¡°La FIFA no puede decidir la vida de mi hijo¡±

A Ben Lederman le regalaron un conejo a los 10 a?os y le llam¨® Messi. El ni?o, nacido en Los ?ngeles en 2000, ten¨ªa un sue?o: ser futbolista. As¨ª se lo cont¨® a un periodista cuando trascendi¨® que dejaba su pa¨ªs para entrar a formar parte de La Masia. La FIFA utiliz¨® la entrevista publicada en la prensa norteamericana para usarlo en la denuncia al Bar?a por tr¨¢fico de menores y el joven fue incluido en la relaci¨®n de promesas que no cumplen las normas para jugar, entrenarse y vivir en la escuela formativa del Barcelona. A diferencia del club, la familia no acata la sanci¨®n.

Ben es el hijo de un br¨®ker californiano, de origen jud¨ªo, dispuesto a llegar hasta las ¨²ltimas instancias para defender su derecho a elegir y tambi¨¦n que Ben pueda cumplir su sue?o. ¡°La FIFA no puede decidir el futuro de mi hijo¡±, afirma el padre, indignado como est¨¢ porque cree que la sentencia que impide al Bar?a fichar y le oblig¨® a pagar 450.000 francos suizos de multa, le est¨¢ amargando la vida a su hijo.

No le importan los ni?os solo el dinero, los Mundiales, su beneficio. ?A d¨®nde ir¨¢n ni?os que vienen desde sitios como Camer¨²n?. Hablamos de derechos humanos Danny Lederman

La teor¨ªa defendida y documentada ante la FIFA por Danny Lederman habla de que se instal¨® en Barcelona por una raz¨®n profesional y que al enterarse los t¨¦cnicos de la escuela formativa en la que jugaba su hijo en Los ?ngeles le pusieron en contacto con el Barcelona para conseguirle una prueba. Zurdo, tiene talento y personalidad, as¨ª que Guillermo Amor le acept¨® para el infantil nada m¨¢s verlo. ¡°Vivimos toda la familia junta en Sarri¨¤ desde hace cuatro a?os. Nos gusta Barcelona, es ahora nuestra casa¡±. Lederman lamenta la existencia de una ley que considera ¡°absurda cuando se aplica mal. Mi hijo no est¨¢ solo en Barcelona. No ten¨ªamos idea de que existiera una regla que nos impidiera venir. No sabemos si el Bar?a lo sab¨ªa¡±. El chaval, al que la FIFA ha prohibido cualquier relaci¨®n con el Barcelona, regres¨® hace dos semanas a Estados Unidos y vive en una Academia de la US Soccer donde entrena con la selecci¨®n juvenil de Estados Unidos. ¡°Est¨¢ bien, pero no nos gusta estar separados¡±. Si la familia no ha viajado con ¨¦l es porque Dean, el hijo mayor, acaba de empezar el ¨²ltimo curso de secundaria en Espa?a y est¨¢ muy integrado en Barcelona. Por eso, Ben y su esposa Tammy, se resignan: ¡°Cuando termine el curso veremos¡±.

?Mientras, se preparan para plantar ante la FIFA, despu¨¦s de vivir ¡°un a?o angustioso¡±, por no saber si su hijo podr¨ªa jugar con el Bar?a. ¡°S¨¦ que el litigio ser¨¢ caro, pero acudiremos seguramente al TAS (Tribunal de Arbitraje del Deporte), aunque ya nadie le repondr¨¢ a mi hijo la ilusi¨®n de estar en la universidad del f¨²tbol. Pero pienso tambi¨¦n en el resto de ni?os que est¨¢n en la misma situaci¨®n y lo hago por sus sue?os¡±. Ben se ha puesto en contacto con otros padres afectados para ver qu¨¦ acciones conjuntas pueden emprender y as¨ª se lo hizo saber el domingo en el Camp Nou al presidente barcelonista, Josep Maria Bartomeu.

El ni?o ha vuelto a Estados Unidos; sus padres y su hermano mayor siguen viviendo en Barcelona

¡°A la FIFA no le importan los ni?os¡±, se lamenta. ¡°Le importa el dinero, los Mundiales, su beneficio. ?A d¨®nde ir¨¢n ni?os que vienen desde sitios como Camer¨²n?¡± se pregunta en referencia a Patrice, que tambi¨¦n ha sido expulsado de La Masia. ¡°Hablamos de derechos humanos¡±, argumenta. ¡°La FIFA no puede controlar mi vida ni la de mi hijo. Si escogimos vivir aqu¨ª se debe respetar ese derecho. Es legal. La FIFA ni siquiera se mir¨® el caso, ni siquiera valor¨® el hecho de que estuvi¨¦ramos viviendo juntos. Es que no les importa nada¡±.

La FIFA no solo impide al Bar?a fichar hasta 2016 sino que ha inhabilitado a varias promesas, les impide jugar, entrenarse y que sigan viviendo en La Masia. Alg¨²n afectado no descarta recurrir a la justicia ordinaria, extremo que descarta el Bar?a.