Mireia Belmonte logra el bronce en los 400 estilos
La espa?ola se aferra al tercer puesto en unos ¨²ltimos 50 metros ag¨®nicos. Katinka Hosszu desmantel¨® el r¨¦cord mundial con una marca estratosf¨¦rica de 4m 26,36s
Mireia Belmonte sali¨® del ¨²ltimo viraje en cuarta posici¨®n, fuera del podio, un metro por detr¨¢s de Hannah Miley. La piscina del Estadio Acu¨¢tico era un hervidero. El p¨²blico vociferaba. Katinka Hosszu se encaminaba hacia el r¨¦cord del mundo, Maya Dirado la segu¨ªa enganchada a su remolino, y solo el tercer puesto quedaba liberado a la disputa. Solo el bronce, a merced de lo que hicieran la espa?ola y la escocesa, amigas fuera de la piscina, y condenadas a procurarse el hundimiento rec¨ªproco en los ¨²ltimos 50 metros. Brazada a brazada. Sin aire pero con coraz¨®n. Gan¨® Mireia. En el ¨²ltimo metro. En el ¨²ltimo cent¨ªmetro. Se adelant¨® quince cent¨¦simas de segundo y atrap¨® el primer bronce de la delegaci¨®n de Espa?a en los Juegos de Rio. Con la u?a. Pero con mucho valor. Los 400 estilos no son cualquier prueba. Son la prueba que consagra a los nadadores m¨¢s completos.
Los 400 metros de estilos combinados constituyen un laberinto de piezas m¨²ltiples cuyo encaje depende de relaciones de interdependencia. No hay t¨¢ctica segura. Cada plan encierra un riesgo de hundimiento. La probabilidad del desequilibrio es equivalente a la imposibilidad de prever la reacci¨®n de ocho organismos terrestres sometidos al estr¨¦s del esfuerzo m¨¢ximo en el medio acu¨¢tico ejecutando los cuatro estilos. En orden sucesivo, mariposa, espalda, braza y crol.
Mireia cumpli¨® con el plan y se perdi¨® en la corriente. Si sali¨® de la piscina con una medalla de bronce colgada del cuello no fue tanto por el efecto l¨®gico de la aplicaci¨®n de unas ideas proyectadas. Fue por su bravura. Por el punto salvaje. ¡°Por la sangre¡±, como dijo su entrenador, Fred Vergnoux. ¡°Porque le sali¨® el gato que lleva dentro. ?No puede ser que hiciera el ¨²ltimo 50 en 29 segundos!¡±.
El plan de Mireia consisti¨® en dejar que Katinka Hosszu hiciera de liebre para tener un ritmo de referencia que le permitiera controlar la carrera y asegurarse la plata. A su derecha por la calle cuatro la h¨²ngara sali¨® como un tiro. A su izquierda, en la calle dos, Miley avanz¨® aparentemente bajo control. El primer parcial, el de mariposa, le sirvi¨® a la espa?ola para ahorrar energ¨ªa. Lo nad¨® cuatro d¨¦cimas m¨¢s lento que en la clasificaci¨®n. Decidi¨® concentrar su esfuerzo en mejorar el parcial de espalda, su punto d¨¦bil y el arma imbatible de Hosszu. Y lo consigui¨®. Mireia nad¨® la espalda m¨¢s r¨¢pido. Pero lo pag¨® en la braza. Cuando emergi¨® al salir del viraje en el paso por el 200 descubri¨® que la estadounidense Maya Dirado, por la calle cinco, lejos de su radar, se le hab¨ªa escapado. Dos segundos. Demasiados.
Quiz¨¢s Mireia se dej¨® llevar por la confusi¨®n. En plena crisis, Miley hizo 100 buenos metros de braza y se puso tercera. A su amiga no le qued¨® m¨¢s remedio que verla como al enemigo. ¡°El ¨²ltimo 100 fue la clave¡±, dijo Mireia. ¡°Ve¨ªa a Hannah bastante lejos, pero a la vez asequible y me la jugu¨¦. Pude conseguir el bronce por muy poco. Pero para m¨ª es un muy buen comienzo de campeonato¡±.
Hosszu destroza el r¨¦cord del mundo
Mireia nad¨® el ¨²ltimo 50 un segundo m¨¢s r¨¢pido que el d¨ªa que hizo su mejor marca en el 400 estilos, en la final de los Mundiales de Barcelona, en 2013, cuando par¨® el cron¨®metro en 4m 31,21s. Entonces salv¨® el ¨²ltimo largo en 30,27s. En Rio lo nad¨® en 29,82s para conseguir una marca buena pero insuficiente. Los 4m 32,39s se quedaron lejos de los 4,29 minutos proyectados para asegurar la plata. Dirado marc¨® 4m 31,15s. Le bast¨® con seguir al vendaval de Hosszu.
La h¨²ngara, una veterana de 26 a?os, dijo que se hab¨ªa presentado en R¨ªo con una misi¨®n. ¡°Quer¨ªa probarme a m¨ª misma que pod¨ªa batir el r¨¦cord mundial¡±, dijo tras la carrera. ¡°Quer¨ªa divertirme porque hace cuatro a?os nad¨¦ con miedo y despu¨¦s casi dejo la nataci¨®n¡±. Hosszu fue cuarta en la final de los Juegos de Londres, el d¨ªa que la china Ye Shiwen bati¨® el r¨¦cord precedente con el aceler¨®n m¨¢s sospechoso de la historia reciente de este deporte. Ye, que en la preliminar de Rio se hundi¨®, desapareci¨® un poco m¨¢s del mapa y contribuy¨® a ensombrecer su leyenda. Pero en Londres estableci¨® un tiempo de 4m 28,43 que sacudi¨® la primera semana de la competici¨®n. La r¨¦plica de Hosszu, una olimpiada despu¨¦s, fueron los 4m 26,36s en otra final memorable.
La primera reacci¨®n de Mireia fue abrazar a Miley para consolarla y maldecir la hora en que perdi¨® de vista a Dirado. Luego, al colgarse la medalla y recibir las felicitaciones de las autoridades, se seren¨®. Vergnoux, a su lado, se mostr¨® inquieto. ¡°He estado en cinco Juegos y estos son los peor organizados¡±, denunci¨®. ¡°Ahora tenemos 20 minutos de espera para que nos recoja el autob¨²s; luego 20 minutos de viaje y una cola de 20 minutos para entrar a la Villa. Y tenemos que descargar los m¨²sculos. Mireia tiene que hacer fisioterapia. Y tiene que cenar... Hasta las tres de la ma?ana no se ir¨¢ a dormir. ?C¨®mo har¨¢ para recuperarse y nadar la clasificaci¨®n de los 400m libre del domingo a las dos de la tarde?¡±.
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