªsico, sin aire, roto despu¨¦s de haber regalado 45 minutos. Mal comienzo liguero del Sevilla, que no conoce el triunfo despu¨¦s de los cuatro primeros encuentros. Es la exigencia de las alturas, un mundo particular lleno de boato donde solo se mueven con desparpajo y solvencia Barcelona y Real Madrid. O Emery le pone las pilas a su Sevilla o se repetir¨¢ la maldici¨®n de los equipos que no saben competir en la Liga y la Liga de Campeones.

Reventado hasta las costuras por su esfuerzo del pasado mi¨¦rcoles, el Sevilla fue un juguete en manos de un Celta espectacular, superior en todas las facetas del juego. La historia es antigua. La Champions exige plantillas amplias y vers¨¢tiles y Emery apost¨® por los mismos que arrollaron al Borussia. El Sevilla fue un cad¨¢ver, sepultado por el caudal de juego del Celta, que le presion¨® muy arriba, le quit¨® el bal¨®n y lo bail¨® en un primer tiempo espectacular. Nervi¨®n, antiguo basti¨®n, alucinaba con la superioridad del equipo de Berizzo, una delicia ante los futbolistas andaluces, aut¨¦nticas carretas. La conclusi¨®n resulta evidente. Futbolistas como Reyes, Banega o Nzonzi son incapaces de jugar a un elevado ritmo mi¨¦rcoles y domingo, as¨ª que Emery rota o su Sevilla estallar¨¢ en pedazos. Hasta Krychowiak, siempre un tit¨¢n, fue superado una y otra vez.

Metido en su ¨¢rea y sin salida, el Sevilla recibi¨® el primer impacto a los 15 minutos, cuando Nolito, en su jugada preferida, control¨® en el ¨¢rea y se perfil¨® para disparar con su pierna derecha. Mariano, su marcador, ni se enter¨®. A ra¨ªz del gol, la superioridad del Celta se hizo infinita. El bal¨®n rond¨® una y otra vez el ¨¢rea de Rico, donde los futbolistas del Sevilla se recluyeron esperando el tiro de gracia. Marc¨® Wass despu¨¦s de otra excelente combinaci¨®n de los gallegos. Los silbidos de la grada despidieron a un horrible Sevilla, destrozado por el Celta, sin chispa en sus m¨²sculos para competir, condenado por la falta de frescura y superado claramente por un rival imponente.

Mejor¨® mucho el Sevilla en la segunda parte. No le cab¨ªa otra posibilidad. Llorente redujo distancias y el Sevilla le puso ese punto de intensidad necesario para competir en Primera. No fue brillante el conjunto de Emery, pero roz¨® el empate en un lanzamiento de Krohn-Dehli al larguero. Las ganas de salvar un punto chocaron entonces con el buen hacer de Orellana, que decidi¨® quedarse un rato con el bal¨®n. Con el Sevilla desfondado, el Celta se llev¨® un buen triunfo para dejar a los andaluces en puestos de descenso. Queda mucho, sin duda, pero no pinta bien para el equipo de Emery. Su equipo, renovado, no carbura.