Crece Nadal, manda Djokovic

Se despidi¨® Rafael Nadal de Indian Wells, pero en su salida dej¨® abierta una puerta a la esperanza. Porque, efectivamente, el n¨²mero cinco volvi¨® a perder ante el jerarca del circuito, Novak Djokovic (7-6 y 6-2, en una hora y 58 minutos), pero el poso que dej¨® este ¨²ltimo cl¨¢sico entre ambos (48 ya, 25-23 a favor de Nole) fue muy distinto al de los ¨²ltimos encuentros. Nadal, m¨¢s reconocible y entero, se march¨® despu¨¦s de dar un salto cualitativo y de plantar cara al n¨²mero uno, lo que de por s¨ª ya es hoy d¨ªa meritorio. La realidad dice que Djokovic, el hombre con mejor porcentaje de triunfos de la historia (707-147: un 82,78%) y que se jugar¨¢ el cetro con el canadiense Milos Raonic (6-3, 3-6 y 6-3 a David Goffin), sigue siendo inabordable, pero el presente tambi¨¦n describe optimismo, porque el crecimiento de Nadal es un hecho.

?l, mientras tanto, transmite un mensaje contenido y pone ¨¦nfasis en valorar el t¨¦rmino medio. "No estoy de vuelta ni me fui en ning¨²n momento", atemper¨®; "estoy aqu¨ª, sigo compitiendoi y hago lo que puedo cada d¨ªa. Me esfuerzo al m¨¢ximo para ser mejor a diario. No me comparo con el del pasado, ni con el de hace muchos a?os ni con el reciente. Voy d¨ªa a d¨ªa e intento hacer las cosas lo mejor que s¨¦ para seguir sumando hacia lo positivo.

De entrada, los esquemas saltaron por los aires. A diferencia de los ¨²ltimos pulsos, en los que Djokovic hizo sangre y arroll¨® a Nadal desde el arranque, esta vez al serbio no se le vio c¨®modo en ning¨²n instante. Se top¨® Nole con un jugador bien diferente al de los ¨²ltimos encuentros, solventados por el n¨²mero uno con una suficiencia asombrosa, especialmente el que le condecor¨® el pasado mes de enero en Doha. Entonces, hace tan solo un par de meses, el margen entre uno y otro fue sideral; entonces, seguramente, el tenista de Manacor encaj¨® la derrota m¨¢s contundente (6-1 y 6-2 en 73 minutos) de toda su carrera. Pero ayer, sin embargo, la historia fue muy distinta.

Pese a la cicatriz, Nadal encar¨® el duelo sin complejo alguno y con decisi¨®n. Si ha de caer, lo ha manifestado en alguna ocasi¨®n, prefiere hacerlo de pie a entregarse de rodillas. Sigue rehaci¨¦ndose a base de trabajo y fe, con alma, pero tambi¨¦n con argumentos. Nadie sabe si volver¨¢ o no el gran Nadal, el campe¨®n inasequible al desaliento, aquel jugador que intimidaba y venc¨ªa mediante el estrangulamiento; nadie sabe si regresar¨¢ la mejor versi¨®n, aquella que habla de uno de los grandes, pero mientras tanto, sus fieles pueden aferrarse a una certeza: si recupera la efervescencia, como lo hizo ayer frente a Djokovic, a¨²n le quedan por escribir algunos versos.

No escatim¨® esta vez lo m¨¢s m¨ªnimo. Busc¨® a Nole, en lugar de esperarle y quedar atrapado por el maquiav¨¦lico juego del serbio. Fue toda una declaraci¨®n, un modo de decirle a ¨¦l y a todo el mundo que sigue ah¨ª y que no se rinde. Le tute¨® durante todo el primer parcial, en el que al jefe del circuito le cost¨® encontrar el confort, en el que estuvo m¨¢s fall¨®n de lo habitual y un tanto impreciso en golpes que habitualmente clava. El rey sol no le ayudaba, con esos 33? grados hirvientes y secos que a Nadal le sientan de f¨¢bula, reenergizantes siempre para el de Manacor.

"He hecho un buen partido en muchos momentos, igual que durante toda la semana", expres¨®. "Llegar a las semifinales en el primer Masters 1.000 de la temporada es un gran resultado; un torneo con un cuadro complicado y perdiendo contra el mejor. Me voy a Miami [del 23 de marzo al 3 de abril] con la ilusi¨®n de seguir en la misma l¨ªnea, con una muy buena sensaci¨®n mental y ten¨ªstica", valor¨®.

El serbio ya es el hombre con mejor porcentaje de triunfos de la historia (707-147: un 82,78%)

Como en los buenos tiempos, Nadal pelote¨® en algunas fases de igual a igual, rubric¨® varios puntos brillantes y le hizo pensar al serbio, que hoy d¨ªa no es poca cosa. Sencillamente, volvi¨® a disfrutar en las alturas. Desde junio de 2014, cuando le bati¨® en la final de Roland Garros, no le ara?aba el balear una opci¨®n de break; desde aquella primavera, una secuencia trituradora del jugador de Belgrado (6-0 y 13 sets seguidos), que pese al estir¨®n de Nadal en este ¨²ltimo careo envi¨® un mensaje poderoso: con poco, o con menos de lo habitual para ser m¨¢s precisos, es capaz de mucho, de lo suficiente para gobernar con holgura.

Sorte¨® Nole una bola de set en contra (con 5-4) y despu¨¦s asegur¨® el tie-break (7-5). Nadal se sostuvo en la batalla con un alto porcentaje de primeros servicios (80%), pero en el instante que este baj¨®, los restos cortados del serbio fueron definitivos. Quebr¨® en el segundo set para el 4-2, multiplic¨® el n¨²mero de golpes ganadores (23-12) y tan solo concedi¨® dos opciones de rotura al espa?ol, mientras que ¨¦l se procur¨® 12. Desfil¨® hacia la victoria y al que hoy puede ser (20.00, Canal+ Deportes 2) su 27? t¨ªtulo del Masters 1.000, cifra que defiende (a modo de r¨¦cord) el propio Nadal; la que ser¨ªa, si el ca?onero Raonic no lo impide, su quinta corona en Indian Wells.