M¨¢s Messi

Aseguran en el vestuario que ¨²ltimamente Messi se comunica m¨¢s, incluso con empleados con los que no ten¨ªa confianza o la perdi¨® por causas particulares en momentos de desespero, hace observaciones que no eran habituales, relativiza cosas que le sacaban de quicio y se muestra m¨¢s persona, como si antes no lo fuera, condicionado por ser el mejor jugador del mundo y, como tal, resultara m¨¢s figura que hombre, caprichoso y dictador, igual que Di St¨¦fano, Pel¨¦, Maradona o Cruyff.

Aunque nunca fue un tirano, sus cambios de humor son m¨¢s compresibles, no precisa de gestos raros como el de entrenar con una cucharilla de caf¨¦ en la boca para expresar su descontento. Su car¨¢cter introvertido ha remitido hasta el punto de ser capaz de provocar expectaci¨®n cuando comparece para recibir un galard¨®n, y cuenta una an¨¦cdota tan di¨¢fana como en la ¨²ltima Gala de la Liga, en la que dedic¨® el premio a su hijo Thiago, el mismo que le despide de mala gana antes de cada partido: ¡°Pap¨¢, otra vez te vas a gol¡±.

Hoy, coronado por quinta vez con el Bal¨®n de Oro, es m¨¢s sociable y tambi¨¦n m¨¢s jugador de equipo que cuando fue premiado cuatro veces consecutivas (2009, 2010, 2011, 2012). Messi era entonces un futbolista ¨²nico y hasta cierto punto representaba la m¨¢xima expresi¨®n de la obra de Guardiola, el t¨¦cnico que gener¨® las mejores condiciones para la m¨¢xima expresividad del 10 como falso 9. La partida del t¨¦cnico catal¨¢n oblig¨® al argentino a reinventarse y reivindicarse como n¨²mero 1.

Y ha respondido de forma tan sobresaliente al reto que el ¨¦xito del Bar?a ya no se mide exclusivamente a partir de Guardiola o de Cruyff sino del propio Messi. Si el m¨¦rito de Cristiano Ronaldo fue recuperar en 2013 y 2014 el galard¨®n ganado en 2008 y que el argentino le quit¨® desde 2009 a 2012, a Messi le corresponde celebrar ahora no haber desfallecido tampoco las dos ¨²ltimas temporadas y volver a reinar en detrimento del ¨ªdolo del Madrid.

Si el m¨¦rito de Cristiano fue recuperar en 2013 y 2014 el galard¨®n que el argentino le quit¨® desde 2009 a 2012, a Messi le corresponde celebrar ahora no haber desfallecido y volver a reinar en detrimento del ¨ªdolo del Madrid

A partir del solfeo de la Masia, Messi ha evolucionado como int¨¦rprete ¨²nico del Bar?a. Hoy funciona como un jugador total que cubre el frente de ataque y sigue improvisando como delantero al tiempo que asume las funciones propias del extremo derecho o de Xavi. Ha mejorado como futbolista y ha entendido tambi¨¦n que necesita de los mejores acompa?antes para ganar t¨ªtulos y, por extensi¨®n, mantener su estatus, cosa que han entendido Luis Su¨¢rez y Neymar.

El uruguayo se cans¨® de marcar goles sin t¨ªtulos y Neymar hoy se divierte m¨¢s que compite, en el p¨®ker y en la cancha, rendido a Messi. Neymar y S¨²arez saben y aceptan que para triunfar necesitan que Leo se sienta el Rey. La misma sensaci¨®n tiene el entrenador Luis Enrique y el club que preside Bartomeu. Aunque el Barcelona no es una gestor¨ªa, se trata de que Messi sea feliz a los 28 a?os, como ayer, d¨ªa en que tuvo la grandeza de ser agradecido con el f¨²tbol y con Cristiano y Neymar.

Jugador humilde y deportivo, hombre de coraz¨®n y mente fuertes, Messi aprendi¨® a ser paciente y solidario, a tener una actitud ejemplarizante, despu¨¦s de reunir 26 t¨ªtulos y ser el primero en ganar cinco veces el Bal¨®n de Oro. El dominio del Bar?a durar¨¢ mientras Messi est¨¦ contento como se vio en Z¨²rich. Ha crecido el 10 sin perder el misterio infantil que siempre ha tenido desde su partida de Rosario. La pausa que puso ayer antes de acabar su intervenci¨®n invita a mantener el suspense necesario para alimentar la llama del futbol con vistas a 2016.