La gran mentira
El pacto de conformidad alcanzado por el Barcelona, la Fiscal¨ªa y la Abogac¨ªa del Estado admite m¨²ltiples interpretaciones y una conclusi¨®n: el ¨²nico condenado es el Bar?a
El pacto de conformidad alcanzado por el Barcelona, la Fiscal¨ªa y la Abogac¨ªa del Estado admite m¨²ltiples interpretaciones y una conclusi¨®n: el ¨²nico condenado es el Bar?a. Argumentar que el club corr¨ªa el riesgo de una sanci¨®n mayor, evitar el dep¨®sito de un aval millonario en un momento de penuria y rebajar el desgaste institucional, no mitigan la pena con la que carga el club, y menos despu¨¦s que Bartomeu anunciara que el caso Neymar acabar¨ªa ¡°en nada¡±, un chiste como el que cont¨® Rosell cuando anunci¨® que el fichaje del brasile?o cost¨® 57,1 millones.
La mentira que han contado y la soluci¨®n encontrada les desacredita como fiscales y les sit¨²a como acusados
No hay mal menor que valga despu¨¦s que la directiva escribiera un cuento a partir de un contrato chapuza y emprendiera una acci¨®n de responsabilidad por mala gesti¨®n contra Laporta. Bartomeu y Rosell convirtieron su mandato en un ejercicio econ¨®mico impecable, una lecci¨®n de c¨®mo sanear un club en quiebra, hasta el punto de modificar los estatutos, crear un c¨®digo ¨¦tico y dignificar el Senat del Bar?a. Nadie pod¨ªa dudar de su palabra y, por tanto, si alguien cuestionaba su obra era por revanchismo o por una rivalidad expresada en una mano negra o, si se quiere, en los poderes f¨¢cticos de Madrid.
La junta no se ha dado nunca por vencida cuando ha mediado una sentencia contraria a sus intereses, incluso cuando la otra parte afectaba a personas vinculadas al Bar?a. No ha sido el caso en el asunto Neymar: se carga el muerto al club mientras salen de rositas Bartomeu y Rosell. No hac¨ªa falta montar ning¨²n ideario, presumir de moral ni manchar mandato alguno, para defender su m¨¦rito de ganar por la mano al Madrid en el fichaje de Neymar. La mentira que han contado y la soluci¨®n encontrada les desacredita como fiscales y les sit¨²a como acusados. Es el efecto boomerang.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.