Su¨¢rez vive en la picota

Mart¨ªnez Munuera, el ¨¢rbitro del derbi de Copa del mi¨¦rcoles entre el Barcelona y el Espanyol, se vio en medio del l¨ªo. Minutos despu¨¦s de pitar el final, el colegiado se encontr¨® metido en la trifulca entre azulgranas y espa?olistas, que se hab¨ªan citado en el t¨²nel de vestuarios. As¨ª lo reflej¨® el acta, que tuvo a Luis Su¨¢rez como principal protagonista. ¡°Venid ac¨¢; sos un desecho¡±, les solt¨®, seg¨²n informa el acta literalmente, el charr¨²a a los blanquiazules. El club neg¨® ayer este extremo mediante una carta que mand¨® al Comit¨¦ de Competici¨®n. En cualquier caso, el uruguayo cuenta en su expediente con distintos episodios pol¨¦micos que incluyen tres mordiscos a rivales, el ¨²ltimo a Chiellini en el Mundial de Brasil, y por el que estuvo suspendido cuatro meses. Ahora, por calent¨¢rsele la boca, al 9 del Bar?a lo pueden sancionar con hasta tres partidos.

Los ¨²ltimos derbis recuperaron esa vieja disputa que trasciende el mundo de la pelota. Berrinches e insultos en el campo y lenguas filosas frente a los micr¨®fonos. La buena onda entre Puyol y De la Pe?a, Iniesta y Jarque o Sergio Garc¨ªa y Xavi signific¨® una d¨¦cada de paz. Sin ellos, la relaci¨®n entre los jugadores de uno y otro bando se limita a la que mantiene Busquets con V¨ªctor S¨¢nchez, amigos desde el Bar?a B. Sin embargo, la baja por lesi¨®n de S¨¢nchez le impidi¨® vestirse de corto, tanto el s¨¢bado (Liga) como el mi¨¦rcoles. ¡°Se nos falt¨® al respecto¡±, dicen en Sant Adri¨¤.

El Espanyol se le qued¨® atragantado al Bar?a desde el empate liguero, y tampoco ayudaron las declaraciones del presidente, Joan Collet, que calific¨® de ¡°maquinaria nacional-barcelonista¡± al entorno azulgrana. Con las heridas a¨²n abiertas, los futbolistas de Galca llegaron a un Camp Nou enrabietado y chocaron frente a los chicos de Luis Enrique. ¡°Sois mal¨ªsimos¡±, ¡°?qu¨¦ hab¨¦is ganado?¡± o ¡°yo tengo cinco copas¡±, fueron algunas de las frases con las que los azulgrana intentaron menospreciar a los blanquiazules, que ahora est¨¢n divididos. Unos quieren revancha en el partido de vuelta (el mi¨¦rcoles en Cornell¨¤), y otros intentan rebajar la crispaci¨®n.

Aunque la indignaci¨®n va dirigida hacia Su¨¢rez, Mascherano y Neymar, tampoco se libra Piqu¨¦, siempre atento si se trata de provocar. ¡°Se definen como una maravillosa minor¨ªa, espero que el mi¨¦rcoles no sean tan minor¨ªa y llenen el campo¡±, ironiz¨®.

¡°Este se?or vive en la provocaci¨®n permanente tanto dentro como fuera del campo. Lleva tiempo pasando muchas l¨ªneas rojas¡±, subray¨® ayer Rafael Entrena, vicepresidente del Espanyol. El mi¨¦rcoles, en el Camp Nou, el central no se conformaba con el p¨®ker de goles y quer¨ªa la manita. Adem¨¢s, el zaguero fue de los que particip¨® en el l¨ªo del t¨²nel de vestuarios. Una pelotera, en cualquier caso, que no pas¨® a mayores tras la intervenci¨®n de los cuerpos t¨¦cnicos y los agentes de seguridad.

El historial de Su¨¢rez es vasto en sanciones: siete partidos por morder a Bakkal con el Ajax; ocho por insultos racistas contra Evra, en el Liverpool; 10 partidos por volver a morder, esta vez a Ivanovic (Liverpool); y la mencionada sanci¨®n por su tercer mordisco, a Chiellini. Su curso m¨¢s canalla fue el 2012-2013, vestido de red, en el que sum¨® 10 amarillas en 33 encuentros.Sin embargo, en las ¨²ltimas 10 temporadas solo acumula dos expulsiones: una en 2010 por doble amonestaci¨®n en un partido de la Supercopa holandesa, y la otra, una roja directa, en el Mundial de Sud¨¢frica contra Ghana, por frenar con la mano un bal¨®n que iba directo a la red. El charr¨²a tiene un promedio de 0,2 tarjetas amarillas por encuentro. Sus n¨²meros son m¨¢s propios de un defensa que de un delantero: Mascherano, por ejemplo, promedia 0,23 y Messi, 0,08. Una nueva paradoja en la vida de Su¨¢rez.