Brian Orser: ¡°Javier Fern¨¢ndez es como yo, patina con el coraz¨®n¡±

La grada del Stampede Corral de Calgary, en Canad¨¢, se viene abajo. La ovaci¨®n es atronadora. Sobre el hielo, Brian Orser mira al cielo despu¨¦s de completar su ejercicio largo. Es el gesto del que cree haberse convertido en el primer canadiense que logra un oro ol¨ªmpico en patinaje art¨ªstico sobre hielo. Orser, h¨¦roe nacional, abanderado de su pa¨ªs, le hace una reverencia al p¨²blico y exhausto, emocionado, se dispone a escuchar la valoraci¨®n de los jueces. La puntuaci¨®n t¨¦cnica no le convence, no es suficiente para batir a su rival, el estadounidense Brian Boitano, pero la nota art¨ªstica le hace explotar. Un momento, su gesto cambia, ¡°?segundo?¡±, pregunta extra?ado. En ese instante un periodista le aborda y le confirma en directo que Boitano ha ganado el oro. ¡°Estoy, decepcionado, ?qu¨¦ puedo decir?¡±, balbucea, totalmente abatido.

¡°Pensaba que hab¨ªa cometido dos fallos, pero muy peque?os. Pens¨¦ que era suficiente para ganar¡±, relata ahora, 27 a?os despu¨¦s, sentado en la barra del bar de la pista de hielo de Valdemoro. Hasta ah¨ª lo ha arrastrado Javier Fern¨¢ndez, su pupilo, vigente campe¨®n del mundo y triple campe¨®n de Europa, que hoy tiene su primera prueba de nivel de la temporada, la final del Grand Prix que se celebra por segundo a?o consecutivo en Barcelona, donde defiende t¨ªtulo Yuzuru Hanyu, su m¨¢ximo rival, al que tambi¨¦n entrena Orser. Esta noche (21.55, Teledeporte), competir¨¢n en el programa corto, donde Javi exhibir¨¢ la coreograf¨ªa que le ha preparado Antonio Najarro, director del ballet nacional, con La malague?a de banda sonora, interpretada por Pl¨¢cido Domingo y la guitarra de Paco de Luc¨ªa.

El cap¨ªtulo que relata el propio Orser, a los 53 a?os, es lo que se conoci¨® como la batalla de los Brian: una rivalidad dramatizada por la prensa que dur¨® desde 1984 hasta los Juegos de Calgary, escenario de la lucha final. En esos tiempos eras de Orser o de Boitano. El Messi y el Cristiano del patinaje de los ochenta.

Orser llegaba a la cita ol¨ªmpica con mejor hoja de servicios que Boitano. El canadiense fue bronce en los Juegos de Sarajevo, en 1984, con Boitano quinto; un a?o m¨¢s tarde fue plata en el Mundial, y el estadounidense tercero; en 1986 fue Boitano quien gan¨® el oro Mundial, que le arrebat¨® Orser un a?o m¨¢s tarde, en la antesala del desaf¨ªo ol¨ªmpico.

Ahora confiesa Orser que tard¨® 10 a?os en olvidar esa derrota de plata. ¡°No sufr¨ªa, pero me atormentaba. Estaba en mi cerebro. No volv¨ª a ver el v¨ªdeo en 10 a?os. Cuando iba a recepciones y banquetes, siempre mostraban mi programa largo y no lo pod¨ªa ver¡±, detalla. ¡°La batalla de los Brian fue lo mejor para el patinaje art¨ªstico, para m¨ª y para Boitano. Los medios crearon ese drama y fue fant¨¢stico. Cambi¨® mi vida. Despu¨¦s fui mejor patinador gracias a Boitano y ¨¦l lo fue gracias a m¨ª¡±, explica, mientras da sorbos a un botell¨ªn de cerveza.

Su carrera estuvo marcada por esa eterna rivalidad. Ahora, como preparador, tiene entre sus alumnos a los dos antagonistas de la batalla por excelencia del patinaje contempor¨¢neo. Los dos mejores del mundo, amigos y enemigos. Javier Fern¨¢ndez es el vigente campe¨®n del mundo, y el japon¨¦s Yuzuru Hanyu, que sostuvo el cetro en 2014, fue oro en los Juegos de Sochi y el a?o pasado se llev¨® el Grand Prix.

En el ¨²ltimo Mundial, Nam Nguyen, que tambi¨¦n trabaja con Orser, fue quinto. El t¨¦cnico logr¨® la proeza de meter a tres de sus alumnos entre los cinco mejores del mundo. ¡°Siempre es bueno tener un rival¡±, dice Orser. Como buen entrenador, asegura que no tiene favoritismo por ninguno de sus alumnos. ¡°Los dos son grandes saltadores. Yuzuru es mejor haciendo piruetas. Hay algo muy especial y fascinante en Javi. Es muy aut¨¦ntico. Me siento como un padre que siente lo mismo por sus hijos¡±. Eso es lo que dice p¨²blicamente. Luego, entre l¨ªneas, deja ver una devoci¨®n especial por el espa?ol, como si se viera reflejado en ¨¦l. ¡°Patina con una parte diferente de su cuerpo. Es diferente, como yo. Yo no pensaba demasiado, sent¨ªa las cosas que ven¨ªan de mi coraz¨®n y de mi esp¨ªritu¡±.

Orser tambi¨¦n se siente identificado con los or¨ªgenes humildes de Javi. ¡°Cuando le oigo hablar en entrevistas, quiere hacerlo bien porque en los ¨²ltimos a?os la situaci¨®n econ¨®mica en Espa?a no ha sido buena y la gente ha tenido dificultades¡±.

Hoy, la batalla de Brian es la de Yuzuru y la de Javi. Y se libra en Barcelona.