El d¨ªa que el Real Madrid present¨® la rendici¨®n en la Liga
La directiva cambi¨® de planes el 21 de noviembre tras la derrota del cl¨¢sico. El empate en M¨¢laga (1-1) del domingo apenas altera a una plantilla concentrada en la Champions
Zinedine Zidane dijo en M¨¢laga que la Liga ¡°no est¨¢ perdida¡±. En parte es cierto. La Liga del Madrid no est¨¢ perdida para los que dise?an el mensaje p¨²blico del club, ramificados en el departamento de comunicaci¨®n. La Liga no est¨¢ perdida para los cabalistas. La Liga no est¨¢ perdida para los aficionados m¨¢s creyentes. En lo que respecta a la directiva, a los jugadores de la primera plantilla, y al cuerpo t¨¦cnico, incluido el propio Zidane, la Liga est¨¢ perdida desde hace tiempo. Es lo que se deduce de conversaciones mantenidas con futbolistas, empleados y dirigentes del club.
Predicaba Pit¨¢goras que la ¨²nica verdad est¨¢ en los n¨²meros. Siguiendo esta advertencia la directiva del Real Madrid encarg¨® el verano pasado una serie de estudios para determinar mediante c¨¢lculo de probabilidades los puntos que deb¨ªa ganar el equipo, y los que no pod¨ªa perder, si pretend¨ªa conquistar la Liga. Seg¨²n fuentes administrativas del Bernab¨¦u, los analistas evaluaron los resultados de los campeonatos pasados, estimaron num¨¦ricamente el poder¨ªo actual de cada club, y determinaron la influencia de un calendario decisivamente favorable en sus 10 primeras jornadas. Finalmente, estimaron que el t¨ªtulo ser¨ªa imposible si despu¨¦s del cl¨¢sico (en la 12? jornada) el Madrid no lideraba claramente la clasificaci¨®n. Fue as¨ª como el 21 de noviembre, tras la derrota ante el Bar?a (0-4), la temporada qued¨® cient¨ªficamente resuelta: Barcelona, 30 puntos; Atl¨¦tico, 26; y Real Madrid, 24.
M¨¢s inclinado a creer en sus analistas que en Rafa Ben¨ªtez, su entrenador en aquella ¨¦poca, el presidente Florentino P¨¦rez comenz¨® en noviembre a redirigir la estrategia hacia la Champions y en lo que hab¨ªa que hacer para, al menos, superar los octavos de final y no acabar eliminado de todas las competiciones en la primera semana de marzo. La planificaci¨®n del club gir¨® durante este tiempo alrededor del 17 de febrero, fecha se?alada del partido en el estadio Ol¨ªmpico de Roma.
El nombramiento de Zidane, el 4 de enero, obedeci¨® a esta hoja de ruta, seg¨²n explica un alto cargo madridista. La idea fue proporcionar al nuevo t¨¦cnico al menos un mes para poner a punto al equipo con vistas a Roma. Los servicios m¨¦dicos elaboraron un calendario para ajustar la recuperaci¨®n de los lesionados, a ser posible, considerando la cita de Roma. Los preparadores f¨ªsicos fueron instruidos para que la plantilla alcanzara su pico de forma en Roma. Del trasiego en el club a los jugadores les result¨® imposible no inferir que el objetivo primordial consist¨ªa en salvar el tr¨¢mite romano. En todos los estamentos del Madrid la Liga dej¨® de ser una meta para convertirse en el escenario perfecto para acoplar las ideas del nuevo entrenador al juego del equipo. El mejor entrenamiento se desarroll¨® contra el Deportivo, el Sporting, el Betis o el Granada.
Los buenos resultados, cinco victorias y un empate, alentaron una humilde esperanza en el vestuario de Valdebebas. Algunos volvieron a creer que exist¨ªa una posibilidad de atrapar al Bar?a. Como dijo un responsable del club antes de embarcarse hacia Roma, hace una semana: ¡°Este mi¨¦rcoles nos jugamos todo; la Liga en Gij¨®n; y la Champions en Roma¡±.
A la hora del partido en el estadio Ol¨ªmpico, la expedici¨®n del Madrid ya sab¨ªa que el Barcelona hab¨ªa ganado al Sporting su partido atrasado y se pon¨ªa a 60 puntos, siete por encima, un espacio sideral a falta de 14 jornadas para la conclusi¨®n de la temporada. Seg¨²n un miembro del equipo, cuando los jugadores salieron a enfrentar a la Roma ya entend¨ªan que la Liga estaba perdida. Sospechaban que solo les quedaba la Champions para defender al club, y a ellos mismos, de una crisis que amenazar¨ªa con cuestionarlo todo, comenzando por sus contratos.
Los l¨ªderes del vestuario son conscientes de que los se?ala la directiva tanto como la masa social, y que la eliminaci¨®n de la Champions generar¨ªa un clima de incredulidad general. No solo se pondr¨ªa en duda la gesti¨®n del presidente sino el profesionalismo de una plantilla y un entrenador negativamente ponderados desde los despachos, en donde hay dirigentes que hablan de la conveniencia de una purga y de la contrataci¨®n de Jos¨¦ Mourinho para encabezar el pr¨®ximo proyecto. Hasta finales de enero, los contactos entre Jorge Mendes, agente de Mourinho, y los altos cargos del club, fueron reiterados. Cuenta una persona muy pr¨®xima a las negociaciones que ambas partes discutieron la conveniencia de firmar un documento para garantizarse mutuos compromisos en caso de que se cumplan las condiciones pactadas. Mourinho nunca ocult¨® que su prioridad es ocupar el cargo de m¨¢nager del Manchester United.
El abrazo fren¨¦tico de Zidane con Cristiano y Ramos, junto al banquillo del Ol¨ªmpico, tras el 0-1, no fue casual. Fue una se?al de desahogo. De alivio tras muchas horas de tensi¨®n m¨¢xima.
El empate en La Rosaleda (1-1) fue un golpe duro para una hinchada que sue?a. Pero en el interior del club no ha supuesto un cambio dram¨¢tico del sentimiento general. All¨ª creen que las cosas est¨¢n un poco mejor que el 21 de noviembre. Al menos los cuartos de la Champions parecen asegurados.
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