Miedos, vueltas y una despedida
Como cada lunes y jueves, Juanma L¨®pez Iturriaga analiza la actualidad deportiva con su particular estilo
16/11 Lunes
Se ha suspendido el partido B¨¦lgica-Espa?a programado para ma?ana. Un jugador del Bilbao Basket se niega a viajar a Francia para disputar su partido de Eurocup. El conocer que una de las intenciones de los asesinos de Paris era meterse en el Estadio de Saint Dennis durante el Francia-Alemania ha puesto en el supuesto punto de mira de futuros ataques los recintos deportivos. El miedo es libre, y cada uno lo lleva a su manera. Lo mismo que las opiniones. Como la suspensi¨®n puede tomarse como un triunfo m¨¢s de los terroristas, algunos opinan que se deber¨ªa haber jugado. Estoy con ellos. No podemos dejarnos vencer por el susto y alterar nuestra forma de vida. Por otro lado, parece l¨®gico y deseable que ante cualquier indicio de que el posible ataque no es una pesadilla nocturna si no tiene alguna conexi¨®n con la realidad, se tomen las medidas pertinentes. Y tambi¨¦n estoy con ellos. En la duda, c¨®mo no poner por delante la seguridad de 60.000 personas, aunque luego sea una falsa alarma. Vamos, que el debate no tiene salida.
Eso s¨ª, he de declarar mi preocupaci¨®n ante la posible utilizaci¨®n de este brote de miedo, l¨®gico o hist¨¦rico, real o imaginario en el que vivimos desde el viernes. Hist¨®ricamente ha sido un arma no solo utilizada por los malos sino tambi¨¦n como justificaci¨®n de acciones llam¨¦mosles dudosas (siendo ben¨¦volos) por parte de los supuestos buenos. Los ejemplos son tan numerosos como para pensar que la historia pueda repetirse.
17/11 Martes
El Masters de tenis se est¨¢ poniendo interesante. Ayer fue Nadal el que convenci¨® derrotando sin contemplaciones a Wawrinka. Hoy he tenido el gustazo de ver otra vez al mejor Federer, tan bueno como para ser capaz de ganar a Djokovic. Si, Djokovic, el invencible, el que ya ni me acuerdo cuando fue la ¨²ltima vez que se march¨® vencido al vestuario. Lo de Nadal tiene buena pinta, aunque con reservas. Llevamos un par de meses observando indicios de que Rafa casi is back. Pero el casi contin¨²a ah¨ª, pues no termina de dejar de ser una suposici¨®n (cada torneo con mayor fundamento) mientras no se convierta en un hecho. Son tantas las ganas que tenemos de verle de nuevo a su mejor nivel, que puede que la vista nos enga?e un poco, pero al menos en su primer partido en Londres y no siendo su pista favorita, se le observa fino, consistente, confiado y con buena cara. De Federer, por su parte, poco queda m¨¢s por decir que sentirse agradecido por poder seguir viendo obras de arte ten¨ªsticas, y tambi¨¦n por habernos recordado que Djokovic no es invencible. Viendo jugar al serbio este 2015, con su inacabable serie de torneos ganados por aplastamiento, hab¨ªamos llegado a dudarlo.
18/11 Mi¨¦rcoles
Desde Nueva Zelanda nos llega la impactante noticia de que Jonah Lomu, el descomunal jugador de rugby de los All Blacks, ha muerto de forma repentina horas despu¨¦s de llegar de un viaje desde Inglaterra. Lomu fue un paso adelante en la evoluci¨®n del jugador de rugby. Hasta su llegada, hab¨ªamos conocido jugadores r¨¢pidos como liebres, duros como una pared, altos o anchos. Lomu fue el primero en serlo todo a la vez, lo que le convirti¨® en imparable. Cuando cog¨ªa el bal¨®n y ten¨ªa espacio suficiente para comenzar la aceleraci¨®n, la suerte estaba echada. A toda velocidad, quebrando la cintura de unos y otros, apart¨¢ndose jugadores que le quer¨ªan placar como si fuesen mosquitos, o llev¨¢ndolos encima colgados de donde pod¨ªan a la vez, Lomu lograba traspasar una y otra vez la zona de ensayo. Aunque han pasado ya veinte a?os de su explosi¨®n en el m¨ªtico Mundial de Sud¨¢frica, ver alguno de los videos con los que se le est¨¢ recordando te dejan pasmado. Sus carreras, sus haza?as, le convirtieron en el primer superstar del rugby, el primer tipo al que TODO el mundo conoc¨ªa a poco que tuvieses un m¨ªnimo contacto con este deporte. La naturaleza le dot¨® de muchas bendiciones, pero tambi¨¦n de la mala suerte de ser diagnosticado con apenas 21 a?os, de una enfermedad degenerativa. Durante a?os hizo con ella lo que hac¨ªa con sus rivales, intentar apartarles con un brazo. Lo consigui¨® hasta que tuvo que rendirse en 2004. Ten¨ªa 28 a?os, muy pocos para dejar que correr la banda. Aunque menos son 40 para morir. Desgraciadamente, las vidas de Lomu, la deportiva y la humana, han ido a la misma velocidad que sus arrancadas. R¨¢pido, muy r¨¢pido, demasiado r¨¢pido.
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