Bravo manos largas
El portero del Barcelona no necesita ser un pavo real para mostrar que es un meta excelente con una personalidad extraordinaria
No mea colonia, no tiene el cuerpo novelado por un grafitero, no se desmadra en Twitter, no se deslengua jam¨¢s, no se disfraza cuando abre el armario y, encima, se peina al natural. Un tipo normal, lo que casi le convierte en anormal en esta ¨¦poca de vedetismos, pasarelas y camerinos en vez de vestuarios. Claudio Bravo no sufre de actualidad, vive alejado del espumoso mundo de las celebridades. Nunca le hizo falta el atrezo del f¨²tbol, no necesita tunearse y ser un pavo real para mostrar lo que es, un excelente portero que va de inc¨®gnito en un ecosistema muy definido y polarizado: los catacracksy los acunados en la Masia. Luego queda alg¨²n eslab¨®n, caso de Alves, que se da vida a s¨ª mismo con sus extravagancias.
Para el hincha, se dir¨ªa que este chileno de aparente franciscana austeridad pertenece a la clase media. Falsa impresi¨®n. Bravo es un guardi¨¢n de primera para Messi y el coro. Alguien con una personalidad extraordinaria para sobrevivir a la extensa huella de V¨ªctor Vald¨¦s y soportar la pujanza del joven Ter Stegen. Tambi¨¦n para disfrazarse de Koeman al dar salida al juego sin que le casta?een los pies, jugar al solitario ante rivales que por lo general le asaltan con infrecuencia y no perder la concentraci¨®n con las musara?as. Ya se sabe que el portero es un solo, m¨¢s en equipos jerarcas obligados a un ataque descamisado.
A sus 32 a?os, Mon¨ªn, como algunos le apodaron por su agilidad, es un tipo muy respetado en las catacumbas de la caseta. Se le tiene por un hombre muy familiar, serio, coherente y sensato. ¡°Se explica muy bien, con mucha pausa, la misma que tiene en el juego¡±, sostienen desde el entorno azulgrana. Cuando Andoni Zubizarreta catalizaba la direcci¨®n deportiva del Bar?a, una de las m¨¢ximas al fichar a los de la tercera v¨ªa ¡ªni estrellas ni canteranos¡ª era su personalidad. El radar se pon¨ªa en futbolistas ¡°profesionales¡±, ¡°de peso¡± y ¡°trayectoria¡±. Bravo cumpl¨ªa con las tres variables y en Ter Stegen el club vio a un Bravo con diez a?os menos.
Superado el examen psicol¨®gico, el chileno reun¨ªa condiciones deportivas imprescindibles para la porter¨ªa cul¨¦. El sistema exig¨ªa un guardameta con tacto en los pies, que mantuviera siempre la distancia justa con la defensa por m¨¢s que no le llegaran a puerta y que supiera jugar en desventaja en los uno contra uno. En el Bar?a ha trabajado la potencia y la velocidad. Adem¨¢s, Bravo tiene una cualidad excepcional: es un manos largas. Hay porteros que se tiran y otros que se estiran. El chileno es de los segundos. Como Casillas, es capaz de llegar unos cent¨ªmetros m¨¢s lejos que los metas mundanos. Los porteros lo llaman ¡°dislocamiento del hombro¡±, un golpe extra del brazo que les hace ganar distancia.
M¨¢s all¨¢ del debate sobre las alternancias de Luis Enrique, lo suscrito sobre Bravo valdr¨ªa para Ter Stegen. Sin Vald¨¦s, el Bar?a gan¨® un dos por uno, bendita soluci¨®n si ambos se parapetan frente a las interferencias y congenian con los mismos asados que Messi, Su¨¢rez y Neymar. La mejor noticia para los barcelonistas ser¨ªa que los dos sigan como hasta la fecha, con una competencia silenciosa. Otra normal anormalidad en un f¨²tbol tan proclive a las combustiones. Otro reto para Luis Enrique, que, de momento, da m¨¢s vidilla a Bravo. Quiz¨¢ porque ve el hoy en el chileno y el ma?ana en el alem¨¢n. Quiz¨¢ porque los conocedores del caladero tildan a Bravo de un tigre dormido. No es extra?o, porque con su pachorra verbal, nada m¨¢s llegar al club confes¨® en la intimidad: ¡°S¨¦ que ya est¨¢ fichado Ter Stegen... pero ser¨¦ el titular¡±. Sin esa confianza ser¨ªa insoportable una meta de m¨¢ximo riesgo como la del Bar?a o el Madrid. Y encima sin ruido, sin ser un voceras, sin que Messi te pueda dar el gran pase para luego reverenciarle.
Sin salir en los cromos, a Bravo y Ter les queda el claustro, a resguardo de los cicutas. Ambos se han revalorizado de azulgrana, aunque el alem¨¢n se mosqueara en Jap¨®n, donde su colega hizo pocas, pero estupendas paradas. ?Era su turno? Llegar¨¢. No solo de la MSN vive este Bar?a mundial.
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