Silencio, aplausos y nada de cava en recuerdo de Luis Salom
Navarro logra su primera victoria en el Mundial de Moto3 y se la dedica al piloto fallecido el viernes, lo mismo que Zarco, ganador en Moto2
Los motores no pararon de rugir en ning¨²n momento. La misma noche del viernes alg¨²n box se resist¨ªa a apagar las luces y dejar que el silencio se impusiera en el paddock. No hay tiempo para el descanso en el Mundial de motociclismo. Luis Salom ya no est¨¢, pero la vida sigue. Y las carreras. Tambi¨¦n ¨¦l sali¨® a la pista en a?os anteriores e intent¨® hacerlo lo mejor posible por aquellos que compart¨ªan sus mismos sue?os. Este domingo, en Montmel¨®, la ma?ana, soleada, arranc¨® como siempre: a la sesi¨®n de calentamiento de la categor¨ªa menor le sigui¨® la de Moto2. Y a esta, la de MotoGP. Pero algo alteraba el ambiente.
El garaje del equipo SAG, al que pertenec¨ªa Salom, permanec¨ªa abierto, pero no se mov¨ªa nada adentro, no hab¨ªa mec¨¢nicos trabajando, ni ordenadores funcionando, apenas alg¨²n familiar y amigo, afectado por la tragedia. Y una moto montada; y una pizarra preparada con un mensaje distinto: ¡°Siempre en nuestros corazones¡±. Aguardaban el homenaje que se le rendir¨ªa al mallorqu¨ªn, que falleci¨® el viernes tras un accidente fatal durante la segunda sesi¨®n de entrenamientos del GP de Catalunya, justo antes de las carreras.
La emoci¨®n, contenida en algunos casos, desatada en otros ¨Cen el del representante, los amigos o los integrantes del equipo, por supuesto, o el de su compa?ero, Jesko Raffin, que no compiti¨® este fin de semana¨C se palp¨® durante la concentraci¨®n en la parrilla de salida, donde se reunieron todos los pilotos de las tres categor¨ªas y pr¨¢cticamente el paddock entero para un minuto de silencio que se convirti¨® en casi un cuarto de hora en que los presentes enmudecieron y la grada respondi¨® con aplausos. En un campeonato como este y tras una tragedia as¨ª las l¨¢grimas se reparten por muchos garajes, los de los diferentes equipos por los que pas¨®, por ejemplo: el Red Bull KTM o el P¨¢ginas Amarillas de Sito Pons.
Salom tuvo diversos compa?eros de equipo. Algunos de ellos, como Rins o Vi?ales, le recordaron ayer con mucho cari?o; otros, como Zarco, incluso perdieron los nervios afectados como estaban por el golpe: ¡°Desde que nos conocimos en la Red Bull Rookies Cup, hemos ido compitiendo cada a?o pr¨¢cticamente en la misma categor¨ªa¡±, relataba. Eran rivales, s¨ª. Pero tambi¨¦n crecieron juntos pues ten¨ªan casi la misma edad.
La competici¨®n oblig¨® a los pilotos a dejar la emoci¨®n a un lado. Y concentrarse en las trazadas, en las nuevas chicane. La carrera de Moto3 la gan¨® un orgulloso Navarro, que por fin se estren¨® con victoria en el Mundial y le dedic¨® el triunfo a su paisano. ¡°Ha sido un d¨ªa muy emotivo. Toda la ma?ana he estado pensando: ¡®Hoy lo tengo que conseguir, hoy tengo que lograr la victoria para dedic¨¢rsela a Luis. Y al final lo he hecho¡±, relataba. Se subi¨® al podio junto a Binder y Bastianini, despu¨¦s de que el sudafricano, el l¨ªder del mundial paseara la bandera del club de fans del Mexicano por todo el circuito de Montmel¨®. Otro homenaje.
No hubo ceremonia de cava. Los tres pilotos se enfundaron en unas camisetas negras con las iniciales de Salom y su dorsal, el 39. Y aquella leyenda que repet¨ªa: ¡°Siempre en nuestros corazones¡±. Lo mismo hicieron los pilotos de Moto2 que se subieron al podio poco despu¨¦s. All¨ª estaba Zarco, inalcanzable, imposible su ritmo en el tramo final de la carrera; aturdido, conmovido desde que cruz¨® la l¨ªnea de meta. Fue la primera vez que no celebr¨® una victoria con su famoso mortal atr¨¢s. Quem¨® rueda y levant¨® el brazo al cielo. All¨ª estaba Rins, que lleg¨® con ritmo pausado al corralito y recibi¨® un cari?oso abrazo de su equipo tras pasear una bandera de su ex compa?ero por la pista: ¡°Esto es para Luis, era un gran chico¡±, dijo. Y all¨ª estaba tambi¨¦n Nakagami. Los tres escucharon La Marsellesa abrazados.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.