Espa?a experimenta sin ¨¦xito

Muchas pruebas y ninguna convincente, todo lo contrario. Espa?a, muy experimental, decepcion¨® en ?dine, donde alter¨® sistema tras sistema sin m¨¢s aplausos que para De Gea, titular por delante de Casillas, el buen hacer de Morata, que parece haber tomado la delantera a Diego Costa, y la vena goleadora de Aduriz. Una ocasi¨®n, un gol. Eso fue todo para Espa?a, desali?ada por un rival sin gran talento pero con mucho remangue y buen oficio. Italia, est¨¦ como est¨¦ el equipo, nunca fue una plaza amistosa. Pero a Espa?a le falt¨® casi de todo. Un empate ya pareci¨® un premio mayor.

No por casualidad, el espinazo de la Espa?a de las cumbres fue, por lo general, su exquisita prole de volantes. Gente con escuadra y cartab¨®n, como los lesionados Busquets e Iniesta, y los a?orados Xavi y Xabi. Ninguno desfil¨® por ?dine y bien que se resinti¨® La Roja, incapaz de ser La Roja, desnaturalizada desde su principal balc¨®n. No se engancharon los m¨¢s pretorianos, Mata y Cesc, ni tampoco aprendices tan cualificados como San Jos¨¦ y Thiago. M¨¢s tarde, Koke, Isco y Silva pasaron de puntillas. Todos irreconocibles a su paso por Italia. Demasiado peaje para una selecci¨®n que precisa tr¨¢nsito de ¨¢rea a ¨¢rea, para la que el medio campo nunca fue un apeadero cualquiera.

Sin los que deben coser la pelota, Espa?a se qued¨® a la intemperie. Solo tuvo aire a los pies de Morata, que como ocurr¨ªa con el mejor Villa, fue improvisado como delantero izquierdo. A la vista del agobio de los italianos, que achucharon lo suyo en la zona de creaci¨®n, el equipo de Del Bosque quiso cambiar de vuelo: del rasante habitual al m¨¢s orbital de Aduriz. Por ninguna ruta Espa?a se encontr¨® con Espa?a. Morata, vers¨¢til, sobrevivi¨® como pudo; Aduriz, que es m¨¢s que un cabeceador sin techo, se sinti¨® un cuerpo extra?o. Uno y otro solo respiraron con el gol, ambos colaboracionistas.

No es Italia una selecci¨®n con guante en las botas, pero s¨ª un equipo abnegado, sin olvidar ese gen tan competitivo que le distingue, en las buenas y en las malas. Las bajas de Marchisio y Verratti, adem¨¢s de zagueros como Chiellini y Barzagli, la desti?en a¨²n m¨¢s. Ante una floja Espa?a, a los de Conte les bast¨® con una presi¨®n alta, sudar como regaderas y activar a Candreva por la banda derecha, donde a Morata le costaba cerrar por falta de costumbre y Azpilicueta se ve¨ªa superado ante la mirada de Thiago. Un par de arreones de Candreva complicaron la vida a los espa?oles, la primera muy bien resulta por De Gea, de nuevo efectivo en el segundo tramo ante remates de Insigne y Florenzi. Con Casillas a la sombra, el debate no tendr¨¢ fin hasta que llegue la Eurocopa. Y luego, y m¨¢s tarde, y m¨¢s y m¨¢s...

Dos delanteros, una ocasi¨®n

Visto el perfil bajo del equipo, reaccion¨® Del Bosque en el intermedio. Relev¨® a Ramos, con molestias en la espalda, y tir¨® de Koke en vez de Mata para taponar la izquierda y centr¨® a los dos arietes. Por unos minutos, pareci¨® una Espa?a m¨¢s sim¨¦trica y espabilada, con algunos arabescos de Thiago, con las primeras aventuras de Juanfran... Un espejismo, lo que tard¨® la Azzurra en advertir el trueque espa?ol. Con tanto orden como tajo, de nuevo logr¨® alejar a Espa?a de Buffon y buscar las cosquillas a De Gea. Hasta que emboc¨® Insigne con la zaga visitante fuera de plano. Ya hab¨ªa pasado la hora de juego y a¨²n estaba por verse un tirito espa?ol, alguna muesca ante la meta local.

Tan espesa estaba la selecci¨®n de Del Bosque que ni apercibi¨® que, en contra de la costumbre, con gente como Morata, Aduriz, San Jos¨¦, Ramos y Piqu¨¦, las jugadas a bal¨®n parado ya no son calderilla. Un gol en contra pareci¨® iluminar a Cesc, que lanz¨® una falta desde la izquierda, cabece¨® Morata en fuera de juego y al rebote de Buffon acudi¨® como una fiera Aduriz. Dos delanteros para una ocasi¨®n. M¨¢xima eficacia con la m¨ªnima productividad. Problema general, no solo de los arietes.

Nada m¨¢s dijo Espa?a, con Isco y sin Thiago, con Silva por Aduriz nada m¨¢s llegar el empate y luego ya solo Morata como punta. No funcion¨® ninguno de los tres sistemas. Del Bosque tomar¨ªa nota, le quedan dos meses de estudio. La Espa?a de dos delanteros puros tampoco chuta. La Espa?a sin el ancla de Busquets y la chistera de Iniesta tampoco la toca de manual. Ni siquiera la l¨ªnea m¨¢s fija, la de Ramos y Piqu¨¦, enclaustr¨® como debe a De Gea, el mejor guardi¨¢n espa?ol. Tiempo para los matices y las correcciones. Francia est¨¢ a un paso.