Gales sube su apuesta

La prensa brit¨¢nica habla de partido banana para definir la tarea a la que se enfrentaba Gales contra los impredecibles fiyianos. Inmunizados ante cualquier mal f¨ªsico tras derrotar el s¨¢bado a Inglaterra con una infinidad de bajas, los galeses han tirado este jueves de pies de plomo, usando el valor del orden, de cada peque?o sumando, para contrarrestar la exuberancia y frescura f¨ªsica del rival. Triunf¨® el pron¨®stico y al XV de la Rosa ya no le quedan segundas lecturas: si cae el s¨¢bado contra Australia dir¨¢ adi¨®s al torneo como v¨ªctima del grupo A.

Pocos conocen mejor que Gales lo que supone sucumbir a la locura de Fiyi, que les elimin¨® del Mundial de 2007 en la fase de grupos. Tambi¨¦n estaba el riesgo del calendario, el de jugar un partido con tanto que perder cinco d¨ªas despu¨¦s de haberse elevado en uno con tanto que ganar. Un aspecto tan mental como f¨ªsico, pues el centro Scott Williams y el ala Hallam Amos se marcharon a casa lesionados, elevando a siete el parte de bajas definitivas de septiembre.

Los condicionantes, y la atm¨®sfera de un Millenium Stadium de Cardiff que les recibi¨® como h¨¦roes, apelaban a un comienzo incisivo, a evitar un partido abierto en el tramo final, cuando el deseo quiz¨¢s no valga para frenar el debilitamiento de los m¨²sculos. Y as¨ª empez¨® George North, deseoso de palpar el oval despu¨¦s de pasarse m¨¢s de medio primer tiempo en barbecho en Twickenham. Su potencia y habilidad para romper placajes en la defensa rival le valieron una cabalgada imponente por el carril central, casi hasta la l¨ªnea de ensayo. Se defendi¨® unos buenos minutos Fiyi, pero su sino le acab¨® pudiendo, moviendo el bal¨®n en su propia zona de marca hasta que lleg¨® el placaje gal¨¦s. Con el bal¨®n de vuelta, Gareth Davies, autor del ensayo que desquici¨® a Inglaterra el pasado s¨¢bado, aprovech¨® la en¨¦sima fase del pack para estirarse bajo palos.

El deseo gal¨¦s vali¨® m¨¢s que los m¨¦ritos puntuales de Fiyi, porosa en defensa en demasiadas ocasiones. El XV del Drag¨®n, que pudo descalabrar pronto el marcador con un contragolpe franco, tard¨® en concretar en la zona noble rival, con su apertura Dan Biggar, elevado a icono, gritando sin ¨¦xito que le dieran el bal¨®n para aprovechar la superioridad num¨¦rica. Acabaron ampliando la cuenta los locales en un gesto de inteligencia del delantero Scott Baldwin, que pos¨® el bal¨®n entre las piernas de la muralla rival.

Fiyi no entendi¨® definitiva esa desventaja de 17-3 y, aupada por una diferencia f¨ªsica que crec¨ªa con el paso de los minutos, grit¨® de vuelta al partido con un ensayo definitorio en su esencia: jugando a la mano desde su propia 22, rompiendo en pedazos el campo desde la distancia para que Goneva anotara. En momentos as¨ª, con el partido separado por apenas cuatro puntos, los detalles valen por a?os luz. Mientras Fiyi lamentaba dos patadas c¨®modas marradas por su apertura Volavola, Gales siempre pod¨ªa contar con el pie de Biggar.

Pese a sus esfuerzos, el cuadro oce¨¢nico naufragaba en 22 galesa ante un rival m¨¢s estructurado. Sin la incertidumbre del campo abierto no hab¨ªa sonrisa fiyiana, cuyo desaf¨ªo no pas¨® de potencial. Seg¨²n se evaporaba el marcador, el XV del Drag¨®n fue caminando sin retorno hacia la certeza de que su haza?a en Twickenham no ser¨ªa recordada por un tropez¨®n sonado en el siguiente cap¨ªtulo.