Sud¨¢frica recupera el equilibrio

En esa semana de magulladuras infinitas, el cuerpo t¨¦cnico sudafricano sacaba una interpretaci¨®n positiva: ya no hay que ganar siete partidos para ser campeones, basta con seis. Esa iron¨ªa matiza el incalculable da?o de la derrota ante Jap¨®n y la obligaci¨®n de reiniciar la marcha ante la respetable Samoa. El ministro sudafricano de Deportes, Fikile Mbalula, ya hab¨ªa tuiteado en la ma?ana del s¨¢bado que el triunfo era el ¨²nico escenario permitido. Y los Springboks cumplieron, siguen dependiendo de s¨ª mismos para estar en cuartos y han dado una modesta medicina a esa naci¨®n ¡°rota¡± siete d¨ªas atr¨¢s.

El t¨¦cnico sudafricano, Heyneke Meyer, hablaba de volver a los or¨ªgenes del juego sudafricano y rechazar los vientos del rugby din¨¢mico. Hablaba de unos Springboks f¨ªsicos, a veces m¨¢s all¨¢ de la cuenta, pero precisos. Simples quiz¨¢s, pero expertos como nadie en la faceta que tanto dominan. ¡°Cuando somos f¨ªsicos y jugamos a nuestro estilo, nadie puede vencernos¡±, aseguraba. Reaccion¨® a la s¨ªsmica derrota contra Jap¨®n cambiando ocho jugadores, pero mantuvo al capit¨¢n Jean de Villiers, consciente de su cometido. ¡°Decepcionamos a mucha gente y tenemos la responsabilidad de corregirlo¡±.

Meyer no solo aline¨® a Handr¨¦ Pollard, apertura de 21 a?os; recalc¨® adem¨¢s que ¨¦l ser¨ªa quien ganar¨ªa o perder¨ªa el encuentro para los Springboks. El plan de juego era claro: conseguir buenas posiciones para que Pollard pateara las previsibles faltas de la indisciplinada Samoa. El gui¨®n amenaz¨® con rebelarse, pues los oce¨¢nicos tomaron una modesta delantera con una brillante patada de Mike Stanley desde 50 metros, pero el propio apertura samoano les devolvi¨® la sonrisa con un pase mediocre que JP Pietersen intercept¨® para marcar el ¨²nico ensayo del primer tiempo. Asentada en el asiento del conductor, Sud¨¢frica camp¨® en territorio rival y aprovech¨® los cuatro golpes sellados por su 10 para abrir hueco antes del intermedio (17-6).

De la redenci¨®n estad¨ªstica a la emocional, Sud¨¢frica super¨® el cap¨ªtulo de sumar de tres en tres y pate¨® una penalizaci¨®n franca a touch para buscar el ensayo. Llevar¨ªan a la defensa samoana a guarnecerse bajo sus postes para que Pietersen hiciera doblete tras una gran basculaci¨®n hacia la derecha. El rugby es un deporte de intenciones, y mientras los Springboks hab¨ªan hecho mostrado su hambre de honor y la b¨²squeda del punto bonus de los cuatro ensayos, Samoa se limitaba a buscar in¨²tilmente los tres puntos en cualquier patada kilom¨¦trica.

Cualquier avance del reloj era escaso para el ansia de redenci¨®n de los sudafricanos. Schalk Burger logr¨® la tercera marca antes de la hora; su tocayo Schalk Brits asegur¨® el punto bons, Pietersen hizo hat-trick y Habana cerr¨® a placer el marcador en el descuento. Con los mismos partidos, Jap¨®n y Samoa ya est¨¢n por detr¨¢s de los Springboks, que suman siete puntos y se jugar¨¢n la clasificaci¨®n el pr¨®ximo s¨¢bado contra Escocia.