Roy Keane dice lo que quiere
El segundo entrenador de Irlanda contin¨²a con el discurso ¨¢cido y directo que empleaba como jugador
Los robustos y atildados edificios que flanquean las avenidas de Versalles y su Palacio ¨Cdonde se firm¨® el tratado de paz tras la Primera Guerra Mundial- denotan la vida que hubo en su d¨ªa en el improvisado reino de Francia, lugar que de forma extraoficial y bajo un mandato que despu¨¦s se tildar¨ªa como monarqu¨ªa absoluta escogi¨® Luis XIV, el Rey Sol. Han pasado los siglos, pero la belleza de Versalles sigue intacta, con jardines imperiales, prados escondidos y casas se?oriales. Al fondo del todo se encuentra el Hotel Pavillon di Trianon, donde reposa la selecci¨®n irlandesa bajo unas medidas extremas de seguridad. Aunque all¨¢ en lo alto de la colina, tras cubrir una carretera sinuosa rodeada de moreras, se encuentra el campo de entrenamiento donde los jugadores irlandeses ya calientan. Pista de atletismo alrededor del c¨¦sped, una grada de hormig¨®n y periodistas desperdigados por la banda. ¡°Es un sitio fant¨¢stico. El personal, la comida, las instalaciones¡ Estamos encantados¡±, resuelve Roy Keane, el segundo entrenador. En caso contrario, lo hubiera dicho.
Los valores de Keane (Mayfield; 45 a?os) son los de un hombre forjado en un barrio obrero de Cork, rudo y hasta agresivo con el rival -¡°me he peleado con tanta gente que no s¨¦ a qui¨¦n darle la mano antes de cada partido¡±, solt¨® en una ocasi¨®n-, pero celoso guardi¨¢n de los suyos. As¨ª era como futbolista y as¨ª se explic¨® en su adi¨®s al Manchester United. Primero se pele¨® con Ferguson porque tras un duelo de 2005 fue de lo m¨¢s ¨¢cido con sus compa?eros en una entrevista televisiva. ¡°Lo m¨¢s duro del cuerpo de Roy Keane es su lengua¡±, resolvi¨® el entrenador, que decidi¨® echarle. Pero cuando se march¨®, como capit¨¢n que era, regal¨® a todos los jugadores del primer equipo y del filial un reloj Omega. ¡°Roy era un capit¨¢n en toda la extensi¨®n de su palabra. Impon¨ªa mucho respeto¡±, cuenta Gerard Piqu¨¦, que comparti¨® camerino del United con el que fuera mediocentro.
Pero tambi¨¦n impon¨ªa su voluntad. As¨ª qued¨® claro con la selecci¨®n irlandesa. Fue en Saipan en 2002, en el Mundial de Corea. Resulta que el equipo tard¨® unas 20 horas en despegar al tiempo que los miembros de la federaci¨®n iban en un vuelo privado, las instalaciones eran raqu¨ªticas y el campo de entrenamiento un patatal. Decidi¨® irse pero le convencieron para lo contrario. Hasta que habl¨® de nuevo con la prensa y expres¨® su verdad. Tras las quejas, McCarthy y ¨¦l se encararon ¨C¡°m¨¦tete la Copa del Mundo por el culo¡±, lleg¨® a decirle-, y regres¨® a su pa¨ªs, del que ahora es el segundo entrenador. Pero tampoco se calla.
¡°Creo que usted ha estado bebiendo¡±, le respondi¨® a un periodista que le sugiri¨® que su equipo era favorito ante B¨¦lgica
Lo demostr¨® tras el ¨²ltimo amistoso antes de la Eurocopa frente a Bielorrusia, cuando perdieron (1-2). ¡°Creo que McGeady puede hacerlo mucho mejor, pero tal vez esa es la historia de su carrera¡±, dijo Keane. ¡°Nadie debe sorprenderse porque siempre ha dicho lo que piensa¡±, resuelve Niall Quinn, excompa?ero de Roy en la selecci¨®n; ¡°y si lo ha dicho es porque busca la reacci¨®n de sus jugadores¡±. Tom¨® la palabra el seleccionador Martin O¡¯Neill: ¡°Puede que hayan sido palabras un poco fuertes, pero ya est¨¢ todo arreglado¡±. O casi porque Keane sigue a lo suyo.
¡°Lo que est¨¢ escrito en mi contrato no es de tu incumbencia¡±, le replic¨® esta semana a un periodista que le pregunt¨® sobre si ten¨ªa una cl¨¢usula de salida en el caso de que le ofrecieran llevar a un club. ¡°Creo que usted ha estado bebiendo¡±, le respondi¨® a otro que le sugiri¨® que su equipo era favorito ante B¨¦lgica (hoy a las 15.00 horas). Aunque sobre su rival ya hab¨ªa dicho la suya en febrero, en el canal de televisi¨®n ITV. ¡°Si yo fuera el compa?ero de Hazard le patear¨ªa por todo el campo. Es un ni?o mimado y no se puede estar hablando todo el d¨ªa de que se quiere ir del club¡±, dijo Keane. Son sus valores. Esos que dicen que esconde los guantes y los gorros a los jugadores cuando hace fr¨ªo porque van a hacer deporte; esos que tras romperle la rodilla a Haland ¨Cy dejarle sin carrera- explicaron: ¡°El que la hace la paga. Me lesion¨® antes y se la devolv¨ª. Hay cosas de las que me arrepiento, pero esa no es una de ellas¡±. Eso escribi¨® en su autobiograf¨ªa, una obra incompleta porque a Keane le queda cuerda para rato.
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