A falta de juego, el Bar?a revienta a correr
El equipo necesita recuperar a Messi para reencontrar su mejor f¨²tbol
Los mejores equipos, sobre todo los que se distinguen por su estilo, miran al marcador cuando se les pregunta por qu¨¦ ha remitido su f¨²tbol, tambi¨¦n en el caso del Barcelona. El juego azulgrana ha perdido fluidez desde hace un tiempo: no estuvieron bien contra el Arsenal en el Camp Nou, solo los goles a bal¨®n parado evitaron su derrota en Vila-real, perdieron contra el Madrid y durante un buen rato estuvieron a merced del Atl¨¦tico en la Liga de Campeones. A su rescate acudi¨® frente a los rojiblancos un delantero que sobrevivir¨ªa precisamente en cualquier equipo y competici¨®n, un superviviente: Luis Su¨¢rez.
El uruguayo funciona en el equipo de Luis Enrique como Hristo Stoichkov en el dream team de Johan Cruyff. ¡°Necesito un Hugo S¨¢nchez¡±, exclam¨® el Flaco cuando contrat¨® al b¨²lgaro para dar agresividad a un equipo delicioso t¨¦cnicamente, demasiado pusil¨¢nime para batirse en la Liga y la Copa de Europa. La hoja de servicios de Su¨¢rez y Stoichkov est¨¢ llena de faltas muy graves y de excelentes goles que han permitido triunfos estupendos para el Barcelona. A ojos del aficionado azulgrana, el charr¨²a fue el martes el jugador m¨¢s rojiblanco del Camp Nou. Su¨¢rez se bati¨® como un jabato y mereci¨® ser expulsado como Fernando Torres.
Juega siempre el uruguayo al l¨ªmite del reglamento y contra el Atl¨¦tico sacudi¨® a Juanfran y Filipe Luis sin que le viera el ¨¢rbitro Brych. Responsabilizar al ¨¢rbitro de la derrota del Atl¨¦tico, sin embargo, parece tan simplista como no admitir la discontinuidad del f¨²tbol el Barcelona. El resultado le concede un respiro monumental en un momento de especial angustia despu¨¦s de perder contra el Madrid. Aunque las victorias de los azulgrana ante los rojiblancos han sido ¨²ltimamente m¨ªnimas, la l¨ªnea que separa el ¨¦xito del fracaso en el deporte depende a veces de un 2-1 o de un 1-2 en un encuentro como el del martes en el Camp Nou.
Al Bar?a no le queda m¨¢s remedio que recurrir a la ¨¦pica cuando le falla la est¨¦tica
Al Barcelona le cuesta ganar incluso cuando juega 11 contra 10: tom¨® el gol de Cristiano en superioridad num¨¦rica y en cambio remont¨® ante el Atl¨¦tico despu¨¦s de la tarjeta roja a Torres, un jugador de grandes momentos, para bien o para mal, m¨¢s que de excelentes partidos, incluso con La Roja. No hay equipo que escape de los malos momentos, a los baches de juego, cuando las temporadas son tan largas y cargadas como en Espa?a. Los azulgrana llevan un m¨ªnimo de 12 partidos m¨¢s que sus rivales, incluso que el Madrid, despu¨¦s del triplete de la temporada pasada, rematado con el Mundial de Clubes.
La fatiga es evidente incluso en un equipo de Luis Enrique. Las plantillas del asturiano acostumbran a ser mejores en la parte final del curso que en el inicio como se ha visto en el Celta y en el Bar?a. No es casual que el entrenador pidiera fichar a un cuarto delantero como Nolito en invierno despu¨¦s de la partida de Pedro. Las lesiones de Mathieu y Adriano han sobrecargado tambi¨¦n a Jordi Alba. Y Messi, el futbolista sobre el que gravita el Bar?a, no est¨¢ fino ni tiene chispa, no se sabe qu¨¦ tiene m¨¢s all¨¢ del virus FIFA. Al Bar?a no le queda m¨¢s remedio por tanto que recurrir a la ¨¦pica cuando le falla la est¨¦tica como pas¨® contra el Atl¨¦tico.
Nadie se sabe manejar mejor en partidos tan desagradables y atropellados como Su¨¢rez , un superviviente
La melancol¨ªa de Messi y el desacierto de Neymar en la toma de decisiones contrast¨® con la efectividad de Su¨¢rez. Vive el Bar?a entregado al tridente y cuando los delanteros no marcan las diferencias ni ayudan en defensa, se descuelgan, sufren mucho los laterales y revientan los medios: los tres titulares fueron cambiados ante el Atl¨¦tico. Ya se sabe que ocurre, para lo bueno y para lo malo, cuando un equipo se entrega a sus tres atacantes como ha hecho el Bar?a. La dependencia y sumisi¨®n, que pasa porque no pueden suplentes ni sustituidos, exige un trajo herc¨²leo a los ocho compa?eros, tambi¨¦n al portero: Bravo o Ter Stegen.
No conviene olvidar que 13 de los ¨²ltimos 14 goles al Atl¨¦tico han sido marcados por el tridente y que Luis Su¨¢rez ha sido se?alado por Simeone como el factor desequilibrante para explicar qu¨¦ ha pasado de un a?o a otro, de cuando el Atl¨¦tico le ganaba siempre al Bar?a de Tata Martino al que pierde cada partido ante el equipo de Luis Enrique. La ira de los rojiblancos contra el ¨¢rbitro expresa precisamente su frustraci¨®n porque percibieron que el del martes era su partido, su obra cumbre de la temporada en Europa, por lo bien que le estaban ganando al Bar?a mientras estuvo en la cancha el Ni?o Torres.
El remonte barcelonista se produjo en superioridad num¨¦rica a partir de la ¨¦pica y de la reorganizaci¨®n t¨¢ctica que pasaba por abrir el campo con los laterales Alves y Alba. Hubo m¨¢s arrebato que control de juego, m¨¢s intensidad y rapidez en los jugadores que concentraci¨®n y velocidad de bal¨®n, m¨¢s bravura y presi¨®n que precisi¨®n y lucidez, m¨¢s energ¨ªa que creaci¨®n, despu¨¦s que Messi rematara de chilena y el larguero devolviera una rosca de Neymar. Aprovech¨® bien el Bar?a los minutos que supo escatimar el Atl¨¦tico: se jugaron 58 y se perdieron 38 despu¨¦s que el Bar?a contara su 30.? expulsi¨®n a favor en la Champions.
Nadie se sabe manejar mejor en partidos tan desagradables y atropellados como Su¨¢rez y Luis Enrique. El uruguayo lider¨® la carga final azulgrana despu¨¦s de un inicio de partido muy plano y evit¨® la depresi¨®n del Camp Nou. El Bar?a no ser¨¢ el Bar?a hasta que Messi no sea Messi. A falta de clase y desequilibrio, mientras, no le queda m¨¢s remedio para combatir las dudas que un remedio tan convencional como el de sobrevivir con los goles del 9. Luis Su¨¢rez no estar¨¢ precisamente por sanci¨®n el s¨¢bado en Anoeta, el escenario del crimen, un campo en el que no ganan el estadio donde empez¨® todo para el Bar?a.
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