Colombia fulmina a Estados Unidos

Esta Colombia que trata de superar los episodios m¨¢s funestos de las ¨²ltimas d¨¦cadas se quit¨® de en medio uno que le pesaba m¨¢s de 20 a?os. Consigui¨® vencer a Estados Unidos, en su casa, all¨ª donde en 1994 sucumbieron los sue?os de un pa¨ªs y la vida de un jugador. Rindi¨® homenaje a Andr¨¦s Escobar otro n¨²mero 2, Cristian Zapata, con un tempranero gol para espantar fantasmas. Los mismos que se instalaron en el equipo despu¨¦s de que James, el capit¨¢n, se retirase muy dolorido del hombro, sin que a¨²n se sepa el alcance de la lesi¨®n.

Colombia venci¨® en el partido inaugural, pero no termin¨® de convencer si se tiene en cuenta que enfrente tuvo a una selecci¨®n decepcionante. Solo el imberbe Pulisic, de 17 a?os, aport¨® algo a los de Klinsmann, que por momentos parec¨ªan m¨¢s dispuestos a jugar a f¨²tbol americano, tan al choque como iban, que a ese soccer que cada vez con m¨¢s ah¨ªnco se instala en el d¨ªa a d¨ªa de Estados Unidos.

Los de P¨¦kerman, sin embargo, fueron suficientemente eficaces como para llevarse la tan deseada victoria del debut. Los dos goles de la primera parte, las dos ¨²nicas ocasiones con las que contaron, se convirtieron en una losa para los anfitriones. Colombia marc¨® m¨¢s goles que en toda la Copa Am¨¦rica pasada. Todo un s¨ªntoma para los cafeteros, que aspiran a recobrar la imagen del Mundial de Brasil.

Colombia dio de inicio visos de que pod¨ªa hacer algo grande. Una diagonal de Cuadrado hacia Bacca, el tridente m¨¢gico junto a James, termin¨® en un c¨®rner que result¨® letal. Zapata, sin nadie que le vigilase enganch¨® un zambombazo desde el punto de penalti que adelantaba a los de P¨¦kerman. El arranque deseado en un torneo en el que cualquier error puede penar.

Como acostumbra ¨²ltimamente, despu¨¦s del gol, Colombia se cerr¨®, cedi¨® la pelota y a punto estuvo de costarle demasiado caro. Estados Unidos, sin embargo, apenas asustaba a bal¨®n parado. La falta de cuajo del cuadro de Klinsman la aprovech¨® la tricolor al borde del descanso. Un inocente penalti de Bedoya, con la mano tan despegada del cuerpo que intercept¨® el bal¨®n como si fuese un tap¨®n, permiti¨® a James colocar el segundo en el luminoso. Un premio demasiado alto para el juego un tanto insulso de los de P¨¦kerman.

Aunque no hubo goles, Colombia se mostr¨® m¨¢s s¨®lida en la segunda mitad, con Bacca como ladilla de la zaga estadounidense, llev¨¢ndola de lado a lado sin que ninguno de sus compa?eros terminase de rematar la faena. El barranquillero tuvo una clara ocasi¨®n que hizo temblar el larguero de Estados Unidos. No atin¨® el delantero del Milan, pero volvi¨® a demostrar que es la referencia en el ataque colombiano.

Firmaba la tricolor este guion de inicio hasta que James, m¨¢s parecido a su versi¨®n del Madrid de este a?o que a la de la selecci¨®n, tras irse de varios jugadores, cay¨® al suelo y se lastim¨® el hombro. Trat¨® de seguir en el campo, pero le fue imposible. Las im¨¢genes del capit¨¢n colombiano en el banquillo, compungido, no auguraban nada bueno. Y es que parece que esta Colombia, que aguarda el martes a Paraguay, no termina nunca de ahuyentar a los fantasmas del pasado.