Patrick Ekeng, una muerte quiz¨¢s evitable

El viernes por la noche, en el minuto 69 y 45 segundos del Dinamo de Bucarest-Viitorul Constanta de la Liga rumana, el centrocampista del equipo local Patrick Ekeng se desplom¨® en el suelo. Estaba solo en el centro del campo. Cay¨® y su cabeza rebot¨® fuerte contra el c¨¦sped, donde se qued¨® tendido, inconsciente. El ¨¢rbitro par¨® el partido inmediatamente entre los gritos de alarma de los dem¨¢s jugadores y r¨¢pidamente, a la carrera, dos masajistas llegaron hasta el futbolista ca¨ªdo, al que toquetearon, colocaron de lado y acuciaron. A su alrededor, lament¨¢ndose y llorando, todos se llevaban las manos a la cabeza, espectadores impotentes. Dos minutos y 47 segundos m¨¢s tarde, seg¨²n el cron¨®metro de la cadena televisiva que retransmit¨ªa el partido en directo, el infortunado Ekeng, camerun¨¦s de 26 a?os que jugaba desde enero en el equipo rumano, fue introducido en una ambulancia que no dispon¨ªa de medios de reanimaci¨®n. Menos de dos horas despu¨¦s, los responsables del hospital al que fue trasladado, anunciaron su muerte por un paro cardiaco posiblemente provocado por una arritmia.

Al d¨ªa siguiente, aficionados y dirigentes futbol¨ªsticos de medio mundo y autoridades mostraron su pesar por la tragedia y la muerte de Ekeng, internacional por Camer¨²n, centrocampista de corte defensivo y trotamundos. Antes de en el Dinamo rumano hab¨ªa jugado en Le Mans, en el Lausana y en el C¨®rdoba hasta diciembre. La federaci¨®n rumana ha aplazado el resto de la jornada de Liga y la final de Copa, que jugar¨¢ el Dinamo.

¡°No s¨¦ si la muerte podr¨ªa haberse evitado, pero s¨ª que nadie hizo nada en los minutos cr¨ªticos para reanimarle, ni el ¨¢rbitro, que deber¨ªa tener nociones de reanimaci¨®n cardiorrespiratoria, ni los masajistas¡±, dice Luis Serratosa, especialista en medicina deportiva despu¨¦s de ver el v¨ªdeo de lo sucedido. ¡°Los dos-tres minutos que siguen a un ataque son vitales. Y nadie fue capaz de hacer compresiones con un masaje cardiaco, y ni siquiera usaron un desfibrilador¡±.

El nombre de Patrick Ekeng se une a la lista negra de futbolistas muertos en el campo con televisi¨®n en directo en la que ya est¨¢, entre otros, su compatriota Marc Vivien Fo¨¦ (2003), cuando, quiz¨¢s, podr¨ªa estar, con el jugador del Bolton Fabrice Muamba o el del Salamanca Miguel Garc¨ªa, en una lista mucho m¨¢s agradable, la de futbolistas que deben su vida a una respuesta r¨¢pida y eficaz a su crisis cardiaca en el mismo c¨¦sped. ¡°El deporte profesional deber¨ªa contar con unos medio similares a los de un hospital de urgencias, que no ser¨ªan nada caros¡±, dice Serratosa, que colabora con la cl¨ªnica Ripoll y de Prado y con la Fundaci¨®n Mapfre en la app CPR11 de reanimaci¨®n cardiaca promocionada por la FIFA. ¡°Hay estudios en Estados Unidos que se?alan que se logra hasta un 60% de supervivencia en estos casos actuando con rapidez. Las claves para evitar las muertes s¨²bitas son la prevenci¨®n, con reconocimientos previos, y la capacidad de respuesta. Deber¨ªa ense?arse en los colegios las maniobras b¨¢sicas, y deber¨ªa haber tantos desfibriladores en instalaciones deportivas como hay extintores de incendios¡±.