Coraz¨®n
Cuando ten¨ªa 17 a?os y avanzaba hacia la cumbre del triatl¨®n mundial, a Javi G¨®mez Noya le dijeron que no pod¨ªa hacer deporte nunca m¨¢s. En caso de seguir practic¨¢ndolo, podr¨ªa morir. Su coraz¨®n era un poco m¨¢s grande de lo habitual. ¡°Ten¨ªa una v¨¢lvula a¨®rtica bic¨²spide, que no cerraba tan bien como las normales y produc¨ªa un cierto reflujo, y el ventr¨ªculo izquierdo de su coraz¨®n estaba m¨¢s desarrollado de lo normal¡±, recuerdan Paulo Alonso y Ant¨®n Bruquetas, autores de A pulso, la historia de superaci¨®n de Javi G¨®mez Noya (C¨®rner), biograf¨ªa de un deportista espa?ol ¨²nico, cinco veces campe¨®n del mundo de triatl¨®n.
Una tarde de verano de 2000 su padre recibi¨® una llamada para comunicarle la noticia de que la vida de su hijo corr¨ªa peligro. Del impacto no recuerda ni qui¨¦n le llam¨® ni qu¨¦ le dijeron exactamente. Se vio a s¨ª mismo y a su mujer, horas despu¨¦s, entrando en la habitaci¨®n del chico. ?l se sent¨® en la cama. Le record¨® a Bruquetas y Alonso que intuy¨® que eran malas noticias por los gestos atropellados de sus padres, y que cada palabra de ellos ¡°pesaba m¨¢s que la anterior¡±. Se fue hundiendo en l¨¢grimas, y termin¨® pregunt¨¢ndole a sus padres qu¨¦ quer¨ªan que hiciese, ?estar borracho por ah¨ª todas las noches?
Lo que sigui¨® a esa escena es un conocido culebr¨®n m¨¦dico del que G¨®mez Noya casi no sale. ?l pod¨ªa competir y as¨ª se lo aseguraban sus m¨¦dicos. El CSD le retir¨® licencias: no iba a matarse en carrera. Saleta Castro dice en el libro: ¡°En muchos medios de comunicaci¨®n hab¨ªa sido un chico que podr¨ªa llegar a ser el mejor del mundo y de repente parec¨ªa un loco que se pod¨ªa morir en cualquier triatl¨®n¡±. ¡°Era casi un pr¨®fugo cuando apenas un a?o antes hab¨ªa sido octavo del mundo¡±. Merece la pena acercarse con cuidado a los pasajes en que Ant¨®n Bruquetas y Paulo Alonso recrean esa situaci¨®n espl¨¦ndidamente. Otra vez, como en competici¨®n, la cabeza llegaba donde no llegaba el cuerpo, y de nuevo G¨®mez Noya pon¨ªa todo en el mismo plano para superar a los Brownlee y a los directivos que quer¨ªan que viviese como una planta a la que se le priva de luz y agua.
No es lo m¨¢s interesante del libro, en el que se relata de forma cruda y apasionante la competici¨®n, la carrera, los pensamientos del campe¨®n, pero s¨ª lo m¨¢s importante. Porque a partir de esa soledad, la del deportista adolescente forzado a jubilarse, G¨®mez Noya construye su leyenda. De aquella desolaci¨®n y de aquel desierto que tuvo tiempo a tocar llegaron las finales de Londres y Yokohama, las ¨²ltimas zancadas con las que dej¨® atr¨¢s a todos los Brownlee que le mandaron para destruirlo en competici¨®n.
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