Messi contra Zidane
El entrenador despierta las mejores emociones en el Madrid de la misma forma que la excelencia del 10 define la exuberancia blaugrana
El Bar?a de Luis Enrique comenz¨® a gobernar en enero de 2015. Hay una imagen que expresa el despegue azulgrana despu¨¦s de Reyes. Luis Su¨¢rez, Neymar y Messi, tal que fueran Melchor, Gaspar y Baltasar, corren abrazados para festejar el triunfo contra el Atl¨¦tico que sepult¨® la derrota de Anoeta ilustrada con la suplencia del 10. La hinchada necesita de gestos inequ¨ªvocos para renovar la fe, y hay pocos m¨¢s convincentes que la complicidad de sus delanteros, como si fueran ni?os, los tres disfrutando en el Camp Nou. Incluso las decisiones m¨¢s sorprendentes de la directiva, alguna irracional ¡ªla destituci¨®n del director deportivo Zubizarreta¡ª, otras sensatas ¡ªla convocatoria de elecciones¡ª, parecen cobrar sentido si media una fotograf¨ªa aut¨¦ntica con los ¨ªdolos cantando la victoria contra el campe¨®n de Liga.
El bienestar del Bar?a se mide desde hace a?os a partir de la cara de Messi, y el 10 recuper¨® la sonrisa despu¨¦s de firmar una tregua con Luis Enrique, muy capaz de vivir hasta entonces en permanente conflicto, una suerte para un club tan volc¨¢nico. No hay peor noticia para un equipo que el enfrentamiento del entrenador con la figura, circunstancia que no pas¨® inadvertida al capit¨¢n Xavi, mediador decisivo en el Camp Nou. Messi no solo se avino con Luis Enrique sino que decidi¨® compartir la gloria con Neymar y Luis Su¨¢rez, al que regal¨® el puesto de ariete, el mismo del que no disfrutaron Eto¡¯o, Villa o Ibrahimovic. As¨ª se explica la importancia que tuvo para la gent blaugrana el retrato de la efusividad del 9, el 11 y el 10.
A partir de aquel ¨¦xito naci¨® el tridente, despu¨¦s vino el triplete y m¨¢s tarde se consigui¨® el pentacampeonato con el Mundial de clubes. El Barcelona se mantiene firme con la llegada de 2016. Ha sobrevivido a un calendario dur¨ªsimo, a pesar de las lesiones y de la sanci¨®n de la FIFA, y ahora empieza a administrar los recursos con la llegada de Aleix Vidal y Arda Turan y la plena recuperaci¨®n de Messi. Neymar y Su¨¢rez han cargado con el peso del equipo hasta que el 10 se ha reencontrado con su mejor versi¨®n, la que ofreci¨® ante el Granada en v¨ªsperas de recibir seguramente su quinto Bal¨®n de Oro. Ni el brasile?o ni el uruguayo discuten la condici¨®n de n¨²mero 1 de Leo.
Messi desbancar¨¢ hoy a Cristiano Ronaldo, pero el Bar?a tiene desde el s¨¢bado la certeza de que el Madrid le disputar¨¢ de nuevo la Liga con el Atl¨¦tico. Mejor¨® el portugu¨¦s contra el Deportivo y marcaron Benzema y Bale, autor de un hat-trick en un partido soberbio del gal¨¦s, aclamado por Chamart¨ªn. El Madrid aspira a que Bale, Benzema y Cristiano tengan el mismo impacto en su equipo que Messi, Neymar y Su¨¢rez en el Bar?a. El aire fresco corre de nuevo por el Bernab¨¦u despu¨¦s de la destituci¨®n de Ben¨ªtez. Hay buenos entrenadores que provocan malos resultados en determinadas instituciones, alguna muy pu?etera, como por ejemplo el Madrid, m¨¢s a gusto con t¨¦cnicos menos intervencionistas, figuras de la talla de Ancelotti.
Los jugadores nunca se quitaron la pena por la despedida del entrenador italiano y a Florentino, peleado con los entrenadores vinculados con el madridismo, gente como Del Bosque o Camacho, no le qued¨® m¨¢s remedio que desdecirse y firmar el finiquito de Ben¨ªtez, que acab¨® por causar pena o indiferencia, lo peor que puede ocurrir en el f¨²tbol, y m¨¢s en el Bernab¨¦u. Nadie sabe todav¨ªa qu¨¦ le vio Florentino a Ben¨ªtez, cuyos equipos pueden ser tan competitivos como fr¨ªos e insensibles, sin sentimiento, como se advert¨ªa en el Madrid. No se sabe todav¨ªa qu¨¦ ser¨¢ del equipo con Zidane. Las cosas, de momento, salieron muy bien el s¨¢bado y la gente recuper¨® la pasi¨®n en Chamart¨ªn.
Zidane despierta las mejores emociones en el Madrid. La imagen de su volea en Glasgow permanecer¨¢ de por vida en la memoria del club y se presenta como la met¨¢fora de su trabajo: es tan dif¨ªcil como posible, propio de las figuras futbol¨ªsticas que provocan ilusi¨®n, siempre respetadas y admiradas, por m¨¢s que en su curr¨ªculo figuren tambi¨¦n arrebatos col¨¦ricos, ¨²nicos como el gol del Hampden Park. Apareci¨® Zidane y el Bernab¨¦u se puso en el inicio de 2016 tan contento como el Camp Nou desde que su equipo despeg¨® tras ganar al Atl¨¦tico el 11 de enero de 2015. Nadie dud¨® nunca de la magia de Zizou y menos despu¨¦s de Reyes. Los t¨ªtulos, ya se sabe, se ganan en mayo o junio; ahora, acabada la primera vuelta, solo se pueden perder, y de momento, a la espera de que resuelva el enigma entre James e Isco, el t¨¦cnico franc¨¦s tiene el respeto de los contrarios y se ha ganado el aplauso de la hinchada del Madrid.
El Bar?a supo construir un equipo con Messi. El Madrid pretende construir ahora el suyo a partir de Zidane.
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