Mireia Belmonte gana la medalla de oro en los 200 mariposa
La nadadora de Badalona suma su primer oro ol¨ªmpico, su segundo metal en R¨ªo y el segundo de la delegaci¨®n espa?ola, tras reinar en su prueba con un tiempo de 2m 04,85s

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Mireia Belmonte atac¨®. Pero atacar, en nataci¨®n, no es un acto impulsivo. Mireia atac¨® durante cuatro a?os. Atac¨® estudiando el pasado, repasando su pesadilla una y otra vez, en busca de las causas que le hicieron perder la final de 200m mariposa de los Juegos de Londres en los ¨²ltimos 30 metros. Durante cientos de jornadas compens¨® sus carencias en el gimnasio, en donde desarroll¨® la potencia muscular que le faltaba adquirir para no hundirse en esos 30 metros malditos en los que los m¨²sculos de los hombros queman y el cuerpo comienza a paralizarse infectado por el ¨¢cido l¨¢ctico. Una vez adquirida la fuerza la trabaj¨® para aplicarla al agua. Cada d¨ªa. En sesiones que la llevaron de las siete de la ma?ana a las once de la noche, de la piscina a las pesas, de las pesas a los saltos, de los saltos a la barra de dominadas, y de all¨ª al agua otra vez at¨¢ndose el cable de un guinche a la cintura para nadar contra el motor que la tiraba hacia atr¨¢s. Bajo el agua. En apnea. Llevando su organismo al l¨ªmite cada vez. Para mejorar su viraje. Para poder resistir la descarga del lactato cuando necesitase hacer el esfuerzo supremo, en R¨ªo, el 10 de agosto de 2016, la noche del ataque al oro. El oro que finalmente atrap¨® en el ¨²ltimo cent¨ªmetro de una carrera extremadamente t¨¢ctica. El primer oro ol¨ªmpico de un nadador nacido en Espa?a. Un genuino producto del conocimiento emp¨ªrico, del trabajo y la determinaci¨®n.
Mireia se impuso con un tiempo de 2m 4,85s. Con la ¨²ltima gota de energ¨ªa. Con el ¨²ltimo golpe de brazos. Medio segundo antes que la japonesa Hoshi Natsumi, que ganaba terreno por la calle de su derecha, y tres cent¨¦simas antes que la australiana Madeline Groves, que hizo 2m 4,88s por la calle de su izquierda, y que decidi¨® ocupar el centro de la escena de principio a fin. Del primer metro al pen¨²ltimo cent¨ªmetro. El gobierno de Groves se extendi¨® por espacio de tres largos. Luego Mireia tom¨® el mando. Pero fue un liderazgo angustioso y microsc¨®pico. Groves, contra pron¨®stico, resisti¨® y contragolpe¨®. Pero la piscina se le qued¨® corta. En el ¨²ltimo cent¨ªmetro gan¨® la espa?ola.
¡°Mi plan fue ser brutalmente r¨¢pida¡±, confes¨® Groves; ¡°esta noche me dej¨¦ absolutamente todo lo que ten¨ªa en la piscina¡±.
Con 20 a?os, Groves se permiti¨® la osad¨ªa a la que renunci¨® Mireia, que tiene 25. La australiana eligi¨® hacer un gran gasto energ¨¦tico desde el primer 50. La espa?ola, que se midi¨® con rigor, emple¨® a su rival para tener una referencia y la dej¨® avanzar poni¨¦ndose a rebufo.
Los 200 mariposa son una prueba que penaliza la veteran¨ªa. Equivalentes a los 400 metros del atletismo, los cuatro largos de mariposa son objeto de constante experimentaci¨®n por parte de los fisi¨®logos porque constituyen disciplinas extremas. Comprometen al cuerpo humano al estr¨¦s m¨¢ximo. La necesidad de sostener la velocidad durante dos minutos empleando los grupos musculares adheridos a los hombros y la cadera, los mayores generadores de potencia, acelera el cansancio mediante la segregaci¨®n del ¨¢cido l¨¢ctico, sin¨®nimo de par¨¢lisis. Nunca una nadadora de m¨¢s de 24 a?os hab¨ªa logrado un oro en la trituradora de los 200 mariposa. Mireia, que tiene 25, es la pionera. Supo que el tiempo correr¨ªa en su contra desde que acabaron los Juegos de 2012. Pero decidi¨® avanzar igualmente.
La rubia Madeline Groves jug¨® al h¨®ckey durante a?os. Sus compa?eras de equipo le reservaron un apodo: Mad Dog. Perro Loco. Un esp¨ªritu d¨¦bil no se habr¨ªa aventurado a nadar el primer 50 en 27,47s ni habr¨ªa podido terminar el ¨²ltimo en 32,57s. La australiana fue autora de una carrera fastuosa que resolvi¨® gobernar desde la salida, encabez¨® con coraje hasta el paso del 150, y comenz¨® a perder en el ¨²ltimo viraje. Ah¨ª donde la espa?ola recurri¨® al poder¨ªo f¨ªsico adquirido en los ¨²ltimos a?os para sacar medio metro de ventaja y librar el duelo de los metros finales con ventaja. Fue bajo el agua, con el nado subacu¨¢tico, como alcanz¨® la primera posici¨®n. Seg¨²n el plan trazado hace a?os y ajustado el martes en R¨ªo.
Fred Vergnoux dise?¨® la t¨¢ctica con la ayuda del biomec¨¢nico Ra¨²l Arellano, que analiz¨® la influencia que podr¨ªan tener las otras nadadoras. El c¨¢lculo fue concluyente: el oro estar¨ªa por debajo de 2,05 minutos y Mireia deber¨ªa alcanzar el primer 50 medio segundo m¨¢s r¨¢pido que en las semifinales (cuando toc¨® la primera pared en 28,86s) y m¨¢s despacio que en los Juegos de Londres (cuando hizo 28,32s). R¨¢pido pero reservando gasolina. Como si tuviera un metr¨®nomo en el cerebro, ella ejecut¨® en 28,48s. La siguiente consigna fue atacar antes del ¨²ltimo viraje. La carga la nadadora de Badalona lanz¨® la carga en el pen¨²ltimo largo, recuper¨® 60 cent¨¦simas a Groves y se puso primera.
¡°He decidido arriesgar al principio del segundo 100¡±, dijo Mireia, evocando el minuto decisivo. ¡°Al final he sufrido mucho en los ¨²ltimos metros. Decid¨ª seguir adelante sin mirar lo que ten¨ªa al lado, aunque no ve¨ªa gran cosa. Seguir adelante y picar piernas lo m¨¢s que pudiera para tocar la pared¡±.
El oro de Mireia, el primero que obtiene la delegaci¨®n espa?ola en Brasil, es producto de ese plan y de esa bravura del ¨²ltimo manotazo que es la parte inefable que determina el destino. Pero tambi¨¦n es el resultado de una gran ruptura. Espa?a no es un pa¨ªs con cultura de nataci¨®n. A este h¨¢ndicap social y administrativo se suma la realidad geopol¨ªtica. Las calles de la final estuvieron copadas por grandes potencias econ¨®micas. Estados Unidos (2), China (2), Australia (2) y Jap¨®n (1) no solo poseen las principales estructuras del planeta para producir nadadores. Son el n¨²cleo duro de la Cuenca del Pac¨ªfico, regi¨®n hacia donde gravita la econom¨ªa mundial.
La nataci¨®n no es solo un deporte. Para estos pa¨ªses es cuesti¨®n de estado. La haza?a de Mireia es la victoria de una chica sola que tuvo un sue?o y no dej¨® de atacar.
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