San Francisco o la exaltaci¨®n del f¨²tbol americano

6.45 de la ma?ana en San Francisco, a una manzana del centro de convenciones Moscone Center que la Super Bowl ha invadido con eventos y ruedas de prensa. Una viandante, se gira hacia un grupo de periodistas y pregunta aturdida: ¡°?qu¨¦ d¨ªa es hoy?¡± Un reportero mira de reojo a los dem¨¢s con cara de sorpresa. ¡°6 de febrero, se?ora¡± responde. Al joven le falt¨® decirle a la se?ora que es la ¨²nica persona de esta ciudad que no sabe que ma?ana es 7 de febrero y se juega la Super Bowl 50.

San Francisco est¨¢ invadida de aficionados y reporteros, de carteles y letreros en cada esquina que anuncian el evento. La ciudad se transforma en la exaltaci¨®n del f¨²tbol americano como deporte y negocio. S¨ª, por supuesto, hay aficionados de los Panthers y los Broncos. Pero tambi¨¦n hay muchos otros que portan camisetas de sus propios equipos, como por ejemplo los San Francisco 49ers o los Oakland Raiders, reafirmando que esta es su ciudad.

La discreci¨®n habitual de San Francisco y la zona de ¡°el valle¡±, que es conocido por albergar las mayores empresas tecnol¨®gicas del mundo como Facebook o Twitter, cambia esta semana por el lujo y la ostentaci¨®n de la NFL. Coches Cadillac negros con ch¨®feres, hoteles repletos de gente en traje, y un despliegue de estatuas o carteles gigantes con forma de 50 que debajo leen: SUPER BOWL. Es dif¨ªcil pasar por alto la presencia del evento en cualquier rinc¨®n de la ciudad.

El centro del downtown de la ciudad alberga la Fan Zone NFL Experience, zona de juegos y actividades dirigidas hacia los m¨¢s peque?os, ocupa el centro del downtown de la ciudad. La entrada cuesta 35 d¨®lares y a las ocho de la ma?ana ya tiene una larga cola esperando la apertura -- una peque?a muestra del dinero que ganar¨¢ la ciudad en estos d¨ªas.

Justo en frente, el Moscone center, punto de encuentro para periodistas y patrocinadores, es el lugar donde se han celebrado a lo largo de estos d¨ªas las ruedas de prensa con jugadores, t¨¦cnicos y representantes de la NFL. Y a los periodistas, tambi¨¦n se les mima. Con varios lounges para cargar las pilas entre tanto ajetreo, unos escriben cr¨®nicas mientras, otros juegan al ping pong para desconectar, y algunos hasta se dan un masaje gratuito que ofrece uno de los patrocinadores instalados ah¨ª.

La ciudad respira una intensidad inusual que finalizar¨¢ ma?ana en torno a las 7 de la tarde, cuando suene el pitido final del partido entre los Denver Broncos y los Carolina Panthers. El mill¨®n de visitantes venidos para la cita volver¨¢n a sus casas, centenares de periodistas guardar¨¢n sus ordenadores y c¨¢maras, y la NFL cerrar¨¢ el chiringuito y desaparecer¨¢. San Francisco, donde la Super Bowl est¨¢ suscitando cr¨ªticas y debate en torno a los costes, volver¨¢ a la normalidad.