Alemania coge color ante Eslovaquia
El equipo resuelve las dudas en el área rival gracias a Mario Gómez y doblega a un rival muy ramplón
Empezó el torneo dubitativo, con desajustes en la defensa y un enredo morrocotudo en la delantera porque no sabía a qué jugar, si con un falso nueve que descolocara a los centrales con sus movimientos o un ariete que los fijara. Y L?w, ayudado por las irrisorias prestaciones de G?tze, se ha decantado por un delantero centro de los de verdad como Mario Gómez, que evidenció que mejora a Alemania. Más que nada porque ya se da por descontado que la selección tendrá el balón ante cualquiera -queda por ver si con Espa?a-, pero no que se defina en el área contraria. Ahora, con una boya, no hay incógnitas: la Mannschaft, la campeona del mundo, va como un tiro. Y así se lo hizo saber a Eslovaquia, que no pasó de sparring.
Eslovaquia ya estaba saciada con los octavos. O al menos eso es lo que pareció en el duelo del Stade Pierre Mauroy, donde su anemia y falta de ambición se transmitieron sobre el tapete, siempre abrigado en su área y sin pretensiones ofensivas, acaso alguna carrera de Weiss por la izquierda sin demasiado recorrido porque ahí aparecía Kimmich, un lateral como la copa de un pino con dos partidos a sus espaldas. El desespero de Hamsik era notorio porque gritaba, hacía el molinillo con aspavientos y trataba de ordenar el juego. Pero no podía porque a Eslovaquia le duraba la pelota un suspiro, a lo sumo dos 'misisipis'. Por lo que sin argumentos con el balón, se remitieron a defender su casa y aguardar al milagro de la contra. Le llegó antes del entreacto, en un centro de Pekarik que Kucka remató desde dentro del área. Ganó el salto pero no la partida porque los guantes de Neuer no entienden de santorales ni nada por el estilo. Y ahí se acabó Eslovaquia.
Para recursos los de Alemania, que practicó el fútbol al abordaje porque entró por todas partes. Así lo facilita Mario Gómez -para disgusto de G?tze, un héroe venido a menos-, que retiene a los centrales y provoca una explosión de juego por parte de los trescuartistas, que se mueven al libre albedrío. La conjugación del cuero, en cualquier caso, siempre partía de Kroos, que gozaba de una ventaja inesperada porque Hrosovsky no le presionaba sino que le daba dos metros. Quizá temía que lo rompiera… pero fue mucho peor porque al que acabó rompiendo fue a su equipo. Resulta que Kroos enlazaba sin apuros con la siguiente línea, siempre en huecos calientes, y desde ahí se ponían a jugar. Llegaban por tierra, mar y aire. Eran los laterales Hector y Kimmich los que devoraban las bandas; era ?zil quien al fin se puso a jugar en Francia; era Müller que tiraba diagonales hacia dentro; y era Draxler el que movía la cadera hacia un lado para ir al contrario con los pies, todo un ciclón. Lógico que cayeran los goles. Primero fue Boateng el que atendió al rechazo de un saque de esquina. Se perfiló, aguardó a que el balón cayera y, antes de que tocara suelo, le pegó con el empeine para colarse entre las piernas rivales y acabar en la red. Y después, en un zigzagueo delicioso de Draxler, Mario Gómez puso la punta para festejarlo.
Draxler guía al único equipo imbatido
Como suele ser habitual en los torneos que disputa, Alemania crece a medida que avanzan las rondas. Tras el triunfo ante Eslovaquia por 3-0, el conjunto germano es el único que todavía ni un gol en su portería, anotando, además, 6 goles, cifra a la que solo ha llegado Gales. La solvencia alemana se traduce en su tercera clasificación consecutiva para los cuartos de una Eurocopa, torneo que ha ganado en tres ocasiones: Bélgica 72, Italia 80 e Inglaterra 96. En el encuentro contra los eslovacos, Alemania realizó un total de 21 remates, recibiendo solo siete y solo dos a portería. Uno de los mejores futbolistas de la selección teutona fue Draxler, quien marcó en su único remate a portería, haciendo dos remates más y dando en bandeja el segundo gol a Mario Gómez. El extremo del Wolfsburgo, de tan solo 22 a?os, demostró que ha llegado a la Eurocopa en un excelente momento deforma. Formado en el Schalke, Draxler jugó su partido 23 como internacional absoluto con Alemania, logrando un único gol, el conseguido ante Eslovaquia. Además, Podolski jugó su cuarta Eurocopa.
Fue la reivindicación del delantero centro, que se las tuvo de todos los colores con Skrtel. Así se explicó en esa jugada en la que ambos cayeron al suelo y el eslovaco le ofreció la mano para levantarse. Mario la rechazó al tiempo que le recriminaba su dureza. Pero es que no siempre ganan los más deportivos; lo hacen los mejores. Y Gómez, además del tanto, logró rascar un penalti de Skrtel, que no tiró extra?amente Müller -más que nada porque ha sido pichichi en dos Mundiales y nunca se ha estrenado en la Eurocopa- y que ?zil no supo resolver. No era su tarde para la definición, dado que también erró un remate con la derecha que sacó astillas al palo. Pero es que con un poco de suerte, Alemania podría haber goleado, toda vez que también la tuvieron Draxler en una media vuelta, Khedira en un remate de cabeza, Müller con un chut, Khedira en otro rechazo…
Fue un festival que, sin embargo, perdió efervescencia con el paso de los minutos. Entre otras cosas porque Eslovaquia no propuso nada más y porque a Alemania ya le valía. Aunque Draxler, quién si no, dejó su gol, también a la salida de un córner. Triunfo fácil de Alemania, que cuanto más juega mejor lo hace.
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