El Rayo, a un paso de la salvaci¨®n

El Rayo es un superviviente que se encamina hacia la salvaci¨®n una temporada m¨¢s sin renunciar al impuesto estilo ofensivo de Paco J¨¦mez, impropio de los equipos que se juegan la vida. Los vallecanos, al calor de su afici¨®n, con gran intensidad, lograron vencer a un Villarreal rebajado que dispuso de dos jugadores del filial de 20 a?os reci¨¦n cumplidos (Alfonso y Rodri), y otros dos futbolistas de 19 a?os pertenecientes al primer equipo (Adri¨¢n Mar¨ªn y Nahuel), consecuencia del bendito sue?o de la Liga Europa. En todo caso dio la cara el equipo de Marcelino derrotado por el gol de Miku en el tramo final que permite al Rayo respirar, cerca de certificar un a?o m¨¢s su presencia en Primera con humildad y buen gusto.

Le iba una gran oportunidad al Rayo para alejarse del descenso y as¨ª se lo hizo saber al Villarreal desde el inicio. A los siete minutos de juego ya mandaba en el marcador el conjunto de Paco J¨¦mez tras un disparo de Miku que rechaz¨® como pudo Ar¨¦ola y aprovech¨® Javi Guerra. El gol no alter¨® el equilibrio del Villarreal maduro en situaciones adversas.

Obligado por las ausencias por lesi¨®n o sanci¨®n, dando descanso a futbolistas importantes y gestionando los minutos de juego disputando dos objetivos importantes, la Liga y Europa, Marcelino renov¨® el once una vez m¨¢s, competitivo siempre. Nada nuevo en el Villarreal, as¨ª lo ha dispuesto el t¨¦cnico asturiano durante toda la temporada sin mermar el rendimiento de su equipo, quiz¨¢ ah¨ª radique el secreto del ¨¦xito. Destacaba la presencia del jugador del filial amarillo Alfonso Pedraza, debutando en Primera en la segunda mitad Rodri. Significativa result¨® la no presencia de Bruno, capital el capit¨¢n en el engranaje del equipo castellonense, baja por acumulaci¨®n de amonestaciones, merecedor de una pausa.

M¨¢s reconocible en su alineaci¨®n, el Rayo puso la directa en la b¨²squeda del gol. Lo consigui¨® pronto y dej¨® hacer al Villarreal. Mala cosa si en el centro del campo rival se asocian futbolistas livianos y t¨¦cnicos como Denis Su¨¢rez, Trigueros y Jonathan dos Santos. Del mexicano surgi¨® un pase picado para que Adri¨¢n L¨®pez, con sutileza y de primeras, enviara el esf¨¦rico a la red de Juan Carlos tras una larga acci¨®n amarilla.

La formaci¨®n de ambos equipos, con jugadores de buen pie, auguraba un encuentro entretenido, de llegadas continuas y alternas a las ¨¢reas. Atacaba bien el Rayo y contestaba con peligro el Villarreal, bien posicionado, aprovechando cada p¨¦rdida vallecana y el desorden consiguiente del equipo de J¨¦mez con tendencia al caos.

Ya en la segunda mitad, aplicado como acostumbra en defensa el Villarreal, el Rayo se ve¨ªa incapaz de llegar con claridad al ¨¢rea de Ar¨¦ola. Tampoco el grupo castellonense se asomaba a la porter¨ªa de Juan Carlos. El juego discurr¨ªa en el centro del campo, las defensas cobraban m¨¢s protagonismo que los ataques. Lesionados los dos centrales vallecanos, J¨¦mez envid¨® con la entrada de Jozabed por Z¨¦ Castro, retrasando la posici¨®n de Llorente. Un mensaje ambicioso del t¨¦cnico cordob¨¦s que termin¨® el partido con tres delanteros con Manucho en el terreno de juego. Contest¨® Marcelino incorporando al goleador Bakambu, no renunciando a nada el Villarreal. Pero fue Miku quien ilumin¨® al Rayo con un cabezazo a centro de Nacho que sit¨²a a los vallecanos a un paso de la salvaci¨®n.