Namibia siempre pierde
El peque?o pa¨ªs, que ha ca¨ªdo en todos sus partidos mundialistas, representa el margen de crecimiento del rugby africano
La suerte del rugby y su batalla identitaria, determinar si es o no un deporte global, depende de pa¨ªses como Namibia. All¨ª exportaron el rugby un grupo de sudafricanos durante la I Guerra Mundial cuando la colonia alemana pas¨® a manos de su vecino del sur. Y bajo la sombra de los Springboks, un verso libre sobre la realidad del bal¨®n oval en ?frica, buscan su primera victoria en un Mundial tras haber perdido todos sus envites desde que debutaron en 1999. El ¨²ltimo este martes tras caer ante Tonga (35-21).
Esa cita lo es todo para un pa¨ªs que lidera el modesto avance regional, secundado por Zimbabue o Kenya, pese a los charcos que siguen pisando las federaciones. ¡°Ganar un partido es un legado porque queremos dejar una huella en el mundo, mostrarles que el dinero que invirtieron est¨¢ bien gastado y que merece la pena el esfuerzo por desarrollar un pa¨ªs¡±, explica el tercera l¨ªnea namibio Tinus du Plessis.
Pese a los escasos practicantes, este referente namibio con experiencia en la Premiership inglesa habla de ¡°locura por el rugby¡± en un pa¨ªs que trat¨® de fiesta nacional el encuentro del pasado jueves contra Nueva Zelanda. ¡°Hubo muchas empresas que no abrieron, otras que cerraron antes¡±, explica Du Plessis, de 31 a?os. Namibia, con 2,3 millones de habitantes e independizado de Sud¨¢frica en 1990, apenas supera el millar de jugadores inscritos, frente a los 53.000 de una potencia emergente como Jap¨®n o los 167.000 de Inglaterra. ¡°El rugby est¨¢ cogiendo carrerilla en ?frica. En Madagascar hab¨ªa 45.000 personas viendo cada partido de la fase de clasificaci¨®n¡±, a?ade.
142-0 contra Australia
Para un equipo que recibi¨® en 2003 la derrota m¨¢s abultada de un Mundial (142-0 ante Australia), haber limitado da?os en su debut contra los All Blacks (58-14) y los tres ensayos ante Tonga son una mejora ostensible. ¡°Los d¨ªas en que los equipos encajaban m¨¢s de 100 puntos han llegado a su fin. Los m¨¢s modestos est¨¢n mejorando gracias al dinero de la Uni¨®n de Rugby Internacional¡±, recalca Du Plessis.
Pese a su avance, Namibia tiene mucho camino pendiente, con una competici¨®n dom¨¦stica lejos del profesionalismo. No ha sido un tiempo de paz, con la dimisi¨®n de su entrenador, Danie Vermeulen, por diferencias con la Uni¨®n Namibia de Rugby. El t¨¦cnico, paral¨ªtico por un accidente de coche en el a?o 2000, denunci¨® el robo de su silla de ruedas en un viaje con el equipo a T¨²nez y la Uni¨®n se neg¨® a darle dinero para una nueva. Tal ha sido la pol¨¦mica en el pa¨ªs sobre el tema que Du Plessis dice no saber qu¨¦ ocurri¨®.
Vermuelen tambi¨¦n se mostr¨® hastiado con las acusaciones de racismo por parte de un grupo de entrenadores. Pese a que el equipo cuenta con ocho jugadores no blancos, el debate que tambi¨¦n vive Sud¨¢frica por las cr¨ªticas de algunos sindicatos se ha instalado en el pa¨ªs vecino. ¡°Siempre deben jugar los mejores, sean blancos, negros, verdes, amarillos o azules. El color de piel no importa¡±, concluye el jugador namibio.
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