Resac¨®n en Inglaterra
¡°No s¨¦ qu¨¦ hago aqu¨ª¡±, se pregunt¨® un ojeroso Roy Hodgson antes de volver a explicar la eliminaci¨®n frente a Islandia
¡°Realmente no s¨¦ qu¨¦ hago aqu¨ª¡±, se pregunt¨® el martes un ojeroso Roy Hodgson, con los sentidos todav¨ªa atropellados por la confusi¨®n de una noche venenosa. Que tire la primera piedra a quien no le haya asaltado la misma duda despu¨¦s de una velada traidora, de esas que ya nacen siendo peor idea que ir con Pogba al peluquero.
La cosa es que el ya exseleccionador ingl¨¦s no estaba en el bajo de un after, sino ante el pleno de la prensa de su pa¨ªs, que le aguardaba para que explicara por segunda vez lo inexplicable, que a la naci¨®n que invent¨® el f¨²tbol le hab¨ªa echado de la Eurocopa Islandia, un equipo que codirige un dentista.
¡°Pens¨¦ que la declaraci¨®n de ayer fue suficiente. Yo ya no soy el seleccionador de Inglaterra¡±, afirm¨® en un claro ejercicio de lucidez, por si alguien no recordaba que hab¨ªa dimitido tras el partido.
Para refrescar la memoria a sus jefes, Hodgson pod¨ªa haberles puesto al tel¨¦fono a los jugadores de Gales, por si a¨²n estaban bailando la conga con la que festejaron el drama vikingo de sus vecinos. Como se?ores, al d¨ªa siguiente se excusaron diciendo que esto no es lo que parece, que Islandia solo es una amiga y que unidos podemos.
Aunque tampoco se puede machacar a los valientes Diablos Rojos ¡ªque s¨®lo deber¨ªan ser perseguidos con rigor por haber sacado a Irlanda del Norte y a su Will Grigg's on fire de la Eurocopa, devolvi¨¦ndonos al sintetizador de David Guetta¡ª, porque yo llevo sinti¨¦ndome m¨¢s islandesa que un volc¨¢n de 16 letras desde el empate contra Portugal.
Y s¨¦ que no soy la ¨²nica porque ya podr¨ªamos llenar cien islas los que celebramos cada gol de los nuevos h¨¦roes europeos como si entendi¨¦ramos a Bj?rk. En caso de que quedara alg¨²n rebelde, se convirti¨® a la causa despu¨¦s de lo de Inglaterra o abducido por los fascinantes falsetes del narrador de la televisi¨®n islandesa, una especie de Camacho del hielo con su camisa azul y sus axilas impermeables incluidas.
Pero me he quedado muy preocupada con el se?or Hodgson, que le vi muy mala cara el martes y entre sufridores compulsivos estamos para apoyarnos. Adem¨¢s, tiene toda la raz¨®n, no hay despedida buena, a no ser que seas inmortal como Buffon y te ahorres el trago.
Por eso me atrevo a recomendarle que para la pr¨®xima siga de cerca a Sergio Ramos, que adem¨¢s de ser un excelente central anda muy bien de pico, y se arranc¨® por un emperador tras la dolorosa eliminaci¨®n frente a Italia.
¡°La victoria tiene muchos padres y la derrota es hu¨¦rfana, como dijo Napole¨®n¡±, afirm¨® ante la prensa. Elegante a la par que sencillo.
O que le d¨¦ una mirada al tema de las redes sociales, un sector de futuro, y deje que Rambo se ocupe del tema, como ha hecho Casillas. A ver qui¨¦n le obliga a Stallone a que d¨¦ una rueda de prensa despu¨¦s de salir trasquilado de la guerra.
As¨ª que ¨¢nimo Roy, que la noche es joven.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.